Naomi Osaka and her influence through sport | review of her Netflix documentary series. (es/en)

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El documental de Naomi Osaka en Netflix es una pieza única, casi difícil de categorizar como un "documental" convencional. Más bien, lo describiría como una crónica audiovisual cargada de detalles estéticos cuidadosamente elaborados.

A través de su narrativa y estilo, podemos explorar diferentes facetas de una de las tenistas más talentosas de nuestra era, desde su enfoque en la cancha hasta su agitada vida fuera de ella.


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Evolución como jugadora: De contragolpeadora a Baseliner agresiva


Naomi Osaka ha pasado de considerarse una contragolpeadora a definirse como una Baseliner agresiva, algo que sigue reflejándose en su juego. Este estilo fue particularmente evidente en su destacado encuentro contra Iga Swiatek en Roland Garros este año. En aquel partido, Osaka brilló con la velocidad de su forehand y su agresividad característica, pero un par de errores puntuales dieron lugar a una remontada de la entonces número uno. A pesar de la derrota, fue un ejemplo de que aun llena su margen de evolución, a pesar de estar tanto tiempo fuera del circuito y seguir insistiendo en volver a ganar un título.



Una perspectiva distinta al mundo del deporte


Desde el inicio, el documental pone el foco en la presión que Naomi siente tras sus éxitos en los Grand Slams. Sin embargo, también nos muestra su incursión en el mundo de la moda, lo cual parece ser una pasión paralela que no la desconcentra, sino que más bien la complementa. Todo esto es relatado en voz en off por la propia Naomi, cuya tonalidad pausada y, en ocasiones, melancólica, genera una atmósfera introspectiva que recuerda al cine de Terrence Malick con sus planos contemplativos de la naturaleza.

Aunque se nos presenta como alguien segura y enfocada, hay un tono de desánimo que sugiere una personalidad retraída. Esto se refleja en breves momentos, como una escena donde responde a su entrenador con un "...yo nunca tengo voz". Esto no se profundiza y parece que pasa desapercibido dejando entrever un conflicto interno que añade otra capa de complejidad a su historia.


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La presión dentro de su equipo y la influencia cultural japonesa


Un aspecto que llama mucho la atención en el documental es la presión evidente que Naomi siente por no decepcionar a su equipo. En repetidas ocasiones, se puede notar cómo asume personalmente la responsabilidad de cualquier fallo o derrota, casi disculpándose por no cumplir con las expectativas de quienes la rodean. Este nivel de autocrítica parece estar profundamente influenciado por su herencia japonesa, una cultura que históricamente enfatiza el respeto, la responsabilidad personal y el honor. Naomi afronta esta presión de manera educada, sin explosiones de frustración, y siempre transmitiendo una sensación de que el peso recae exclusivamente sobre ella. Este enfoque, aunque admirable, también plantea preguntas sobre el impacto emocional de cargar con una responsabilidad tan grande, especialmente para alguien que comenzó a competir a una edad tan temprana.

La paradoja de disfrutar el éxito, pero no el proceso


Algo que me llamó la atención fue que Naomi parece disfrutar genuinamente de sus victorias, pero durante los entrenamientos transmite una vibra muy neutral, la cancha llena de silencio, no responde a su entrenador, dando entender que se preocupa mucho por no estallar y muchas cosas acumuladas que quiere decir no las dice por miedo. Es natural que un atleta de élite busque la mejora, pero el montaje del documental sugiere una atmósfera gris y estresante en su día a día pero también da a entender que hay un equipo o algo por encima de ella que es muy estricto.

En el deporte, uno de los mayores retos es equilibrar el deseo de resultados con la capacidad de disfrutar el proceso. La misma Osaka cuenta cómo se transforma en un "robot" durante los partidos, una habilidad admirable que permite dejar de sobrepensar y actuar con automatismos bien entrenados. Sin embargo, sus propias reflexiones existenciales, como "¿Y si no soy buena tenista?", revelan una lucha interna que trasciende lo deportivo.

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La importancia del deporte como motor de crecimiento


Un momento impactante del documental es cuando Naomi confiesa que su única opción era "jugar tenis y ser la mejor del mundo o ser pobre". Luego, mucho más adelante, suelta una frase como "el tenis en sí no importa nada..." y creo que este tipo de pensamientos, aunque reflejan su determinación, pueden volverse perjudiciales si no están acompañados de un balance emocional y mental. Según cualquier experiencia visible, estos pensamientos son peligrosos y no deberían ni permitirse en atletas de alto rendimiento. Como alguien que también solía subestimar el impacto del deporte, entiendo ahora que el deporte no es solo entretenimiento; es algo que, -incluso según la ley- debe ser parte de nuestra educación y crecimiento, además de que fomenta valores esenciales como la disciplina, la constancia y el trabajo en equipo.

