Algo innato en los padres es visualizar el futuro de sus hijos, dando cabida a muchos planes y proyectos, sueños para que sus hijos puedan tener el éxito y el mejor futuro posible. Suele ser interesante que ya un niño de seis o siete años puede decir lo que quiere ser o hacer cuando sea grande, desplegando una convicción basada en la inocencia y la emoción que caracteriza a esta hermosa etapa de la vida.
Quizás muchos de nosotros coincidimos en un arte peculiar durante nuestra etapa de infancia, uno en el que los colores, la pintura y una hoja en blanco nos invitaba a plasmar los primeros pasos de nuestra creatividad y nuestra imaginación. ¿Ah qué edad tuviste tus primeros colores? ¿Recuerdas cuál fue tu primera obra maestra? En mi caso no recuerdo el nombre exacto de los colores que mi mamá me compró, pero si recuerdo que algo que me gustaba mucho era usar la llamada “tempera” en el aula del kinder.
Something innate in parents is to visualize the future of their children, giving room for many plans and projects, dreams so that their children can have success and the best possible future. It is often interesting that already a child of six or seven years old can say what he wants to be or do when he grows up, displaying a conviction based on the innocence and emotion that characterizes this beautiful stage of life.
Perhaps many of us coincided in a peculiar art during our childhood stage, one in which colors, paint and a blank sheet of paper invited us to capture the first steps of our creativity and imagination. Ah what age did you have your first colors? Do you remember what was your first masterpiece? In my case I don't remember the exact name of the colors my mother bought me, but I do remember that something I really liked was to use the so-called "tempera" in the kindergarten classroom.
Debo admitir que jamás he sido bueno para los dibujos, incluso hasta para dibujar un muñeco de palitos. Al principio lo intentaba una y otra vez, pero mi frustración llegó a un punto álgido en el cual dije: “esto no es para mí “. Durante mis años escolares sobreviví calcando los mapas y todo lo que a dibujo se refería, y la materia de dibujo técnico fue una verdadera tortura durante la secundaria. En grados extremos llegué a pagarle a una de mis compañeras para que me hiciera los dibujos, y aún así mi reputación de mal dibujante no me dejaba alcanzar una buena calificación.
Una vez hice un grafiti en la pared de mi casa, y fue un garabato tan confuso que ni yo mismo sé que intenté hacer. Tenía tan solo ocho años en ese momento, así que lo único que estuvo claro fue el regaño por parte de mi madre. Llegué a conocer a muchos niños a quienes les encantaba dibujar y escribir sobre las paredes de forma deliberada, mostrando el estilo y la dedicación que no desarrollaban sobre algún block para dibujar. Realmente eran artistas hábiles que en tan solo unos minutos podían llenar toda una pared con sus pintorescas ocurrencias.
Esto de rayar o dibujar sobre las paredes no parece ser solo un juego de niños, ya que en ocasiones hasta los mismos adultos también toman las paredes como un block de notas. Números telefónicos, nombres o algún determinado precio son solo algunos de los apuntes que se suelen colocar en un pequeño rinconcito de la pared. Sea por costumbre o hábito arraigado, muchas personas incluso ven esto como algo normal, un acto de practicidad que no se ve del todo bien, y menos si tienes una ortografía o caligrafía poco decorosa.
I must admit that I have never been good at drawing, even drawing a stick figure. At first I tried again and again, but my frustration reached a peak where I said: "this is not for me". During my school years I survived by tracing maps and everything else that had to do with drawing, and technical drawing was a real torture during high school. In extreme grades I even paid one of my classmates to do my drawings, and even then my reputation as a bad draftsman did not let me achieve a good grade.
Once I did graffiti on the wall of my house, and it was such a confusing doodle that I don't even know what I was trying to do. I was only eight years old at the time, so the only thing that was clear was the scolding from my mother. I got to know many children who loved to draw and write on the walls deliberately, showing the style and dedication they did not develop on a drawing pad. They were truly skilled artists who in just a few minutes could fill an entire wall with their colorful witticisms.
This scratching or drawing on the walls does not seem to be just a children's game, since sometimes even adults themselves also take the walls as a notepad. Telephone numbers, names or a certain price are just some of the notes that are usually placed in a small corner of the wall. Whether by custom or ingrained habit, many people even see this as something normal, an act of practicality that does not look quite right, especially if you have a poor spelling or handwriting.
Aún así, más allá de ver esto como un defecto, en el caso de los niños puede ser una habilidad que necesita dirigirse hacia el punto correcto, y que de ser así puede permitirles explorar y demostrar un potencial relacionado con el arte de dibujar. Obviamente con esto no trato de ponerme a favor de aquellos niños con tendencia a rayar las paredes sin motivo o razón, más bien se trata de encontrar una explicación a estás acciones, y sacar de esto una excelente oportunidad para plasmar una valiosa enseñanza.
En una ocasión, una madre compartió la experiencia que tuvo con su hija. Resulta que a ella le encantaba dibujar en la pared, cosa que a la madre le molestaba mucho. A pesar de la disciplina y los castigos la niña no se daba por vencida, hasta que la madre tuvo una extraña idea: pintó de blanco la habitación de su hija, y le dijo que ese era el único lugar donde ella podía dibujar sin recibir algún regaño. ¿Cuál fue el resultado? La niña siguió dibujando a placer hasta que creció y empezó a hacerlo solo en su cuaderno, convirtiéndose en una destacada y talentosa dibujante.
Por lo tanto, el tema no trata sobre cuántas paredes rayamos, o cuántos intentos de dibujo pasaron por nuestra mano, sino de saber que en las pequeñas acciones se puede cultivar un gran talento, algo que quizás para muchos no sea digno de considerar, pero que luego llega a ser la ocupación ideal de nuestra vida. Una de las metas para todos los padres es descubrir lo que cada niño puede hacer de manera destacable, y saber enfocarlo para su propia satisfacción y bienestar. De seguro que ahora al ver un extraño dibujo sobre la pared, no pensaremos en un niño rebelde y travieso sino en un futuro artista maravilloso.
Even so, beyond seeing this as a defect, in the case of children it can be a skill that needs to be directed to the right point, and that if so can allow them to explore and demonstrate a potential related to the art of drawing. Obviously with this I am not trying to be in favor of those children with a tendency to scratch the walls without reason or motive, but rather to find an explanation for these actions, and take from this an excellent opportunity to capture a valuable teaching.
On one occasion, a mother shared an experience she had with her daughter. It turns out that she loved to draw on the wall, which bothered her mother a lot. Despite the discipline and punishments, the girl would not give up, until the mother had a strange idea: she painted her daughter's room white, and told her that this was the only place where she could draw without being scolded. What was the result? The little girl kept drawing at will until she grew up and started to draw only in her notebook, becoming an outstanding and talented drawer.
Therefore, the topic is not about how many walls we scratched, or how many attempts at drawing passed through our hand, but about knowing that in small actions a great talent can be cultivated, something that perhaps for many is not worth considering, but then becomes the ideal occupation of our life. One of the goals for all parents is to discover what each child can do in a remarkable way, and to know how to focus it for their own satisfaction and well-being. Surely now when we see a strange drawing on the wall, we will not think of a rebellious and naughty child, but of a wonderful future artist.
Gracias por darle valor a esta publicación con tu tiempo y atención.
Hasta pronto.
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See you soon.