For love, I made this determination.The Ink Well Fiction Prompt #150

in #hive-17079811 months ago

For the love , I made this determination.

Bob, a native of the United States, is a very simple young man, despite being the son of a very wealthy industrialist, who has several automobile consortiums in various countries. His father appointed him manager of the one he has in this country. In addition, he came to Venezuela for a cultural exchange to study at the Universidad de Oriente. At that university he met a girl named Corina, who had a failed marriage and was left as a single mother of two girls. Bob was impressed when he saw this young woman, and as the days went by, an alchemy arose between them, becoming trapped by a great love.

The months passed quickly, like the speed of light. This gentleman decided to live with Corina and his daughters in a beautiful house.

Soon after, they went dancing at a discotheque. There Bob drank liquor to excess. This upset Corina so much that it provoked an argument when they returned home.

Almost every day, Bob consumed alcohol in excess, which caused a series of difficulties in their relationship as a couple, this situation became so complicated that in early November, Corina made the decision to separate from her husband, very angry she told him:

"Get out of my house, I don't want to see you anymore".

He was so hurt that he returned to the United States, his parents were surprised to see him back,He didn't say a word, nor did his parents. He felt so lonely and sad that he decided to call his friend Charles on his cell phone, who answered:

"Tomorrow, November 28, I invite you to my house for Thanksgiving dinner."

Bob, feeling so depressed, accepted the invitation.

The next day, in the evening, he showed up at Charles' house. He was fascinated to see baked turkey on trays on the table, mashed potatoes on another, fruits of all kinds, and natural fruit juices.

At midnight everyone present rose from their chairs, stood up and thanked God for all the good and bad things they had received during the year.

Bob, also did the same, raising a prayer, said:

"I thank God because five years ago I met true love: my wife and my two daughters" Crying broke his voice, then he continued:

""Lord God the Redeemer, I ask your forgiveness, for not having the willpower, to give up liquor.""

Her face was suffused with a pallor and her hands trembled like the leaves of trees in times of whirlwind. With his voice a little broken he uttered a few words:

"My God, eternal father, I promise that, from this moment on, I will no longer consume liquor, in order to regain the love of my beloved."

After this protocol, they all began to dine. As dawn was breaking, his friend drove him home.

As soon as he arrived at his parents' home, he went to his bedroom, he could not sleep, he only thought of Corina. So, he decided to return to Venezuela to spend Christmas Eve with his family.

On December 24, in the afternoon, he arrived at the International Airport of Cumaná. There he boarded a cab, carrying gifts for his three loves, his wife and two daughters. When he arrived home, the girls showered him with kisses and affection. Corina did not come out to greet him, she was still upset. She was decorating the tables with tablecloths alluding to Christmas and placing on them the various culinary dishes for the Christmas dinner.

At midnight, everyone sat down at the table to taste the delicious culinary dishes, accompanied by the exquisite cakes, ham bread, alcoholic beverages and soft drinks.

Bob took the floor and, addressing his wife, said:

"I have promised myself before God not to drink any more liquor, to win back your love".

Corina, astonished, observed throughout the night that Bob did not ingest a drop of liquor. At dawn he approached her, very excited, took her hands and said:

"Forgive me, I love you too much, to lose you to that vice, You are worth more than that!".

She embraced him, taking her in his arms, he took her to his bedroom. There he swore to her eternal love and to keep his promise.

Years passed, and from then on Bob made it a point not to drink liquor. They remained very close. As time went by they grew older and continued to love each other as they did the first time.

Using the Deepl translator

Source from pixabay

ESPAÑOL

Por amor, tomé esta determinación.

Bob, era oriundo de EE. UU., es un joven muy sencillo, a pesar de ser hijo de un industrial muy adinero, tenía varios consorcios automotores en varios países. Su padre lo nombró gerente del que tenía en este País. Además, vino a Venezuela, por un intercambio cultural, a estudiar en la Universidad de Oriente. En esa casa de Estudios conoció a una chica llamada Corina, la cual había tenido un fracaso amoroso en su matrimonio, quedando como madre soltera de dos niñas. Bob al ver a esta joven quedó impresionado, con el transcurso de los días entre ellos fue surgiendo una alquimia, quedando atrapados por un gran amor.

