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Hola amigos, bienvenidos a mi blog, les hablaré de una película que me llamo la atención, pero que dudaba mucho en verlas porque duraba 3 horas, además que, a pesar de haber visto algunas películas de producciones de la India, no es un género que me guste mucho, con algunas excepciones. RRR, es un acrónimo que significa: “Rise Roar Revolt”, el nombre que le dieron a esta superproducción, una de las más costosas de ese país hasta ahora. Es una película épica que se sitúa en 1920, basada en personajes reales revolucionarios, pero usando el llamado realismo mágico para mostrarnos personajes y escenas heroicas llenas de acción, de su cultura y deidades.

La mayoría de las películas que conocemos son las llamadas Bollywood, son hechas en Bombay, por lo general muy coloridas, donde la música y los bailes son su principal atracción, pero poco nos llegan las de Tollywood, son aquellas que se producen en otras ciudades con un diferente formato. “RRR”, es la combinación de estos géneros para deleitarnos con una cinta que catalogarla en un género cinematográfico es difícil porque tiene momentos de acción, drama, romance, comedia, musical y suspenso. Es una montaña rusa de emociones que cuando te subes en ella vas pasando por cada tramo diferente y algunos se remiten en la emoción, es sin lugar a dudas una obra de arte, además de agregarle un componente político y nacionalista.

La cinta es dirigida magistralmente por S. S. Rajamouli, quién también hizo el guion y que durante 5 años trabajo para hacer realidad esta mega producción. La historia, aunque se ha tomado la licencia de usar a dos figuras revolucionarias de la historia de la India, que lucharon para liberar a ese país del Imperio Británico, no está basada en hechos reales, todo es ficticio. Uno de los grandes aciertos del director fue la escogencia de los actores para interpretar a estos dos revolucionarios que a pesar de que tuvieron distintas formas para buscar la libertad de su país, ambos tenían el mismo objetivo, liberarla.

Komaram Bheem (N.T. Rama Rao Jr.) y Alluri Sita Ramajaru (Ram Charan), son los protagonistas de esta historia, veremos la vida de ambos a través de flashbacks, hasta el momento en que las circunstancias los unirá y nacerá una amistad. Abro un paréntesis para decirles que en realidad estos personajes jamás se conocieron, tuve la curiosidad de buscar y leer la bibliografía de ambos personajes, de hecho, Alluri, murió ejecutado cuando apenas contaba 25 años. Cierro paréntesis. Uno de los éxitos de esta cinta es la increíble química de ambos actores y sus actuaciones. Ambos pondrán todas sus habilidades; no solo histriónicas, sino también física para realizar las escenas increíbles que veremos a lo largo de la cinta.

Como toda película siempre hace falta un villano y en esta tendremos varios pero el principal es el comandante y gobernador británico Scott Buxton (Ray Steveson), quien junto a su esposa Catherine (Alison Doody), nos harán odiar estos personajes. Su crueldad y racismo, para con los hindúes, raya en sadismo. Me llamó mucho la atención que en esta cinta, con excepción de un personaje, todos los demás ingleses fueran “malos”, de alguna forma, creo que esto fue adrede para sutilmente mostrar el sentimiento nacionalista del realizador de la cinta contra del imperialismo. Detalles como este están durante toda la película, pero que pueden pasar desapercibidos.

Otras de las cosas interesantes que vemos es como todo es exagerado, las escenas de peleas, de acción, de bailes, entre otros y esto no es casual, a pesar de ello, esto es lo que hace a la cinta grandiosa, está tan bien hecho que visualmente es arte, la fotografía, los acercamientos al cuerpo de los protagonistas en los momentos de climax, es grandioso. Además, crea un juego de contraste al darle a cada uno de los protagonistas un elemento: agua y fuego. Una forma de incorporar las creencias hindúes dándole así a cada uno una deidad dentro de sus creencias.

Para concluir esta película lo incorpora todo, desde el realismo mágico, personajes históricos que tratan de reescribir la historia, bailes, romance, acción, escenas locas, comedia. Un sinfín de emociones que te harán olvidar que la cinta dura 3 horas por su ritmo vertiginoso. Entre lo negativo es que a la manera como se cuenta la trama es predecible, pero la forma en que se cuenta es tan fuera de lo común que te hace olvidar ese detalle, con sus escenas, acercamientos y fotografías. A pesar de ello, vale la pena verla, es entretenida y pasas un rato ameno viéndola.