Blessed Hugs to all who live in this community. In this space where we are all family, and we share each experience with love and understanding. I come to tell you a beautiful story that I have been waiting to show you, it is woven between emotional and reflective and it is about the process of shaving in young children, a moment that can be challenging but also full of learning and connection.

I don't know how this process has gone for you, but for me, especially with my little Mathias, it has been a bit complicated.

I fondly remember how my other two boys enjoyed their haircuts at a special children's hair salon, where the decoration and fun details kept them entertained and happy. The first few times might have been a little scary, but over time they became special moments.

That moment was always special for the family, because said jungle-themed children's hair salon was in a well-known shopping center in the city of Valencia, so each haircut was a complete outing for the family. Today my two oldest children, one 20 and the other 15, remember that place as a fun park.

Another fun aspect of the place is that the shaving seats were large carts and they gave them a treat during the haircut. A nice time was had between the music and the candy.

Personally, I think that if the child is calm and relaxed during the haircut, he or she experiences less stress and anxiety. Which of course translates into a good memory for next time.

It then happens that Mathias, at his young age, does not even allow himself to put on the cape that covers him, he does not receive the sweets. He looks upset. And you tell them, let go of me, leave me still, don't cut my hair. And things like that. do you want candy? And he doesn't want anything.

Each child is unique and experiences hair cutting differently. In Mathias' case, his initial resistance and fears are part of his process and discovery.

Today, the patience and creativity of the young hairdresser with 10 years of experience managed to transform the experience into something positive and enriching for little Mathias.

He looked happy during the haircut. The boy let him play with each thing he was going to use while he cut his hair. For example, he turned down the air conditioning and grabbed the remote control; Mathias right away, what is that? Boy, that's for the air conditioning. And he showed him how it worked, he gave it to him and Mathias had it for a long time while he started his work.

When he went to wet his hair, they both got wet with the water spray, Mathias was very funny that the hairdresser let him wet his hair and he was laughing a lot. And so it was, every comb he changed from the shaver, he lent him one to play with, he showed him what it was, otherwise Mathias told him to see, and showed him.

The moment the hairdresser took the scissors to proceed to the top of his hair, Mathias quickly told him no! That's dangerous. You don't play with scissors. The boy looked at me and explained for a while that this was to fix his hair, that he was a big man and that nothing was going to happen to him; and so many more things were experienced.

In that moment I see that my little one is calm during the process, he seems sure that no one will hurt him and he trusts, associating the place, the event and even the hairdresser with a gratifying and positive moment.

When I finished, I had to use a machine that vibrates a lot to finish refining the edges of the cut. I don't remember what they call that. But that's basically what Mathias is afraid of. He says it burns and hurts him. And the boy suddenly notices it.

The fact that Mathias is calm also facilitates the hairdresser's great job of shaving the little ones in the house.

It is moving to see how Mathias found in a particular hairdresser the trust and complicity necessary to feel calm and secure during the haircut.

The playful and educational interaction between the two created an environment of learning and fun, allowing Mathais to associate this moment with positive and rewarding emotions.

This has been my special moment that I wanted to share with all of you.

P.S.: My father, a 79-year-old man, when he saw the photos of the hairdresser in the family group, that is, of Mathias's process, he told me, why do you take the boy to shave with someone like that? Hahaha I said it because of his tattoos and his youth. Prejudices and age things. The boy is an admirable being. 40 minutes with Mathais. I told him the whole story.

Version en Español

Bendecidos Abrazos a todos los que hacen vida en esta comunidad. En este espacio donde todos somos familia, y compartimos cada experiencia con amor y conmprensión. Les vengo a contar una bella historia que me quedó pendiente por mostrarles, ella se teje entre emotiva y reflexiva y se trata del proceso de afeitarse en los niños pequeños, un momento que puede ser desafiante pero también lleno de aprendoizaje y conexión.

No sé como les ha ido a ustedes con este proceso, pero a mi en especial con mi pequeño mathias se me ha hecho un poco complicado.

