Español
Reverón, ¡Hoy estás en mis letras!
Enalteces nuestro país como una gema galante, eternizando con honra las artes plásticas venezolanas. Eres nuestra vanidad patrimonial, lo más trascendental que dio nuestra pintura en el siglo XX.
Desde tierna edad, el arte como savia bruta corrió por tus venas, alimentando en todas tus fibras los deseos y empeños. Sin remilgos, nunca diste oportunidad a la duda, siempre firme en tu propósito, en el camino de la luz.
Fuiste dotado del hechizo de la seducción, tu mente prolífica fue señuelo atrayente del interés colectivo, apreciaciones y calificaciones viajaron por los aires, sin embargo, tus bulliciosos pensamientos y tus irreverentes acciones, sondearon sin demarcaciones lo ansiado, tu exquisita y enmarañada atipicidad, demostró sagacidad fecunda, con egregia productividad creativa, feraz hasta el último minuto de tu existencia.
Constelaste tus cosmogonías, creando una realidad afín, tu universo libre, exquisito y silente, amurallándote en el Castillete, tu cobijo mítico, arcaico y fortificado. Así te despojaste, dejando atrás y para siempre el convulso mundo citadino, mutando para renacer y rehacerte en otro mundo, escenario vital de tus artísticas fantasías, epicentro de tus revelaciones, senderos de tus sentires.
En tu decidido exilio, te adentraste en tu ser, recorriendo tu mundo interior, ampliando tu proceso creativo y tu mirada estética. Los tentáculos de la naturaleza, el mar, las montañas, los valles hicieron lo propio, así descubriste los arcanos encantos de la madre tierra, te impregnaste e imbuiste de ella, asimilando sus formas y colores. Sus misterios y su magia, se apoderaron de ti y en ese pacto, te enraizaste a ella, embaucado por su exuberante belleza.
La metamorfosis había llegado, tu estética reveroniana se extendía por doquier, en la pintura, el dibujo y la escultura. Sentías especial atracción por las técnicas inusuales, valorabas lo autóctono, dando brillo y elegancia a cualquier objeto, ramas, yute, bejucos, tierra, etc. No había límites, experimentabas a voluntad, crear y crear, ese era el proposito, siempre en la magia de la luz. Así te convertiste en el artista plástico de reconocimiento y perduras en el tiempo con tus obras.
Reverón, artista polifacético de brillante irreverencia y mente inquieta, vive en la fluidez de sus trazos, en la originalidad de sus muñecas y en la luz incandescente de sus pinceladas.
Si desea conocer sobre su historia de vida, aquí un enlace Armando Reverón
Fotografía de dominio público / Public domain photography.*
English
Reverón, Today you are in my letters!
You exalt our country as a gallant jewel, eternalizing with honor the Venezuelan fine arts. You are our patrimonial vanity, the most transcendental thing our painting gave in the 20th century.
From a tender age, art as raw sap ran through your veins, nourishing in all your fibers the desires and endeavors. Undeterred, you never gave a chance to doubt, always firm in your purpose, on the path of light.
You were endowed with the spell of seduction, your prolific mind was an attractive lure of collective interest, appreciations, and qualifications traveled through the air, however, your boisterous thoughts and your irreverent actions, probed without demarcations the desired, your exquisite and tangled atypicality, demonstrated fecund sagacity, with egregious creative productivity, fertile until the last minute of your existence.
You confirmed your cosmogonies, creating a related reality, your free, exquisite, and silent universe, walling yourself in the Castillete, your mythical, archaic, and fortified shelter. Thus you stripped yourself, leaving behind and forever from the shaky city world, mutating to be reborn and remake yourself in another world, the life stage of your artistic fantasies, the epicenter of your revelations, and paths of your feelings.
In your determined exile, you went deep into your being, touring your inner world, enlarging your creative process and aesthetic gaze. The tentacles of nature, the sea, the mountains, and the valleys did the same, so you discovered the arcane charms of Mother Earth, you became impregnated and imbued with her, assimilating her shapes and colors. Her mysteries and her magic, they took hold of you and in that pact, you rooted yourself to her, duped by her exuberant beauty.
The metamorphosis had arrived, and your reveronian aesthetics spread everywhere, in painting, drawing, and sculpture. You felt a special attraction for unusual techniques, you valued the autochthonous, giving brightness and elegance to any object, branches, jute, lianas, earth, etc. You had no limits, you experimented at will, create and create, that was the purpose, always in the magic of light. Thus you became the plastic artist of recognition and you endure in time with your works.
Reverón, a multifaceted artist of brilliant irreverence and restless mind, lives in the fluidity of his strokes, in the originality of his wrists, and in the incandescent light of his brushstrokes.
If you want to know about his life story, here the link
Armando Reverón