Juan miraba con compasión a una pequeña niña que le pidió un elote. Sonrió levemente y le obsequió el mas tierno que encontró...
-Porqué le regalaste un elote- Preguntó Laura con intriga.
-Cuando era niño me gustaban las bodas. En ellas se servían pollo con mole y arroz blanco, obvio que no nos invitaban a los pobres porque no teníamos para el regalo, supongo, pero cuando ya habían servido a todos los invitados. Salía un mesero a llevarnos unos platos de comida a los niños que esperabamos del otro lado de la malla. Tu no sabes que sabrosa es la comida cuando se tiene hambre, pero si lo piensas mas detenidamente, servirle comida a un niño hambriento es como sentir amor en el corazón, es como si Dios alimentara tu alma...-
Hola amigos de Hive, de vez en cuando hago una dinámica creativa en la que observo una imagen extraña, luego escarbo en mi corazón y escribo una historia. Esta historia es una de esas.
Historia corta y fotografía