Siempre en la vida soñaba con ser madre ya que esa sensación de cuidar a otra persona estaba habitando en mí desde hace tiempo, cuando llegue alrededor de 23 años 1500 maternal se empezó a desarrollar, pero debido a algunos diagnósticos médicos me decían que mi posibilidad de tener hijos era mínima, si no los tenía antes de los 25 años sería inútil ya qué parte de mis ovarios estaban con problemas de quistes, pero aún así seguí las recomendaciones de mi doctora y seguir la marcha. Cuándo llegaron mis 25 años fue la etapa en la que estuve más emocionada por tener hijos pero realmente no se pudieron dar, no fue hasta entonces cuando cumplí mis 28 años cuando me llegó el milagro de la vida y así pude tener a mi hijo Gael Sebastián precisamente un 18 de julio del 2017, siempre doy gracias a Dios por este maravilloso regalo que siempre había estado anhelando pero que no podía conseguir.

Sus primeros meses de vida realmente fueron bastante agotadores ya que cuando mi hijo nació tuve que llevarlo inmediatamente a un pediatra por algunas complicaciones que tuvo con una infección que presentaba yo a la hora del parto, el cual no fue tratado a cabalidad, porque solo tenía 3 días de tratamiento cuando di a luz, aunado a eso también presentó un problema con un lagrimal obstruido y eso amerita tratamiento y apoyo de mi parte para poder estar bien, después tuvo ictericia ya que en la época cuando mi hijo nació había bastante lluvia y era imposible sacarlo al sol, pero después de eso tuvo un buen tratamiento con una buena pediatra y pudimos lograr salir de ese problema.

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Muchas fueron los obstáculos que tuvimos y aún tenemos mi hijo y yo, aunque actualmente se encuentra sano, pero una de las peores experiencias que viví con Gael fue cuando tenía 2 meses de nacido, el día que lo lleve a su pediatra y está me lo evalúo como de rutina, le hizo correspondientes a sus medidas, dándose cuenta que los cm de diámetro de su cabeza era un poquito mayor a lo normal en un niño, es por eso que pasamos por un duro proceso de hacerle un eco en la fontanela para así descartar alguna anomalía, los cuales arrojaron un resultado negativo, dando siempre gracias a Dios por tener un hijo completamente sano, finalmente les realizaron otros tipos de examen y fue cuando arrojaron que presentaba un aumento de tono muscular, es decir que mi hijo se comportaba con una rigidez demasiado fuerte en todo su cuerpo y éste le impedía hacer algunos movimientos, pero gracias a su especialista y sus tratamientos pudimos salir de ese fatal episodio que no llego a término malo.

Su primer año se desarrolló como ya antes lo mencioné, un poco más de complicaciones pero siempre saliendo en positivo de cada prueba, después de su 2 años todo cambió totalmente ya que mi hijo fue una persona totalmente nueva en cuanto a las complicaciones que se presentaban con él en pasado y ahí pude retirar que las cosas pasan por un propósito y lo mejor de todo es que logramos salir victoriosos. Mi hijo es un niño bastante inteligente, audaz, simpático, humilde, respetuoso pero sobre todo un niño bastante pila en todo el sentido de la palabra y eso es algo que me alegra y me llena como madre ya que siempre inculcado en él los buenos principios, por otras cosas no he tenido problemas con él ya que mi niño se desarrolló a un ritmo bastante rápido y hoy en día puedo disfrutar de un niño sano con las mejores expectativas de vida.