𝗘𝘀𝗽𝗮ñ𝗼𝗹
¿Una cajita feliz de McDonald's puede generar un sentimiento genuino de felicidad? ¡Para mi sí! ✨
Hoy me permití un pequeño...¿capricho?, un acto de regresar en el tiempo, de hacer honor a esa chispa de la infancia que yace dentro de nosotros y que a mí me encanta mantener viva. Después de hacer unas diligencias hice una parada en McDonald's para comprarme una cajita feliz, sí, esa que a muchos nuestros padres solían comprarnos cuando niños. Realmente no la quise comprar por la comida, aunque los nuggets crujientes y la porción de papas fritas estaban ricos, sino por lo que venía dentro: ¡el juguete!
Hace poco fui a celebrar el día de la hamburguesa en McDonald's por las ofertas, estando ahí vi que la cajita feliz estaba dando juguetes de animalitos y entre ellos estaba el gato, como buena amante de los gatos le metí el ojo y me dije que volvería por mi cajita feliz específicamente para obtener la figura del gatito, así fue, compre mi cajita feliz para llevar y ya en casa comenzó la magia. Al abrir la caja, un sentimiento de nostalgia me invadió, recordé las veces en que, de niña, esperaba con ansias ir a McDonald's para jugar en el parque, comer rico y obtener mi juguete.
Me emociono bastante el ver que había dos juguetes, porque pensé que solo daban uno por caja. El primer juguete fue el adorable gatito gris con ojos redondos y curiosos (me recuerda a un gato de un anime del cual no recuerdo el nombre en estos momentos). El segundo juguete que me tomo por sorpresa es un gracioso pez verde. Me encanta que ambos no son solo juguetes, sino también llaveros. Eso no fue todo, dentro de la cajita también encontré una hoja llena de calcomanías para ponerle a los llaveros como accesorios, pero yo sé que las usaré para más que eso.
Hoy, al disfrutar de mi pequeña merienda, pensé en la belleza de los pequeños placeres de la vida, porque a veces, en medio de la rutina y las responsabilidades, todos necesitamos un recordatorio de que está bien volver a ser niños de vez en cuando, de dejarnos sorprender por las cosas más simples y encontrar la magia en lo cotidiano. ¿Quién iba a pensar que una cajita feliz podría contener tanto? La comida de McDonald's no es de restaurante, pero tiene el sabor de la infancia y eso para mí es suficiente para disfrutarla.
𝗘𝗻𝗴𝗹𝗶𝘀𝗵
Can a McDonald's Happy Meal generate a genuine feeling of happiness? For me, yes! ✨
Today I indulged in a little...whim? An act of going back in time, of honoring that childhood spark that lies within us and that I love to keep alive. After running some errands I stopped at McDonald's to buy a Happy Meal, yes, the one that many of our parents used to buy us when we were kids. I didn't really want to buy it for the food, although the crunchy nuggets and portion of fries were yummy, but for what was inside: the toy!
Recently I went to celebrate the hamburger day at McDonald's for the offers, being there I saw that the happy meal was giving toys of little animals and among them was the cat, as a good cat lover I had my eye on it and I told myself that I would come back for my happy meal specifically to get the cat figure, so I did, I bought my happy meal to go and at home the magic began. As I opened the box, a feeling of nostalgia came over me, I remembered the times when, as a child, I looked forward to going to McDonald's to play in the park, have a nice meal and get my toy.
I was pretty excited to see that there were two toys, because I thought they only gave one per box. The first toy was the adorable gray cat with round, curious eyes (reminds me of a cat from an anime I can't remember the name of at the moment). The second toy that took me by surprise is a funny green fish. I love that both are not only toys, but also keychains. That wasn't all, inside the box I also found a sheet full of stickers to put on the keychains as accessories, but I know I will use them for more than that.
Today, as I enjoyed my little meal, I thought about the beauty of life's little pleasures, because sometimes, in the midst of routine and responsibilities, we all need a reminder that it's okay to be kids again once in a while, to let ourselves be surprised by the simplest things and find the magic in the everyday. Who would have thought that a happy meal box could contain so much? McDonald's food is not restaurant food, but it has the taste of childhood and that for me is enough to enjoy it.
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