Era una noche fría, pero muy emocionante en la ciudad aérea de Arcelia, donde es muy común que las personas convivan con los gloriosos e imponentes dragones, cada uno se transmitía conocimientos y habilidades, pero, cada cuatro años se realizan los grandiosos torneos mágicos, en ellos diferentes magos de diferentes rangos participan en batallas en conjunto a sus compañeros dragones, donde el vencedero tendría en el título del Mago más fuerte.

Todos mis compañeros y mi persona, nos preparamos para el festival, el centro de apuestas estaba hasta el tope, se escuchaban gritos de ¡Apuesta por el mejor!, pues si, ya tenían a su favorito esta noche, y es uno de los estudiantes más destacado de la academia, Arnold y el dragón Comoro, eran a quienes todos les daban ya como victorioso, eran el mejor en todo y sus habilidades eran únicas.

Al comenzar el torneo, la emoción se intensificaba cada vez más, a medida que iban perdiendo, se veía la decepción de algunos y otros de alegría porque cada vez iban ganando más dinero, los papeles de apuestas y carteles alusivos a los participantes volaban de un lado a otro; sin duda alguna, él que llevaba la victoria de todo eran Arnold y Comoro, no había comparación, las habilidades que mostraban eran increíbles.

Sin embargo, algo extraño estaba pasando, también había otro participante que estaba mostrando grandiosas habilidades y una fuerza increíble, creo que se llamaba Angus y su dragón Tianglus, quién es una enorme criatura y su fuerza era impresionante. Ya tocaba la batalla de Arnold con este misterioso participante y para nuestra sorpresa este chico, Angus, fue el vencedor, pero nadie cuestionó nada fue un grandioso enfrentamiento, ambas partes mostraron habilidades como nunca se había visto, el dragón Tianglus despegaba sus alas y rugía con tanta intensidad, era como si estuviesen diciendo que él era el mejor y, sin duda alguna, lo ha sido.

Luego, de que dieran las palabras de agradecimiento por todos los participantes de tan increíbles presentaciones, venia la premiación y, para sorpresa de muchos Angus, era aquel estudiante que muchos no le veían promesa ni ninguna habilidad resaltante, y mucho menos a su compañero dragón, no obstante, desde hace 3 años donde poca vez se veía, sabía que estaba entrenando solo y al parecer desarrolló grandes habilidades. No cabe duda que ambos fueron la admiración y el ejemplo de muchos esta noche, pues ahora todos estaban muy motivados para superarse.