Muchas veces, por cuestiones culturales o falta de valores en familias, se aparta el deporte de la vida del crecimiento de un ser humano y, a día de hoy, siento que es de las cosas más dañinas que hay, con el simple hecho de que vivimos una modernidad llena de estímulos y que facilita la diversión sin actividad física o recreativa, buscando calmar el estrés en cosas que generan un peor estrés a largo plazo.

Por esa razón, ese pensamiento que tiene la tenista en su documental me parece muy triste que sea capaz de decirlo luego de haber dicho que solo tenía esa opción.

Una mirada al impacto de la presión en los deportistas de élite


El documental de Naomi Osaka no solo nos muestra a una campeona en su faceta más vulnerable, sino que también plantea preguntas importantes sobre el peso de la fama y la presión en los atletas de élite. Aunque es evidente su fortaleza mental y técnica, es imposible ignorar las dudas existenciales y los conflictos internos que atraviesa.

Naomi es un ejemplo de humildad y grandeza, pero su historia también me deja dudas sobre la importancia de disfrutar del proceso, no solo de los resultados. Desde que comencé a hacer el curso de entrenamiento deportivo, se nos enseña que hay formas de entrenar desde la pedagogía y hay una división entre los que buscan procesos óptimos y otros que solo buscan resultados.


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Se me siembra esta duda porque hace poco vi a un primo que se dedica a la gestión deportiva y escribía sobre un video de alguien entrenando, "trabajando para los mejores resultados".

Entonces, mi curiosidad ahora mismo quiere indagar en cuándo es sano hablar de resultados, porque creo que es una tendencia o un camino que no se trata solo de ser positivo ni de creer en ti, porque este tipo de actitudes merecen mucho respaldo y, además, respeto por la práctica deportiva.

Según mi análisis, porque quiero llegar a ¿qué puede aportar este documental en el ámbito deportivo? veo una Naomi Osaka que por ganar un Grand Slam cree que puede seguir ganando, y no me refiero a que subestime a sus rivales o algo parecido, sino por qué en algún momento dicen "...olvidó quién era Naomi Osaka" después de perder un partido, pero no siento un trabajo más profundo que ese.

Es cierto que figuras como Novak Djokovic tienen mentalidades ganadoras, pero en el caso del serbio lo respalda con no solo entrenamiento sino con sacrificios. Leí que se operó de la nariz porque era alérgico a la tierra batida, y fue así como empezó a tener mejores resultados en esta superficie, además de que hizo un cambio absoluto en su alimentación quitándose cosas como el gluten. Siento que aquí es donde radica la verdadera mentalidad ganadora; no solo se trata de pensar que estás seguro en ganar ni en creer, sino de analizar todo para optimizar no solo el rendimiento sino tu vida.

Así que mi duda ahora aterriza en: ¿cuándo es necesario la mentalidad ganadora que busca resultados o la que busca la mejora en el proceso? Para este tipo de cuestiones me gustaría reseñar un poco otras series como Ted Lasso, que tuvo un gran impacto para el entretenimiento deportivo y deja unas grandes enseñanzas.

Al final, este documental no es solo para los fanáticos del tenis, sino para cualquier persona interesada en entender las complejidades de alcanzar la excelencia en cualquier ámbito de la vida.


Un abrazo y gracias por leer. ¡Espero que disfrutes tanto este análisis como yo disfruté escribirlo! 😊

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Naomi Osaka's documentary on Netflix is a unique piece, almost difficult to categorize as a conventional “documentary”. Rather, I would describe it as an audiovisual chronicle loaded with carefully crafted aesthetic details.

Through its narrative and style, we get to explore different facets of one of the most talented tennis players of our era, from her on-court approach to her hectic off-court life.


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Evolution as a player: From counterpuncher to aggressive Baseliner.


Naomi Osaka has evolved from considering herself a counterpuncher to defining herself as an aggressive baseliner, something that continues to be reflected in her game. This style was particularly evident in her standout match against Iga Swiatek at Roland Garros this year. In that match, Osaka shone with her forehand speed and trademark aggressiveness, but a couple of timely errors led to a comeback by the then number one. Despite the loss, it was an example that she still has plenty of room for development, despite being out of the circuit for so long and still insisting on winning a title again.

A different perspective on the world of sports


From the beginning, the documentary focuses on the pressure Naomi feels after her success in the Grand Slams. However, it also shows us her incursion into the world of fashion, which seems to be a parallel passion that does not deconcentrate her, but rather complements her. All this is narrated in voice-over by Naomi herself, whose slow and sometimes melancholic tone generates an introspective atmosphere reminiscent of Terrence Malick's films with their contemplative shots of nature.

