A medida que nuestros hijos van creciendo, ineludiblemente van cambiando, y con ellos sus exigencias, así como las de nosotros como padres hacia ellos, este año para navidad Mathias tenía una extensa lista de regalos para su carta de Santa, debo decir que mi economía para este año no ha sido tan fluida como en años anteriores, en parte porque la mayor parte del dinero que llega a casa es invertido en medicinas, sin embargo no es algo de lo que me queje, porque de la manera que sea hay para solucionar los problemas que se puedan presentar; sin embargo, mucho antes de que llegara diciembre me empezaba a preguntar como haría para cubrir la larga lista de regalos que Mathias quería, cuando recordé mis navidades, regalos no faltaban pero muy pocas veces recibía lo que realmente quería, pero por otro lado, ropa, comida y amor no faltaba, fue entonces que comencé a relajarme un poco y las cosas fueron fluyendo cada vez más.



Un par de días antes de que diciembre llegara, mi hermano me comento que le había comprado algunas cosas para los regalos de navidad de Mathias, desde hacía mucho rato que no sentía tanto alivio como en ese momento, una semana después mi otro hermano llego a casa con otro regalo para colocar debajo del árbol y nuevamente pensé que la ley de atracción realmente funciona, conversando con Mathias rehicimos la carta a Santa de manera que, incluimos los obsequios que ya teníamos a la mano, de esa manera cuando el viera lo que recibiría no habría ningún tipo de decepción, o al menos eso pensaba yo.



Mathias ya está en primer grado y ha comenzado a seguir la cronología de los días, por lo que a medida que iban pasando los días y el tan ansiado 24 se acercaba, su emoción se hacía sentir más y más, cuando llego noche buena su emoción era tal que no lograba encontrar algo que lo mantuviera tranquilo, estaba realmente ansioso porque llegara santa y sus tan esperados regalos estuviesen debajo del árbol, las galletas que ya se habían hecho para colocarle a un lado del árbol, las había mantenido bajo custodia porque no quería que nadie las comiera, ¡Esas galletas son para Santa! Esa era la premisa bajo las que estaba cuidando esas galletas, ya después que santa le dejo sus regalos se olvidó de eso y se comió las que quedaron jajaja.



Llego el tan esperado 24 y a lo largo del día me preguntaba la hora cada 5 minutos, me hizo recordar tanto mis navidades de niña, cuando lo que importaba era jugar mientras se hacia la hora para dormir y esperar a que los regalos llegaran, mis padres me hablaban del Niño Jesús, yo para ser sincera no le hablo de nada de eso a Mathias, lo dejo creer en lo que él quiera creer, unos días me hablaba del Niño Jesús, pues en el colegio le hablan de él, y otros (la gran mayoría) de Santa, pues es lo que el ve en las caricaturas y películas, de igual manera, sabe que alguno de los dos le traerá un obsequio si se porta bien. El trabajo pesado llego a la hora de hacerlo dormir, no había manera de que se fuera a la cama, y cuando lo hacía a los 5 minutos se paraba nuevamente para ver el árbol, hasta que caí en cuenta de que habíamos olvidado lo más importante, colocar las galletas con leche a Santa.



El mismo preparo la leche achocolatada para Santa, y coloco sus galletas en un banquito cerca del árbol, de esa manera se fue a dormir tranquilo, y ya a las 5:00 am estaba despertándose para ver lo que había debajo del árbol, la alegría que había en su cara era algo tan genuino y tan hermoso que alejo de mi cualquier sentimiento negativo que haya podido sentir en estas últimas semanas, es esa sonrisa y esa alegría el motor que me impulsa a seguir adelante, a recoger la toalla cada vez que la estoy comenzando a tirar, Legos, pistas de carrera y más Legos, llamamos a mis hermanos para que nos ayudaran con eso, y un par de horas después habíamos cumplido la labor, nuevamente la cara de felicidad de mi pequeño se hizo sentir.



Este año ha sido realmente difícil para todos en casa, solo un par de días antes de navidad estábamos recibiendo una noticia que nos dejó devastados, mi madrina había fallecido a causa de un cáncer que acabo con ella en menos de dos meses, esta noticia para nosotros en medio de la situación que vivimos con mi madre, fue bastante fuerte, tener estos momentos hermosos con Mathias, fue oxígeno para todos en casa, la alegría definitivamente es contagiosa, y más aun la alegría de un niño. Solo deseo que cada una de las madres y padres que hacen vida en esta hermosa comunidad, hayan logrado tener una Feliz Navidad y que esta navidad les haya permitido dejar recuerdos hermosos en sus hijos.

_{Imágenes de mi propiedad, tomadas con la cámara de mi Xiaomi Redmi Note 9S}

Gracias por tomarse el tiempo de leer esta publicación, si tiene alguna pregunta, crítica o sugerencia, la agradecería que la pusiera en la caja de comentarios, y recuerda, ¡Tú también puedes hacer magia en la cocina ya dondequiera que vayas!

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