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Losing billions of dollars in customer funds due to various incidents of hacking, fraud and mismanagement FTX filed for bankruptcy in November 2022. The company's collapse has exposed a shocking lack of financial controls, corporate governance and record-keeping at FTX and its subsidiaries.
Pérdida de miles de millones de dólares en fondos de clientes debido a varios incidentes de piratería informática, fraude y mala gestión, FTX se declaró en quiebra en noviembre de 2022. El colapso de la empresa ha puesto de manifiesto una sorprendente falta de controles financieros, gobierno corporativo y mantenimiento de registros en FTX y sus filiales.
According to court documents, FTX had no coherent system for its financial controls, but relied on different apps such as Google Docs, Slack, shared drives and Excel spreadsheets to manage its assets and liabilities. The company used QuickBooks, a software designed for small and mid-sized businesses, to handle its accounting, which was inadequate for a complex and global operation like FTX. The company also failed to file its financial statements on time and left thousands of transactions unprocessed in catch-all accounts.
Según documentos judiciales, FTX no tenía un sistema coherente para sus controles financieros, sino que dependía de diferentes aplicaciones como Google Docs, Slack, unidades compartidas y hojas de cálculo de Excel para administrar sus activos y pasivos. La empresa utilizó QuickBooks, un software diseñado para pequeñas y medianas empresas, para manejar su contabilidad, que era inadecuada para una operación compleja y global como FTX. La empresa tampoco presentó sus estados financieros a tiempo y dejó miles de transacciones sin procesar en cuentas generales.
The company's management structure was also dysfunctional and opaque. FTX was run by three inexperienced individuals: Sam Bankman-Fried, the founder and former CEO; Gary Wang, the co-founder and former CTO and Nishad Singh, the former engineering director. These three had the final say in all significant decisions, despite having no experience in risk management or running a business. They also communicated using apps that were set to auto-delete after a short period of time leaving no trace of their decision-making process.
La estructura de gestión de la empresa también era disfuncional y opaca. FTX estaba dirigido por tres personas sin experiencia: Sam Bankman-Fried, el fundador y exdirector ejecutivo; Gary Wang, cofundador y ex CTO y Nishad Singh, ex director de ingeniería. Estos tres tenían la última palabra en todas las decisiones importantes, a pesar de no tener experiencia en gestión de riesgos ni en la gestión de empresas. También se comunicaron usando aplicaciones que se configuraron para eliminarse automáticamente después de un corto período de tiempo sin dejar rastro de su proceso de toma de decisiones.
The company’s security also suffered from a software backdoor that gave hackers a way to get hold of customer funds and data. The company did not have proper safeguards to protect user keys and sensitive information, which were sent around the group by an unsecured group email account. The company also did not perform daily reconciliation of crypto positions leaving it vulnerable to discrepancies and losses.
La seguridad de la empresa también se vio afectada por una puerta trasera de software que brindaba a los piratas informáticos una forma de obtener fondos y datos de los clientes. La empresa no contaba con las medidas de seguridad adecuadas para proteger las claves de los usuarios y la información confidencial, que se enviaban al grupo a través de una cuenta de correo electrónico grupal no segura. La empresa tampoco realizó la conciliación diaria de las criptoposiciones, lo que la dejó vulnerable a discrepancias y pérdidas.
These failures resulted in a huge damage that the company’s bankruptcy filing has exposed. FTX International, one of the main subsidiaries of FTX reported having $5.5 billion of crypto assets at the end of September 2022, but their actual market value was only $659,000. The company also did not account for the liabilities arising from customer crypto deposits, which are expected to be significant. The company's other divisions, such as Alameda Research and FTX Ventures, did not keep complete books and records of their investments and activities.
Estas fallas resultaron en un gran daño que ha expuesto la declaración de bancarrota de la compañía. FTX International, una de las principales subsidiarias de FTX, informó que tenía USD 5500 millones en criptoactivos a fines de septiembre de 2022, pero su valor de mercado real era de solo USD 659 000. La empresa tampoco tuvo en cuenta los pasivos derivados de los criptodepósitos de los clientes, que se espera que sean significativos. Las otras divisiones de la empresa, como Alameda Research y FTX Ventures, no llevaban libros ni registros completos de sus inversiones y actividades.
The new CEO of FTX John J Ray III, who was appointed to lead the restructuring of the company, has described the situation as "unprecedented" and "a complete failure of corporate controls". He has also stated that he is working with blockchain specialists to trace the money and recover as much as possible for the creditors and customers. He also made a commitment to better the company’s controls and governance and to collaborate with regulators and law enforcement agencies.
El nuevo consejero delegado de FTX, John J Ray III, que fue designado para liderar la reestructuración de la empresa, ha descrito la situación como "sin precedentes" y "un fracaso total de los controles corporativos". También ha declarado que está trabajando con especialistas en blockchain para rastrear el dinero y recuperar tanto como sea posible para los acreedores y clientes. También se comprometió a mejorar los controles y la gobernanza de la empresa y a colaborar con los reguladores y los organismos encargados de hacer cumplir la ley.
FTX's bankruptcy case is a cautionary tale for the crypto industry and a reminder of the importance of financial controls, corporate governance and security for any business. It also shows the challenges and risks involved in operating a global and complex crypto exchange in a fast-changing and unregulated environment.
El caso de quiebra de FTX es una advertencia para la industria de las criptomonedas y un recordatorio de la importancia de los controles financieros, el gobierno corporativo y la seguridad para cualquier negocio. También muestra los desafíos y riesgos que implica operar un criptointercambio global y complejo en un entorno que cambia rápidamente y no está regulado.
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