Cada ser humano vive experiencias desde sus distintas formas y maneras. En mi caso yo no estaba preparado para todo lo que viví, simplemente me atreví a hacerlo. Es normal que dudes y tengas miedo. A mí me pasaba y me preguntaba si era lo correcto. La respuesta te la da el tiempo.
Mi hermana @gimenezyan y yo siempre hemos visto las cosas desde la perspectiva de la solución y no del problema en sí. Ambos somos y éramos muy jóvenes. Lo claro en esto es tratar de crecer afrontando la realidad de criar a un niño en medio de la turbulencia que vivía Venezuela.
Aclaro desde el principio, la fotografía de portada es una que realicé a mi sobrina en ese proceso de aprendizaje al verla crecer. Casualmente, ésta foto la tomé el día del cumpleaños de mi abuela hace tres años.
En mi caso ya había visto como mi familia criaba a todos mis primos, pero es muy distinto tener a un niño bajo tu responsabilidad. La responsabilidad no es algo que se impone, sino que se asume. La asumes por el bienestar de una vida, a medida que tomé esa decisión entendí que había cambiado.
De por sí, la vida en Venezuela te hace madurar rápidamente, un niño te enseña a ver la realidad de una manera más acertada. Equivocarse no es una opción porque depende de ti. Mi mayor grado de independencia comenzó cuando mi sobrina nació, entendí que era momento de dejar los caprichos de jóvenes y construir. La primera enseñanza es que debes construir un camino sólido que te permita tener independencia económica.
Mi hermana, mi hermano, Isabella y yo tuvimos que mudarnos por primera vez, separándonos de nuestra familia y enfrentando con fuerza el escenario de independencia sin que nadie tutelara nuestro camino. Eso significa ser adulto y vino causado por las ganas de darle una mejor vida a Isabella (mi sobrina, la niña que veo como mi hija).
Todo eso lo sentí, lo viví y me esforcé con mucha fuerza. Mi mamá cuando salió en 2018 de Venezuela por primera vez me hizo prometer que cuidaría de mis hermanos y mi sobrina. No lo veía como una responsabilidad o juramento, más bien como algo que debía hacer mientras obteníamos una mayor estabilidad. La fuerza la adquieres a medida que vez crecer a un niño.
Por alguna razón, en medio de las dudas y la dificultad, su sonrisa se convirtió en mi rayo de esperanza y motivación. Es ahí donde encontré un nuevo aprendizaje: ¡La razón de ser de todo! Proteger a Isabella de un modo u otro.
En mi mente siempre está en que el entorno que mi sobrina merece debe ser uno lleno de tranquilidad, estabilidad y bienestar. Donde el amor sea muy grande y lo más importante.
Mi hermana y yo solíamos discutir mucho cuando éramos adolescentes, pero también aprendimos a dialogar y de un modo u otro a confiar mutuamente. Nuestras preocupaciones eran algo que podíamos y podemos discutir. Trabajamos en conjunto como un equipo por el bien de todos.
La realidad de Venezuela estos últimos años me enseñaron a ser muy fuerte, pero ver crecer a Isabella me hizo aguantar, cerrar ciclos y actuar de una manera menos impulsiva. Dejé a un lado las tonterías, la banalidad y la simplicidad aun lado para protegernos contra aquello que nos pudiera hacer daño.
De una manera u otro extraño mucho verlos, ahora que están lejos sé que lo están dando todo por un futuro estable y mejor al que teníamos. Isabella es el motor y el impulso de cada uno.
Muy pocas personas saben esto, pero mi hermana sufre de una enfermedad muy dura. Una de mis preocupaciones más grandes era que enfermara en mis brazos e Isabella estuviera conmigo y no supiera qué hacer.
Esa situación ocurrió, fue agobiante y asfixiante. Los carros no pasaban y tuve que cargarla en mi espalda hasta la clínica que quedaba cerca del apartamento donde vivíamos. Yo sentado en el piso del pasillo y ella recibiendo una inyección. Un momento que no quiero volver a pasar, pero que me enseñó que lo más importante es disfrutar la vida. Después de todo había alguien que nos esperaba en casa.
Los aprendizajes que asimilas poco a poco van más allá de dar un tetero, saber cómo sacarle los gases a un bebé o comprar la ropa un poco más grande para que no dure un par de semanas. El aprendizaje es emocional y te hace ser más fuerte. Te ayuda a enfrentar situaciones adversas porque tienes a un bebé en casa que significa todo para ti. Es lo que yo creo, es lo que aprendí hasta ahora luego de superar mis miedos.
