¡Hola mamis y papis de esta hermosa casa, espero todos se encuentren bien! Mi ausencia por esta hermosa comunidad, ha sido más extensa de lo que planifique, y es que, cuando somos madres solteras, emprendedoras y cabezas de hogar, nuestro tiempo no termina siendo de nosotras, el inicio del nuevo año escolar me encontró con nuevas responsabilidades, y, además de organizar las cosas para que el tiempo me alcanzara para todo, paso lo que suele suceder en todos los inicios de año escolar, los niños comienzan a enfermar, la cantidad de virus que puedan existir en su entorno, alcanza a unos más que a otros, y Mathias, luego de un par de semanas fue alcanzado por la gripe, y posterior una nueva crisis asmática, que lo mantuvo en casa por aproximadamente semana y media, el mismo tiempo que me mantuvo sin dormir.



Mientras conversaba con otras mamás, me comentaban lo mismo que yo pensaba, habíamos pasado las vacaciones sin ese tipo de preocupaciones, y automáticamente al empezar las clases, fueron cayendo uno a uno, como fichas de dominó, lo mismo sucedió en la escuela de música, son muchos los casos de niños con gripe, es decir, la temporada de mocos ha sido abierta, y lo peor de todo, mi hijo ha sido víctima de ella. Muchas veces nos quejamos por la rutina de madrugar, para llevar a los niños al colegio, prepararles almuerzo, alistarlos y salir corriendo para llevarlos a tiempo a sus actividades extracurriculares, para luego tener que llegar a casa y ayudarles con las tareas, dedicarle tiempo de calidad y además prepararle la cena para ir a la cama temprano porque al día siguiente toca la misma rutina, pero, debo decir, que prefiero mil veces esa rutina, a pasar noches en vela con mi hijo enfermo.



Sé que muchos aquí son como yo, y cuando tienen a uno de sus pequeños con algún malestar, preferirían mil veces ser ustedes los que estuvieran padeciendo y no ellos, así sea una simple gripe, pues hay complicaciones que suelen llegar a esas enfermedades “simples” que nos hacen la vida de cuadritos, sin dejar de lado el sufrimiento que pueda llegar a padecer nuestro hijo. Estar atentos al cuidado de nuestros hijos es más que necesario, y más en estos tiempos que vivimos en las que una simple gripe puede desenlazar otras enfermedades más complejas.



Hoy conversaba con uno de los profesores de música de mi Mathias, y le comentaba que aunque ya la gripe había cesado, aún continuaba con un poco de tos, debido a problemas de reflujo gástrico, a lo que el de inmediato me respondió que lo dejara en casa, pues aún continúan muchos niños con gripe y otros virus, y los padres los envían de igual manera, y para cuidar al mío, es mejor dejarlo en casa, que fortalezca un poco su sistema inmunológico para poder reincorporarse a la rutina, y estas son cosas que muchas veces no pensamos. Seguramente, muchos me llamen exagerada, pero luego de haber pasado la última pandemia, y de ver como nuestro sistema inmunológico quedo hecho papilla, me he vuelto un poco quisquillosa con este tipo de cosas, pero es que, pasar por el Covid, no solo dejo secuelas en mi sistema respiratorio, también dejo secuelas emocionales y miedos que probablemente nunca desaparecerán.

_{Imágenes de mi propiedad, tomadas con mi teléfono Redmi Note 9S, editadas con Snapseed.}

Gracias por tomarse el tiempo de leer esta publicación, si tiene alguna pregunta, crítica o sugerencia, le agradecería dejármela en la caja de comentarios, y recuerda, ¡Tú también puedes hacer magia en la cocina y a dondequiera que vayas!

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