The ingenuity of today's humans has not found many variations with respect to how it was millennia ago. On many occasions, it is often thought that the ancients were not as capable as we are now. However, it was all a matter of confidence and records. Accumulating history, ideas, knowledge, in a medium that is preservable, reproducible and intelligible.
The invention of writing was a natural step, I suppose, in our advancement. The ideal medium to contain information outside of our brains and ready for further study. Even allowing group work in different time periods. Undoubtedly, writing allowed the perpetuation of knowledge.
Writing is like when we transfer information from the hard disk of a PC to a pendrive; the paper, or any medium that receives the written code, is the pendrive. Now, writing is encoding information, it consists mostly in converting sensations into symbols. When we learn to read, we convert symbols into remembered sensations.
Our brain has limitations when it comes to remembering data, it can remember a lot but it has so much work that it is likely to confuse things or even make things up along the way.
Our memories are not reliable. What we remember is just a sense of what it was, of the event. Trying to remember facts is very difficult even if it doesn't seem so. In the end, it's very subjective.
So, writing gave us the means to make our memory more objective, or at least to a minimal degree. Still, it gave us the means to trust our ability and to accumulate knowledge.
Ideas, even those that did not come to physical form, had and have life and could stimulate people in any time and place. Like ghosts waiting in the dark.
Undoubtedly, writing has provided the fulcrum that propelled us to exponential advancement. But if those letters didn't reach the widest possible audience, it wasn't going to be very efficient. This is where the printing press came in.
El ingenio del humano actual no ha encontrado muchas variantes con respecto a cómo era hace milenios. En muchas ocasiones, se suele pensar que los antiguos no eran tan capaces como lo somos ahora. Sin embargo, todo fue cuestión de confianza y registros. Acumular historia, ideas, conocimiento, en un medio que sea conservable, reproducible e inteligible.
La invención de la escritura era un paso natural, supongo, en nuestro avance. El medio ideal para contener información fuera de nuestro cerebro y dispuesta para mayor profundización. Incluso, permitiendo el trabajo grupal en periodos de tiempo distintos. Sin duda, la escritura permitió perpetuar el conocimiento.
La escritura es como cuando pasamos información del disco duro de una PC a un pendrive; el papel, o cualquier medio que reciba el código escrito, es el pendrive. Ahora, escribir es codificar información, consiste más que todo en convertir las sensaciones en símbolos. Al aprender a leer, convertimos los símbolos en sensaciones recordadas.
Nuestro cerebro tiene limitaciones en cuanto a recordar datos, puede recordar mucho pero tiene tanto trabajo que es probable que confunda cosas o incluso inventé en el camino.
Nuestros recuerdos no son confiables. Lo que recordamos es apenas una sensación de lo que fue, del acontecimiento. Tratar de recordar hechos es muy difícil aunque no lo parezca. Al final, es muy subjetivo.
Así que, la escritura nos dio el medio para hacer más objetivo nuestra memoria, o al menos en un mínimo grado. Aún así, nos dio el medio para confiar en nuestra capacidad y para acumular conocimiento.
Las ideas, aún las que no llegaban a tener forma física, tenían y tienen vida y podrían estimular a personas en cualquier tiempo y lugar. Como fantasmas esperando en la oscuridad.
Sin duda, la escritura ha dado el punto de apoyo que nos impulsó al avance exponencial. Pero si esas letras no alcanzaban al mayor número posible de público, no iba a ser muy eficiente. Aquí es donde entró la imprenta.