Although she comes across as confident and focused, there is a tone of despondency that suggests a withdrawn personality. This is reflected in brief moments, such as a scene where she responds to her coach with a “...I never have a voice.” This is not delved into and seems to go unnoticed leaving a glimpse of an internal conflict that adds another layer of complexity to her story.


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The pressure within his team and the Japanese cultural influence.


One aspect that is very striking in the documentary is the obvious pressure Naomi feels not to disappoint her team. Repeatedly, it is noticeable how she takes personal responsibility for any failures or defeats, almost apologizing for not meeting the expectations of those around her. This level of self-criticism seems to be deeply influenced by her Japanese heritage, a culture that historically emphasizes respect, personal responsibility and honor. Naomi copes with this pressure politely, without bursts of frustration, and always conveying a sense that the burden rests solely on her. This approach, while admirable, also raises questions about the emotional impact of carrying such a heavy responsibility, especially for someone who began competing at such a young age.

The paradox of enjoying the success, but not the process.


Something that struck me was that Naomi seems to genuinely enjoy her victories, but during training she conveys a very neutral vibe, the court filled with silence, she doesn't respond to her coach, implying that she worries a lot about not blowing up and many accumulated things she wants to say she doesn't say out of fear. It is natural for an elite athlete to seek improvement, but the editing of the documentary suggests a gray and stressful atmosphere in her day to day life but also hints that there is a team or something above her that is very strict.

In sport, one of the biggest challenges is balancing the desire for results with the ability to enjoy the process. Osaka herself recounts how she transforms into a “robot” during matches, an admirable ability that allows her to stop overthinking and act with well-trained automatisms. However, her own existential reflections, such as “What if I'm not a good tennis player?”, reveal an internal struggle that transcends the sporting.
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The importance of sport as an engine for growth.


An important moment in the documentary is when Naomi confesses that her only choice was to “play tennis and be the best in the world or be poor”. Then, much later, she blurts out “tennis itself doesn't matter at all...” and I think these kinds of thoughts, while reflecting her determination, can become harmful if not accompanied by emotional and mental balance. By any visible experience, these thoughts are dangerous and should not even be allowed in high performance athletes. As someone who also used to underestimate the impact of sport, I now understand that sport is not just entertainment; it is something that, even by law, should be part of our education and growth, as well as fostering essential values such as discipline, perseverance and teamwork.

Many times, due to cultural issues or lack of values in families, sport is removed from the life of a human being's growth and, today, I feel that it is one of the most harmful things there is, with the simple fact that we live in a modernity full of stimuli and that facilitates fun without physical or recreational activity, seeking to calm stress in things that generate worse stress in the long run.

For that reason, that thought that the tennis player has in her documentary seems very sad to me that she is able to say it after having said that she only had that option.

A look at the impact of pressure on elite athletes.


Naomi Osaka's documentary not only shows us a champion at her most vulnerable, but also raises important questions about the weight of fame and pressure on elite athletes. Although her mental and technical strength is evident, it is impossible to ignore the existential doubts and internal conflicts she goes through.

Naomi is an example of humility and greatness, but her story also leaves me with doubts about the importance of enjoying the process, not just the results. Since I started taking the sports training course, we are taught that there are ways to train from pedagogy and there is a division between those who seek optimal processes and others who only seek results.


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I am seeded with this doubt because I recently saw a cousin who is in sports management and he was writing about a video of someone coaching, “working for the best results”.

So, my curiosity right now wants to inquire into when it is healthy to talk about results, because I think it is a trend or a path that is not just about being positive or believing in yourself, because this type of attitude deserves a lot of support and, in addition, respect for the practice of sports.

According to my analysis, because I want to get to what can this documentary contribute in the sports field? I see a Naomi Osaka who for winning a Grand Slam believes she can keep winning, and I don't mean that she underestimates her rivals or something like that, but why at some point they say “...she forgot who Naomi Osaka was” after losing a match, but I don't feel a deeper work than that.

It's true that figures like Novak Djokovic have winning mentalities, but in the Serb's case he backs it up with not just training but sacrifices. I read that he had a nose job because he was allergic to clay, and that's how he started to have better results on this surface, plus he made an absolute change in his diet by cutting out things like gluten. I feel this is where the real winning mentality lies; it's not just about thinking you are confident in winning or believing, but analyzing everything to optimize not only your performance but your life.

So my doubt now lands on: when is it necessary the winning mentality that seeks results or the one that seeks improvement in the process? For this kind of questions I would like to review a little bit other series like Ted Lasso, which had a great impact for sports entertainment and leaves some great teachings.

In the end, this documentary is not just for tennis fans, but for anyone interested in understanding the complexities of achieving excellence in any walk of life.


Best regards and thanks for reading - I hope you enjoy this analysis as much as I enjoyed writing it! 😊

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aunque no veo muchas películas de deporte, esta se ve buena, excelente post!


although I don't watch many sports movies, this one looks good, excellent post!