Hola mis pequeños, bienvenidos a un nuevo post en Hive.
El día de hoy les quiero platicar un poco sobre estas últimas semanas, como me he sentido y los planes que tengo. Siento que he estado muy perdida y me da nostalgia, parte de mi extraña esa Gris que era libre de hacer lo que quisiera cuando fuera y ahora todo eso ha cambiado y la verdad, aunque extraño el pasado por momentos, si soy sincera, no cambiaría nada.
La maternidad es tan absorbente, pesada y al mismo tiempo tan gratificante, que lo que me queda es poder encontrar un equilibrio para no perderme en ella. Hasta hace poco creí que la había conseguido, estaba muy entusiasmada con la idea de tener un par de horas solo para mí y mis proyectos (ya que Eddie bebé estaba en el CAI (Centro de Atención Infantil) por las mañanas) que por un momento olvide que las cosas no siempre salen como uno las planea, así es la vida.
Tenía todo fríamente calculado, había hecho mi planeación de contenido, mi lluvia de ideas, lista de temas, etc. Y cuando estaba por dar el primer paso adelante pase por alto algo muy importante, las vacaciones. No me quedó más que respirar profundo y pensar, bueno, cuando pasen estas dos semanas podré retomar.
Y así siguieron pasando cosas, por ejemplo, al entrar a clases hubo muchos días libres. Así que adiós a mi tiempo libre, aunque cuando si hubo tiempo libre pude tener avance con escanear unos documentos, que por cierto son muchos y aún no termino, así que tuve que poner todo mi contenido en pausa otra vez.
Para este entonces, Eddie bebé ya se estaba empezando a enfermar. Primero, infección en la nariz, luego infección en vías urinarias, después faringitis y esto impedía llevarlo al CAI y por último la hospitalización por la bronquiolitis.
Parecía no tener fin, ya había pasado a segundo plano el que yo tuviera tiempo para mí, solo quería que bebé estuviera bien y que sonriera como antes. Llevarlo al Hospital del Niño Morelense fue la medida más extrema que hicimos para por fin tener un diagnóstico basado en estudios de sangre y placas que nos dijeran exactamente lo que tenía.
Por suerte fue algo que se pudo arreglar “fácil” aunque fue muy pesado, ya que en este hospital solo dejan pasar a una persona y para poder tener el servicio sin costo, se tienen que hacer papeleo, así que como familia nos tocó organizarnos y mientras unos hacían una cosa otros hacían otras. Por ejemplo, mientras Eddie se quedó con bebé para pasar a ver al doctor, yo fui con Chío (mi prima mamá) a conseguir los documentos, después yo entregué los documentos y Eddie salió a comer y después de eso nos fuimos turnando el estar con bebé para cuidarlo.
La primera noche que me quedé fue muy feo porque ya venía de estar desvelada ya que nos despertamos en la madrugada como a las 4:00 am para atender a bebé porque le costaba respirar y lo estábamos nebulizando y esa mañana no fue la excepción. Desde esa hora estuve despierta y me quedé esa noche hasta las 7:00 am que pasaron por mí para poder ir a dormir y que se quedara Eddie, así que pase más de 24 horas sin dormir y por el final ya estaba alucinando por el sueño que tenía.
Ese día, como todos en San Miguel, que es donde vivimos, hacía mucho calor y yo estaba vestida con una blusita de tirantes bastante fresca, un short y huaraches y así me fui al hospital.
La verdad, no sé en qué estaba pensando o quizá no estaba pensando o al menos no en mí. El punto es que cuando nos pasaron a cama y me quedé esa noche, el aire acondicionado estaba muy fuerte y todo el tiempo morí de frío, en ese hospital no te dejan pasar con mantitas ni nada y yo había querido pasar con una toalla, pero me la regresaron, así que tuve que aguantar. Me la pasaba frotando mis brazos y piernas para calentarme, por fortuna nos dejaron pasar la carriola porque yo no puedo cargar a bebé por ahora por qué ando con un detallito y en la carriola tenía unas mantitas para bebé que si bien no eran para frío, de algo tenían que servir. Las más gruesas se las puse a él y las más delgadas las usé para mis hombros y piernas
Ayudaban muy poquito la verdad, pero de eso a nada, pues eso. Por ahí de las 3:00 o 4:00 am una enfermera se apiadó de mi alma y me prestó una sábana, de esas sábanas que son frías y tardan en calentar un poquito, pero como dicen por acá “a caballo dado, no se le ve colmillo” así que la aproveche lo más que pude, aunque esas horas con tanto frío y sentada en una silla superincómoda fueron eternas.