Los meses transcurrieron rápidamente, como la velocidad de la luz. Este caballero tomó la resolución de convivir con Corina junto a sus hijas, en una linda casa.

Al poco tiempo fueron a bailar a una discoteca. Allí Bob tomó licor en exceso. Lo que conllevó, que cuando regresaron a casa discutieron.

Casi todos los días, Bob consumía excesivamente alcohol, lo que causó una serie de dificultades en su relación de pareja, esta situación se volvió tan difícil que a comienzos del mes de noviembre, Corina tomó la decisión de separarse de su esposo, muy enfadada le dijo:

“Vete de mi casa, no quiero verte más”

Él se sintió tan dolido que regresó a EE. UU., sus padres se extrañaron al verlo regresar, él no emitió palabras, ni sus padres tampoco. Se sentía tan solo y triste que decidió, llamar por el móvil a su amigo Charles, este le respondió:

“Mañana 28 de noviembre, te invito a mi casa a la Cena de acción de gracia”

Bob, se sentía tan deprimido que aceptó la invitación.

Al siguiente día, al anochecer, se presentó en la casa de Charles, él, quedó fascinado al ver en esa mesa en bandejas el pavo horneado, en otro puré de papa, frutas de todo tipo, jugos de frutas naturales. A las doce de la noche todos los presentes se fueron levantando de sus sillas, poniéndose de pie, daban gracias a Dios por todas las acciones buenas y malas que recibieron durante todo el año.

Bob, también hizo lo mismo, elevando una plegaria, dijo:

“Doy gracias a Dios porque hace cinco años conocí el verdadero amor: mi esposa y mis dos hijas” El llanto quebró su voz, luego prosiguió:

“”Señor Dios Redentor, te pido perdón, por no tener fuerza de voluntad, para dejar el licor. Su rostro fue teñido por una palidez y sus manos temblaron como las hojas de los árboles en tiempos de torbellino. Con su voz un poco quebrada emitió unas palabras:

“Dios mío, padre eterno, prometo que, a partir de este momento, no consumiré más licor, para recuperar el amor de mi amada”.

Después de este protocolo, todos comenzaron a cenar. Ya amaneciendo su amigo lo fue a llevar hasta su casa.

En cuanto llegó al hogar de sus padres, se dirigió a su recámara, no podía conciliar el sueño, solo pensaba en Corina. Entonces tomó la determinación de regresar a Venezuela, para pasar la noche buena con su familia.

El 24 de diciembre, en la tarde, llegó al Aeropuerto Internacional de Cumaná. Allí abordó un taxi, llevaba regalos para sus tres amores, su esposa y sus dos hijas. Al llegar las niñas lo llenaron de besos y afecto. Corina no salió a recibirlo, continuaba alterada. Ella estaba decorando las mesas con manteles alusivos a la navidad, y colocar sobre de estas los diversos platos culinarios para la cena navideña.

A medianoche, todos se sentaron a la mesa para degustar los deliciosos platos culinarios, acompañados de los exquisitos pasteles, pan de jamón, bebidas alcohólicas y refrescos.

Bob, tomo la palabra y dirigiéndose a su esposa, le dijo:

“Me he prometido ante Dios no tomar más licor, para recuperar tu amor”.

Corina se quedó sorprendida y pudo observar durante toda la noche que Bob no ingirió ni una gota de licor. Al amanecer él se acercó a ella, muy emocionado, tomó sus manos y le dijo:

““¡Perdóname, te amo demasiado, para perderte por ese vicio, Tú vales más que eso!””

Ella lo abrazó, tomándola en sus brazos, la llevó hasta su recámara. Allí le juro amor eterno y cumplir su promesa.

Pasaron los años, y desde que Bob tomó la resolución de no ingerir licor. Se mantienen unidos. Con el transcurrir del tiempo llegaron a viejos y aún se aman como la primera vez.

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A very inspirational story of personal improvement. Alcohol is one of the world's great evils and destroys many lives and families. Fortunately, the man reconsidered and made the wise decision to stop drinking for his family and himself.

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