Muchos padres no saben asumir sus responsabilidades y juegan a la dualidad emocional. Lo primero implica en encontrar una respuesta interna que permita entender como debes actuar y que debes hacer poco a poco. No por ti, no por las personas que ya son adultas; sino por aquella que es pequeña. En mi caso fue Isabella.
Los quiero. Me despido de ustedes. Publicación bajo la autorización y apoyo de mi hermana.
! [ENGLISH VERSION]
Anecdotes: Time as a Response to a Child's Growing UpEvery human being experiences life in different ways and forms. In my case, I was not prepared for everything I experienced; I simply dared to do it. It is normal to doubt and be afraid. It happened to me, and I wondered if it was the right thing to do. Time will give you the answer.
My sister, @gimenezyan, and I have always seen things from the perspective of the solution and not the problem itself. We are and were both very young. The clear thing in this is trying to grow up facing the reality of raising a child in the midst of the turbulence Venezuela was going through.
Let me make it clear from the beginning: the cover photograph is one I took of my niece in the process of learning to watch her grow up. Coincidentally, I took this photo on my grandmother's birthday three years ago.
In my case, I had already seen how my family raised all my cousins, but it is very different to have a child under your responsibility. Responsibility is not something you impose, but something you take on. You take it on for the wellbeing of a life, and as I made that decision, I understood that I had changed.
In itself, life in Venezuela makes you mature quickly; a child teaches you to see reality in a more accurate way. Making mistakes is not an option because it depends on you. My greatest degree of independence began when my niece was born. I understood that it was time to leave the whims of youth and build. The first lesson is that you have to build a solid path that allows you to be financially independent.
My sister, brother, Isabella and I had to move for the first time, separating from our family and facing the scenario of independence with no one to mentor our path. That means being an adult, and it was caused by the desire to give Isabella (my niece, the girl I see as my daughter) a better life.
I felt all that, I lived it, and I tried very hard. When my mom left Venezuela for the first time in 2018, she made me promise to take care of my siblings and my niece. I didn't see it as a responsibility or an oath, but rather as something I had to do while we were getting more stable. You gain strength as you watch a child grow.
For some reason, in the midst of doubt and difficulty, her smile became my ray of hope and motivation. That's where I found a new learning: the raison d'être of it all! To protect Isabella in one way or another.
In my mind, it is always in my mind that the environment my niece deserves should be one full of tranquility, stability and well-being. Where love is very big and the most important thing,.
My sister and I used to argue a lot when we were teenagers, but we also learned to dialogue and somehow or other to trust each other. Our concerns were something we could and could discuss. We worked together as a team for the good of all.
The reality of Venezuela these past few years taught me to be very strong, but watching Isabella grow up made me hold on, close cycles and act in a less impulsive way. I put aside the nonsense, the banality and the simplicity to protect us against what could hurt us.
One way or another, I miss seeing them. Now that they are far away, I know they are giving their all for a stable and better future than the one we had. Isabella is the engine and the driving force behind each of them.
Very few people know this, but my sister suffers from a very tough illness. One of my biggest worries was that I would get sick in my arms, Isabella would be with me, and I wouldn't know what to do.
That situation happened; it was overwhelming and suffocating. The cars wouldn't pass, and I had to carry her on my back to the clinic near the flat where we lived. I was sitting on the floor in the corridor, and she was receiving an injection. It was a moment I didn't want to go through again, but it taught me that the most important thing is to enjoy life. After all, there was someone waiting for us at home.
The learning that you assimilate little by little goes beyond giving a bottle, knowing how to take the gas out of a baby, or buying clothes that are a little bigger so that they don't last a couple of weeks. Learning is emotional and makes you stronger. It helps you cope with adverse situations because you have a baby at home who means everything to you. That's what I believe, and that's what I've learned so far after overcoming my fears.
Many parents don't know how to assume their responsibilities and play with emotional duality. The first thing is to find an inner answer that allows you to understand how you should act and what you should do, little by little. Not for yourself, not for the people who are already adults, but for the one who is small. In my case, it was Isabella.
I love you. I bid you farewell. Published with the permission and support of my sister.
Imagen | Image: Nikon D60. / Traducción | Translation: DeepL.