Al final me fui con Chío a las 7:00, al llegar a casa desayuné rápido, algo ligero, me metí a la cama y me tapé con un sarape grueso, todo el cuerpo me dolía, la cadera y los brazos sobre todo. Nos les miento al decirles que desde las 8:40 am aproximadamente que me metí bajo la cobija a dormir, hasta las 11 y algo, no me podía calentar o regular mi temperatura, así que no dormí, solo dormite y no descanse. También en ese tiempo hablaron dos veces por teléfono y dos veces tuve que ir al baño un buen ratito. Al parecer estuve muy tensa por el frío y eso me afectó al estómago porque me soltó un poco, lo bueno que pude evacuar bien.
En fin, logré reposar algo, pero como tal no descansé. Esa fea experiencia me ayudó para aprender que a los hospitales no se debe ir primaveral, ya que por alguna razón tienen el aire supremamente fuerte y la segunda noche que me quede me fui con dos suéters, uno con gorrito, mayon, tenis y aun así tuve frío, aunque no me lo crean.
Por fortuna, después de todo ese estrés y cambios de temperatura, hasta ahora no me he enfermado y espero que no pase, todos a mi alrededor han estado enfermos, pero yo me sigo salvando.
En ese hospital todo fue gratis gracias a que entregamos la documentación pertinente, de no haber sido así, nos hubiera salido todo en un ojo de la cara. Calculamos que más de 1,500 Dólares. La atención es muy buena, aunque si nos tocaron doctores y enfermeras malhumoradas, a mí me tocó ver qué regañaron a una chica de 20 años que iba con su bebé de 4 meses y la hizo llorar la enfermera. Aunque al final la enfermera se disculpó por hablarle fuerte y le explicó por qué lo había hecho para qué tuviera más cuidado para la próxima.
Para hacer sentir mejor a la chica, una vez que se fue la enfermera le dije, si sirve de algo, a mí también ya me regañaron y ella soltó una risita. He de decir que yo soy una persona tímida, hasta que agarro confianza y de ahí nadie me para porque hablo hasta por los codos y así paso con Fabi, la chica regañada. Desde las 2 de la mañana que nos pasaron a las dos a un cuarto aparte donde según el aire estaba menos fuerte (aunque las dos lo sentimos igual) hasta las 7 que tocaba mi cambio, estuvimos plática y plática.
Me recordó un poco a mí, porque solo iba con una camiseta ligera y no tenía brasier porque ella da pecho, entonces paso frío y le di la sabana que me habían dado una noche antes. Ella amenizó esa última noche de desvelo en el hospital y me hizo valorar mucho quién soy y lo que tengo en mi vida, pero esta historia me gustaría contárselas en un videito.
A día de hoy estoy feliz y tranquila porque nuestro bebé está muchísimo mejor, con mucho ánimo y feliz, ya extrañaba verlo así. La primera noche en casa estuvo fatal, bebé despertó a cada rato y lloraba, pero esta segunda noche fue perfecta, bebé durmió muy bien y por fin pude dormir y descansar.
Ya no sé si sea buena idea seguir calendarizando mi contenido, ya que mis tiempos de hacer contenido eran en marzo, en teoría se supone que ya debería de haber hecho un montón de cosas y ya estamos en mayo y yo sigo sin avance. No es que me cause presión, pero sí cierta decepción por no lograr lo que me propuse.
Y ayer que escribía este post y creía que todo iba mejorando, bebé empezó a presentar síntomas de estar decaído, lloraba mucho y no quería nada, así que una vez más fuimos con el pediatra y nos dijo que nuevamente tiene infección en vías urinarias, esto de que un hijo se enferme parece cuento de no acabar. Espero que ahora sí se componga mi bebé.
Esta etapa de nuestras vidas está siendo pesada, pero a la vez muy interesante porque es nuestra primera vez pasando por algo así. Aún y con todo lo malo que ha estado pasando, amo a mi pequeña familia y a la que nos rodea porque nunca nos dejan solos, ya sea aquí, en persona o a distancia preguntando por la salud de bebé. Sin duda somos privilegiados y muy afortunados por todo lo que tenemos, principalmente el estar rodeados de amor, comprensión y apoyo incondicional.
Aquí mi catarsis, siento que me faltaron muchas cosas por decir, pero vamos poco a poco, les deseo un excelente día, tarde o noche, a la hora que estén leyendo este post y no se olviden de creer, crear y crecer.