Lo que queremos que nuestros hijos estudien.

Es necesario que la existencia humana esté cargada de sueños, y esos sueños están forjados en la fe y esperanza en nuestro Dios querido para convertirlos en realidades.

Como padres, siempre deseamos que nuestros hijos resulten de mucha calidad, y uno de los objetivos en la vida es verlos convertidos en destacados profesionales entre cuyas menciones están las de médicos, ingenieros, abogados o docentes.

Recuerdo que el sueño de mi madre para mí era verme como un flamante médico, y mi nombre no muy expandido fue puesto porque cuando yo estaba recién nacido, ella escuchó por Radio Rumbos allá por 1954 que hablaban de un doctor con ese nombre, y de allí surgió mi presentación en el registro.

Sí, sobre todo las madres, siempre están atentas a que sus hijos sean estudiosos y que se preparen para que sirvan de mucha utilidad a la humanidad.

A veces llegamos a aspirar más en el momento, y queremos que nuestros chicos se titulen en diversas especialidades, y es algo que he experimentado en muchos hogares amigos. A decir verdad, esto es algo que tienen que decidir los estudiantes, y no los padres.

Sin embargo, tenemos que aceptar que la vida no es un embudo que siempre cuela y deja el mismo producto, lo que quiere decir que los sueños se desvían y nuestros hijos no resultan lo que queremos que sean.

Siempre ha sucedido que ha habido padres que obligan a sus hijos a estudiar una carrera que no les simpatiza, y lo hacen para complacerlos, lo que se traduce en un gran error porque no se les respeta el derecho de escogencia y lo más seguro es que no triunfen como ellos quisieran.

Tal es el caso de un sobrino mío que es profesor y amante de los animales, y le ha inculcado a su hijo que estudie veterinaria, pero el muchacho que está en la universidad ha accedido, pero le ha dicho a su padre que él desea estudiar ingeniería civil, y en ese conflicto viven.

Hay otros chicos que aun cuando no les plazcan las carreras, logran obtener el título en nivel superior y resultan exitosos.

Vuelvo al caso mío, y es que solo tengo un hijo que yo quería que fuera médico, pero nunca lo obligué, y él me dijo antes de ingresar a la universidad:

-Papá, lamento no poder complacerte en tu deseo de que yo sea un profesional de la medicina, pero te digo que esa es una responsabilidad muy grande y que acarrea desvelos, sacrificio y entrega al servicio. Quisiera complacerte, pero en verdad que yo no estaría a gusto.

Yo acepté de inmediato todo cuanto mi hijo argumentó y lo impulsé a estudiar lo que él quería: la psicología clínica y estudios complementarios de música.

Él se graduó en la Universidad Arturo Michelena, y también recibió certificado en el Tecnológico Musical de Valencia, pero solo ejerce la psicología desde hace varios años.

Es mi consejo y recomendación que les den libertad a los hijos para que sean ellos mismos quienes seleccionen la carrera que desean cursan.

Que Dios les bendiga a todos.

What we want our children to study.

It is necessary that human existence is full of dreams, and those dreams are forged in faith and hope in our dear God to turn them into realities.

As parents, we always want our children to turn out to be of high quality, and one of the goals in life is to see them become outstanding professionals among whose mentions are those of doctors, engineers, lawyers or teachers.

I remember that my mother's dream for me was to see me as a brand new doctor, and my name was given because when I was a newborn, she heard on Radio Rumbos back in 1954 that they were talking about a doctor with that name, and that is where my presentation in the registry came from.

Yes, especially mothers are always attentive that their children are studious and that they prepare themselves to be of great use to humanity.

Sometimes we come to aspire more in the moment, and we want our kids to get degrees in various specialties, and this is something I have experienced in many friendly homes. Truth be told, this is something for the students to decide, and not the parents.

However, we have to accept that life is not a funnel that always funnels and leaves the same product, which means that dreams go astray and our kids don't turn out to be what we want them to be.

It has always happened that there have been parents who force their children to study a career that they do not like, and they do it to please them, which translates into a big mistake because their right to choose is not respected and most likely they will not succeed as they would like.

Such is the case of a nephew of mine who is a teacher and animal lover, and has instilled in his son to study veterinary medicine, but the boy who is in college has agreed, but has told his father that he wants to study civil engineering, and in that conflict they live.

There are other boys who, even when they do not like the careers, manage to obtain a degree at a higher level and are successful.

I go back to my own case, and I only have one son that I wanted to be a doctor, but I never forced him, and he told me before entering the university:

-Dad, I am sorry I cannot please you in your desire for me to be a medical professional, but I tell you that this is a very big responsibility and that it entails sleeplessness, sacrifice and dedication to service. I would like to please you, but I really would not be pleased.

I immediately accepted everything my son argued and I encouraged him to study what he wanted: clinical psychology and complementary studies in music.

He graduated from the Universidad Arturo Michelena, and also received a certificate from the Tecnológico Musical de Valencia, but has only been practicing psychology for several years.

It is my advice and recommendation that you give your children the freedom to choose the career they want to pursue.

May God bless you all.