Hola mamis y papis, una nueva semana nos invita a ser mejores cada día y a vivir en armonía, pidiendo que nuestros hijos sean felices y sanos integralmente.
Hoy he querido conversar con ustedes un tema que me ha tocado. A veces queremos proteger de todo a nuestros hijos y eso, en cierto modo, limita el modo de reaccionar de ellos y de las posibles soluciones que, en su capacidad de razonamiento, puedan tener.
Mi niño es un niño como cualquier otro; ríe, corre, juega, le encanta ver anime y compartir con su familia y con sus amigos. Tiene un grupo de amigos donde uno de ellos se llama igual y viven como pelea de perros y gatos. En este sentido he puesto de manifiesto una teoría de mi padre: En peleas de muchachos uno no se mete. Ojo, siempre que no haya una agresión física o verbal donde como adultos debamos intervenir.
Hago esta salvedad, porque siempre habrá momentos o situaciones donde ellos mismos van a poder encontrar la mejor manera de resolver sus diferencias. Muchas veces los adultos hacemos de una simple discusión de niños, un rollo del tamaño de la luna y eso no los ayuda en nada. Hace una semana salimos de paseo con estos dos Mathias y fue una salida común entre nuestras familias. Siempre hay una o dos veces en la salida, donde alguno de los dos sale molesto y con la trompita parada.
Ya nosotras como mamas tenemos un código, dejamos que ellos solitos se vuelvan a reconciliar y sigan jugando. Ahora, si el problema coge vuelo y siguen molestos, pues, ahí, si terminamos de ponerle un alto a su mal genio, cada una le pregunta a su niño que lo molesto a ese punto y los orientamos en el manejo de sus emociones, siempre donde el respeto es la prioridad.
Eso nos ha funcionado hasta ahora y ellos dicen que son mejores amigos (cuando están de buenas jajaja). He podido constatar que así mi hijo, ha aprendido a gestionar pequeños inconvenientes, dándole autonomía a sus sentimientos y ayudándolo a cultivar su seguridad personal y la forma como se relaciona con este amiguito y los demás.
Aclaro de antemano, siempre estamos alertas a los juegos. Así podemos saber cuándo debemos intervenir y cuando es necesario que ellos solitos arreglen su malentendido. El bullying no es juego y tampoco debemos hacer caso omiso a ello. Pero no todo podemos catalogarlo como acoso y ahí si debemos ser bien críticos y nada ciegos en cada situación, contexto y las características de nuestros hijos. Nosotras sabemos cómo madres a qué atenernos con cada muchachito como decimos aquí, pues no podemos hacer la vista gorda cuando tenemos un hijo busca pleito, por ejemplo.
Cada niño es único y especial, por lo que también las cosas en torno a sus amigos pueden variar y debemos tener el ojo bien afinado para detectar situaciones que incurran en algún evento peligroso para nuestros hijos. Todo depende de la dinámica que ellos tengan con sus amigos y de la comunicación con sus padres también.
Esta forma de abordar o dejar que mi hijo solo vaya resolviendo las cosas me ha evitado discusiones insanas con la mamá del amiguito de mi hijo, creando más bien un vínculo más estrecho de amistad y respeto. Pero esto no es receta, solo es mi experiencia y la pongo a su criterio a ver si les puede funcionar.
Fotografías de mi autoría.
Banner creado en Canva.
Collages y fotografías editadas en Power Point.
👩👦
English
You don't get involved in boys' fights // My experience
Hello moms and dads, a new week invites us to be better every day and to live in harmony, asking our children to be happy and healthy as a whole.
Today I wanted to talk to you about a topic that has touched me. Sometimes we want to protect our children from everything and that, in a certain way, limits the way they react and the possible solutions that, in their capacity of reasoning, they may have.
My child is a child like any other; he laughs, runs, plays, loves to watch anime and share with his family and friends. He has a group of friends where one of them has the same name and they live like a cat and dog fight. In this sense I have highlighted a theory of my father: in fights of boys one does not get involved. But as long as there is no physical or verbal aggression in which we, as adults, must intervene.
I make this caveat because there will always be moments or situations where they themselves will be able to find the best way to resolve their differences. Many times we adults turn a simple children's discussion into an argument the size of the moon and that doesn't help them at all. A week ago we went for a walk with these two Mathias and it was a common outing between our families. There are always one or two times in the outing, where one of the two leaves upset and with the little trumpet standing up.
We as moms have a code, we let them reconcile and continue playing. Now, if the problem takes off and they are still upset, well, we put a stop to their bad temper, each one asks their child what bothered them at that point and we guide them in the management of their emotions, always where respect is the priority.
That has worked for us so far and they say they are better friends (when they are in a good mood hahaha). I have been able to verify that my son has learned to manage small inconveniences, giving him autonomy to his feelings and helping him to cultivate his personal security and the way he relates to this little friend and others.
I clarify beforehand, we are always alert to the games. This way we can know when to intervene and when it is necessary for them to fix their misunderstanding on their own. Bullying is not a game and we should not ignore it either. But not everything can be classified as bullying and we must be critical and not blind in every situation, context and characteristics of our children. As mothers, we know what to expect with each child, as we say here, because we cannot turn a blind eye when we have a child who is looking for a fight, for example.
Each child is unique and special, so things around their friends can also vary and we must have a keen eye to detect situations that incur in some dangerous event for our children. It all depends on the dynamics they have with their friends and the communication with their parents as well.
This way of approaching or letting my son solve things on his own has avoided unhealthy arguments with the mother of my son's friend, creating a closer bond of friendship and respect. But this is not a recipe, it is just my experience and I put it at your discretion to see if it can work for you.
Photographs of my authorship.
Banner created in Canva.
Collages and photographs edited in Power Point.
Translated with DeepL