New habits and taking up lost ones / Hábitos nuevos y retomando los perdidos

in #hive-1782657 hours ago

When my mind is in chaos, starting a new habit has been an effective way to regain balance. It seems a contradiction to want to do something else when the agenda of activities is already saturated, but in my case, this addition seems like the missing piece of the puzzle, to begin to order each of the parts and complete the picture.

And this year, in which there have been more lows than highs, I decided to return to the familiar to regain the mental and emotional balance that has failed me a lot, so for a couple of months ago I decided to cultivate a new monthly habit, and take up two or three of those lost by the strong daily routines.

I moved away from some social networks that brought me bad or sad news from those I left behind when I emigrated, which does not mean a lack of attention to my loved ones, but I noticed that I was affected by being far away and not being able to help them as I would like.

I started routines of walking for 20 minutes in the mornings, that has been a powerful recharge of energy to face the activities of the rest of the day, besides adding to the app that according to pay for doing it, although I have not yet removed anything from there.

Back to order before leaving home, has helped me to order ideas and give weight to discipline, which although it has always been there, now I have raised it a couple of steps higher in the order of priorities.

And just these days I passed by a bookstore, and I thought that it is necessary to return to the habit of formal reading, which during my adolescence was my way of distracting myself in the comfort of my room. From there, I got to know Russian literature, and behind Dostoevsky, Gogol, Tolstoy and Chekhov, crept the stories of Quiroga, the poetry of Neruda, the magical realism of García Márquez, the stories of Vargas Llosa and many others that ended up filling the library that used to belong to my father and his books on accounting and law.

I remembered, when in my college days I would visit bookstores just to experience that delicious feeling of going in and checking out titles looking for one that would surprise me in such a way that I would end up taking it home. Or the many times I went to the bookstores that had second-hand items, and there was always one that asked me not to leave it there.

On this visit, I checked out some of the current offerings, and I also liked to see some classic books, the ones I read so many years ago, and that were waiting for my return at my mother's house.

But that day the outing was not to buy books, so I returned empty-handed, but with a couple of titles that I am sure will soon be in my hands. I'm sure I will feel uncomfortable for a couple of days, like when I decided to wear earrings again, but nothing better than going out of the usual, to improve the internal house.

Cuando mi mente está en caos, empezar un nuevo hábito, ha sido una manera efectiva para retomar el equilibrio. Parece una contrariedad el hecho de querer hacer algo más cuando ya la agenda de actividades está saturada, pero en mi caso, ese añadido parece la pieza que le falta al rompecabezas, para empezar a ordenar cada una de las partes y completar el panorama.

Y este año, en el que han sido más los bajos que los altos, decidí volver a lo conocido para retomar el equilibrio mental y emocional que me ha fallado bastante, por eso, desde hace un par de meses atrás me he propuesto cultivar un nuevo hábito mensualmente, y retomar dos o tres, de los perdidos por las fuertes rutinas diarias.

Me alejé de algunas redes sociales que me traían malas o tristes noticias de quienes dejé al emigrar, lo que no significa una falta de atención a mis seres queridos, pero noté que me afectaba el hecho de estar lejos y de no poder ayudarles como quisiera.

Empecé rutinas de caminar por 20 minutos en las mañanas, eso ha sido una recarga poderosa de energías para afrontar las actividades del resto del día, además de sumarle a la app que según paga por hacerlo, aunque todavía no he retirado nada de ahí.

Volver al orden antes de salir de casa, me ha ayudado a ordenar ideas y a darle peso a la disciplina, que si bien siempre ha estado, ahora la he subido un par de escalones más en el orden de prioridades.

Y justo en estos días pasé por una librería, y pensé que es necesario retomar al hábito de la lectura formal, que durante mi adolescencia era mi manera de distraerme en la comodidad de mi habitación. Desde ahí, conocí la literatura rusa, y detrás de Dostoievsky, Gogol, Tolstoi y Chéjov, se colaron los cuentos de Quiroga, la poesía de Neruda, el realismo mágico de García Márquez, las historias de Vargas Llosa y muchos otros que terminaron llenando la biblioteca que antes pertenecía a mi padre y sus libros sobre contabilidad y derecho.

Recordé, cuando en mi etapa universitaria visitaba las librerías solo para experimentar esa deliciosa sensación de entrar y revisar títulos buscando que alguno me sorprendiera de tal forma que terminaría llevándolo a casa. O las tantas veces que fui a los libreros que tenían artículos de segunda mano, y siempre había alguno que me pedía que no lo dejara ahí.

En esta visita, revisé parte de la oferta actual, y me gustó ver también algunos libros clásicos, de esos que leí hace tantos años, y que quedaron esperando mi regreso en casa de mi madre.

Pero ese día la salida no era para comprar libros, así que regresé con las manos vacías, pero con un par de títulos que de seguro pronto estarán en mis manos. De seguro me sentiré incómoda un par de días, como cuando decidí volver a usar pendientes, pero nada mejor que salirnos de lo habitual, para mejorar la casa interna.


Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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Retomar buenos hábitos es excelente amiga. Espero que pronto puedas volver por los libros que quieres ❤️

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Son de esos lugares de donde nunca debimos partir. La lectura cotidiana realmente es algo tan necesario y más en estos tiempos tan controversiales y convulsionados. No tuve en mi infancia la posibilidad de conocer libros, ni comiquitas ni nada por el estilo. Pero de grande cuando creí necesario empecé a leer libros de desarrollo personal y si bien algunos se repiten y todos dan vueltas sobre un mismo punto me han ayudado en demasía. Luego cuando quise monetizar mi hábito realmente me gustaba mucho leerlo porque es algo que me empoderaba terriblemente. Luego con las obligaciones y pensando que la creación de contenidos a uno le iba a dar un poco más de libertad, pero realmente es todo lo contrario. Creo al igual que vos que debemos anclar la disciplina cotidiana de mimar a nuestro ser interior y leer aunque sea una media hora para alimentar así nuestra sabiduría.

En la tercera imagen que compartiste hay un libro que lo escribí yo y se denomina caballo de Troya 3. Cómpralo y de esa manera puedo comprarme algunos pochoclos para ir al cine con mi hijo.

Autor JJ Benítez.

Saludos

Jajajaja. Ese no es solo un libro, es una colección de 4!!
Esos también los leí a escondidas de mi hermano, quien fue el que los compró.
En casa habían 4 bibliotecas, una de administración y contaduría, otra de derecho, otra de literatura clásica, gerencia y comunicación y otra sobre dinosaurios, inventos, geografía, calculo y temas relacionados con religión.
PD:
Y tú eres JM Benitez

Que bueno quieras retomar de nuevo el hábito de la lectura, realmente es mejor que estar sumergido en redes sociales. Ojalá y puedas regresar pronto por los libros que captaron tu atención. Saludos