Recuerdo con cariño, cómo mis otros dos hijos varones disfrutaban de sus cortes de cabello en una peluquería especial para niños, donde la decoración y detallesdivertidos los mantenían entretenidos y felices. Las primeras veces podrían haber sido un poco aterradoras, pero con el tiempo se convirtieron en momentos especiales.

Ese momento siempre era especial para la familia, porque dicha peluqueria infantil con temática de jungla, quedaba en un centro comercial muy conocido en la ciudad de Valencia, entonces cada corte de cabello era un paseo completo para la familia. Hoy mis dos hijos mayores, uno de 20 y el otro de 15 años, recuerdan ese lugar como un parque divertido.

Otro aspecto divertido del lugar, es que los asientos para afeitar eran carritos grandes y les regalaban una golosina durante el corte de cabello. Se pasaba un rato bonito entre la música y los caramelos.

Personalmente pienso que si el niño va tranquilo y relajado durante el corte de cabello, experimenta menos estrés y ansiedad. Lo que por supuesto se traduce en un buen recuerdo para la próxima vez.

Sucede entonces que Mathias, a su corta edad, no se deja ni colocar la capa que lo cubre , no recibe los dulces. Se le ve molesto. Y les dices suéltame, déjame quieto, no me cortes mi pelo. Y cosas así. ¿quieres caramelo? Y él no quiero nada.

Cada niño es único y experimenta el corte de cabello de manera distinta. En el caso de mathias, su resistencia inicial y sus miedos son parte de su proceso y descubrimiento.

Hoy la paciencia y la creatividad del joven peluquero con 10 años de experiencia, lograron transformar la experiencia en algo positivo y enriquecedor para pequeño mathias.

Se le veía feliz durante el corte de cabello. El chico lo dejo jugar con cada cosa que iba a usar mientras le cortaba el cabello. Por ejemplo, le fue a bajar los grados al aire acondicionado y agarro el control remoto; mathias de inmediato ¿Qué es eso? El chico, eso es para el aire acondicionado. Y le mostró como funcionaba, se lo dió y mathias lo tuvo un bue rato mientras el empezaba su trabajo.

Cuándo le fue a mojar el cabello, se mojaron ambos con el atomizador de agua, a mathias le causó mucha gracia que el peluquero le dejara mojarle su cabello y se estaba riendo muchísimo. Y así fue, cada peine que cambió de la máquina de afeitar, le prestaba uno para jugar, le mostraba que era, sino mathias le decía para ver, y le mostraba.

El momento en el que el peluquero tomó las tijeras para proceder a la parte de arriba de su cabello, mathias le dijo rápidamente ¡no! Eso es peligroso. No se juega con tijeras. El chico me mira y le explicó un rato que eso era para arreglar su cabello, que él era un señor grande y que no le iba a pasar nada; y así se vivieron muchas cosas más.

En ese instante veo que mi pequeño está tranquilo durante el proceso, se le ve seguro de que nadie le hará daño y confía, asociando el lugar, el hecho y hasta al peluquero con un momento gratificante y positivo.

Al momento ya de terminar, debía pasarle una maquina que vibra muchísimo para terminar de afinar los bordes del corte. No recuerdo como le llaman a eso. Pero a eso, es básicamente lo que mathias le teme. Dice que le quema y le pellizca. Y el chico de una vez lo nota.

El hecho de que mathias este tranquilo también facilita el gran trabajo del peluquero para afeitar a los más pequeños de la casa.

Es conmovedor ver como mathias encontró en un peluquero en particular, la confianza y la complicidad necesarias para sentirse tranquilo y seguro durante el corte de cabello.

La interacción juguetona y educativa entre ambos, creó un ambiente de aprendizaje y diversión, permitiendo a Mathais asociar este momento con emociones positivas y gratificantes.

Este ha sido mi momento especial que deseaba compartir con todos ustedes.

P.D.: Mi padre, un señor de 79 años, cuándo vió las fotos del peluquero en el grupo de la familia, es decir del proceso de Mathias, me dijo ¿Usted porque lleva al niño a afeitar con alguien así? Jajaja lo decía por sus tatuajes y lo joven. Prejuicios y cosas de la edad. El chico es un ser admirable. 40 minutos con Mathais. le conté todo la historia.