—Te prometo que volveré, sano y completo —dijo con gentileza.
—No prometas en vano, no ha regresado el primero con vida de esa maldita guerra —replicó la madre limpiando sus lágrimas.
El joven bajó la cabeza, avergonzado, y al contemplar las manos envejecidas de su madre, aquellas manos que tanto trabajaran para darle un futuro a él y a sus hermanos, dijo con una renovada esperanza:
—Yo sí volveré, mamá.
El muchacho cumplió su promesa. Volvió sano, mas no completo. Ahora, era un Soldado en todos los sentidos. No había enfermedad alguna que pudiese contraer. El sueño, la fatiga y el alimento ya no eran vitales para su organismo. Un extenso informe detallaba minuciosamente los tratamientos a los cuales había sido sometido. La madre apenas alcanzó a entender una pizca de aquel océano de conocimiento científico. “Terapia génica, ¿Qué diantres le hicieron a mi hijo?”, se preguntaba a sí misma. El risueño muchacho que antaño llenaba de alegría su hogar, había muerto el día que partió hacia esa maldita guerra para salvaguardar a los suyos. El Soldado pasaba días enteros entrenando. No hacía otra cosa más que pulir tanto sus músculos como sus técnicas de combate. La madre añoraba a su hijo. Traía el alma hecha trizas. Esquirlas de desolación y melancolía. Una vez concluida la tregua, ella despidió al Soldado con un abrazo, sin embargo, él no correspondió su gesto y volvió al campo de batalla.
Una mañana cualquiera, la madre recibió la noticia del deceso del Soldado. El militar enfrente de ella, llevaba un bebé en su regazo. Por un segundo, vislumbró a su hijo cuando apenas tenía días de nacido. Entonces, el emisario le entregó al niño. Ella lo cargó sorprendida y vio como la dulce criatura le sonreía con sus ojos vivarachos y extendía su diminuta mano queriendo jugar con sus encanecidos rizos. El uniformado soltaba una verborrea protocolar. Las palabras “Clonación” y “Armisticio”, eran las únicas dos palabras que resonaban en su mente. La madre lloró de alegría. Su hijo estaba de vuelta en sus brazos y no crecería bajo la sombra de esa maldita guerra.
Esta es mi participación en el concurso Continua... la historia organizado por @freewritehouse Invito a participar a @e0ghan y @cethzalez
"I promise you that I will come back, whole and healthy," he said gently.
"Don't promise in vain, he has not returned the first one alive from that damned war," replied his mother, wiping away her tears.
The young man lowered his head, ashamed, and as he looked at his mother's aged hands, those hands that had worked so hard to give him and his brothers a future, he said with renewed hope:
"I will come back, mother.
The boy kept his promise. He came back healthy, but not whole. He was now a Soldier in every sense. There was no disease he could catch. Sleep, fatigue and food were no longer vital to his body. A lengthy report detailed in detail the treatments he had undergone. The mother barely managed to understand a shred of that ocean of scientific knowledge. "Genic therapy, what on earth did they do to my son?" she asked herself. The laughing boy who had once filled her home with joy had died the day he left for that damned war to safeguard his homeland. The Soldier did nothing but polish both his muscles and his combat techniques. The mother longed for her son. Her soul was in tatters. Shards of desolation and melancholy. Once the truce was over, she hugged the Soldier goodbye, but he did not reciprocate her gesture and returned to the battlefield.
One morning, the mother received the news of the Soldier's death. The military man in front of her was carrying a baby on his lap. For a second, she caught a glimpse of her son when he was just days old. Then, the emissary handed her the child. She held him in surprise and watched as the sweet creature smiled at her with his lively eyes and stretched out his tiny hand wanting to play with her graying curls. The uniformed man was spouting protocol verbiage. The words "Cloning" and "Armistice" were the only two words that echoed in his mind. The mother wept with joy. Her son was back in her arms and now he would not grow up under the shadow of that damned war.
This is my entry in the Continua... la historia contest organized by @freewritehouse I invite @e0ghan and @cethzalez to participate.
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