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Al escuchar la música, se levantó de la mesa, puso sus ojos en su objetivo, la linda chica que estaba sentada sola en la mesa al final del salón. Caminó lentamente, moviendo sutilmente su cuerpo al ritmo de la música. Cuando llegó donde estaba ella, una voz fuerte le habló pidiendo que le diera paso. Un tipo flaco y sin gracia tomó de la mano a la chica y ella lo siguió sonriente hasta la pista de baile…
Por unos segundos Efraín no supo qué hacer. Este hecho imprevisto no lo solo lo perturbó sino que alteró por completo su plan y su discurso. Era una situación de esas que no se pueden planificar como sus propósitos de este día. “¿Quién era este intruso y por qué ella aceptó salir a la pista de baile con ese desconocido, cuando era muy claro que él, Efraín Santander se dirigía bailando hacia la mesa de aquella hermosa y atractiva mujer?. Se quedó parado cerca de la mesa de ella y contempló bailar a la pareja, el desconocido daba sus pasos con gracia, con dominio del ritmo del merengue que sonada y tarareaba la letra de W. Vargas. Ella seguía con buen acople coreográfico los pasos del desconocido, sin dejar de ver a Efraín. Su mirada y su sonrisa cautivaron para siempre el alma de aquel joven cuyo desconcierto y molestia se convirtió en ternura y comprensión, esperanza y pasión.
La canción concluyó y el DJ colocó, a una señal de la muchacha, “Que alguien me diga” de G. Santa Rosa. El desconocido se fue a la barra; muchas parejas volvieron a sus mesas y Luciana regresó a la suya, donde Efraín permanecía muy cerca, de pie, sin dejar de verla. Ella se acercó a él y le extendió su mano derecha:
-Llegaste tarde, el intruso te ganó por unos segundos- dijo ella sonriendo, sin dejar de verlo a los ojos.
-¿Cómo dices eso? Viste que yo me dirigía a ti, incluso iba casi bailando para sacarte a bailar y aceptaste al intruso, no entiendo…¿Lo conoces?
-No lo conozco; evité que se produjera un choque entre dos pretendientes que no se conocen. No podía permitir que se arruinara nuestro aniversario por un imprevisto sin importancia. ¿Acaso olvidaste que hace siete años cuando bailamos aquí la primera vez, yo estaba esperando a un novio que nunca llegó y fuiste tú el desconocido que convirtió mi decepción y tristeza de esa noche en la alegría y la felicidad que siento hoy de bailar otra vez contigo, como cada año, nuestra canción de amor?. Esa misma noche me prometiste que me amarías para siempre, bailaste y cantaste esta canción y yo te creí y sigo aquí amándote, para siempre- Contestó Luciana con una radiante sonrisa mientras llevaba a Efraín al centro de la pista como lo hicieron la primera vez.
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Esta fue mi entrada al Concurso: Continúa... la historia 13 de agosto de 2022 propuesto por @freewritehouse, invito a @rosahidalgo y @morito13
Hearing the music, he got up from the table, set his eyes on his target, the pretty girl sitting alone at the table at the end of the room. He walked slowly, subtly moving his body to the rhythm of the music. When he got to where she was, a loud voice spoke to him asking him to make way. A skinny, ungraceful guy took the girl by the hand and she followed him smilingly to the dance floor...
For a few seconds Efrain did not know what to do. This unforeseen event not only disturbed him but completely altered his plan and his speech. It was one of those situations that could not be planned as his resolutions for the day. "Who was this intruder and why did she agree to go out on the dance floor with that stranger, when it was very clear that he, Ephraim Santander was dancing his way to the table of that beautiful and attractive woman?". He stood near her table and watched the couple dance, the stranger danced his steps with grace, mastering the rhythm of the merengue and humming the lyrics of W. Vargas. She followed with good choreographic coupling the steps of the stranger, without taking her eyes off Efrain. His gaze and his smile captivated forever the soul of that young man whose bewilderment and discomfort turned into tenderness and understanding, hope and passion.
The song ended and the DJ played, at a signal from the girl, "Que alguien me diga" by G. Santa Rosa. The stranger went to the bar; many couples went back to their tables and Luciana returned to hers, where Efrain remained very close, standing, without taking his eyes off her. She approached him and extended her right hand:
-You were late, the intruder beat you by a few seconds- she said smiling, without taking her eyes off him.
-How can you say that? You saw that I was coming to you, I was even almost dancing to ask you to dance and you accepted the intruder, I don't understand... Do you know him?
-I don't know him; I prevented a clash between two suitors who don't know each other. I could not allow our anniversary to be ruined by an unimportant incident. Have you forgotten that seven years ago when we danced here the first time, I was waiting for a boyfriend who never arrived and you were the stranger who turned my disappointment and sadness of that night into the joy and happiness I feel today of dancing again with you, as every year, our love song? That same night you promised me that you would love me forever, you danced and sang this song and I believed you and I am still here loving you, forever" Luciana replied with a radiant smile as she led Efrain to the center of the dance floor as they did the first time.
This was my entry to the Contest: [Continues... the story August 13, 2022](https://peakd.com/hive-161155/@freewritehouse/continues-the-story-August-13, 2022) proposed by @freewritehouse, invite @rosahidalgo and @morito13
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