PERDIDO
Abrió ansioso el corazón la puerta
que resguarda el sueño y el olvido
y junto al frío de ilusiones muertas
encontró al amor, pero dormido.
Trató de despertarlo tiernamente,
después con grandes ruegos y gemidos;
pero todo fue en vano, estaba ausente
y en una inmensa decepción perdido.
Corazón infeliz, cesa el tormento;
¿a qué tanto correr tras vana presa?,
¿no sabes que el amor es como el viento
que una vez que se va ya no regresa?
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Texto e imagen de Tomás Jurado Zabala
Gracias por sus amables lecturas