Good vibes hivers of the world.
In a colonial style house, built at the beginning of the 19th century, the Bolivarian Museum is located. A place where my childhood memories are conjugated with the current ones, so it was easy to remember the surprised face of the little @tibaire when she saw the tiny pants of the Liberator. It is that his height was 1.55 meters according to the voice of the guide of the moment.
Located in front of El Venezolano square and right next to the birthplace of the Liberator Simon Bolivar, between the corners of Traposos to San Jacinto, Caracas, Venezuela, this museum is dedicated to the permanent exhibition of pieces of Venezuelan history.
In front, a stone street, which by the way is from the colonial era, welcomes you to the house. Its large latticed windows with marble decoration and its imposing wooden door with metal sconces, which has two false columns in marble, captures the eyes of people passing through the place.
Once through the door, we find the hallway. Its very high, half-height walls are covered with ceramic tiles. The floor is marble and a large decorative lamp hangs from the ceiling.
Then, before our eyes an open space, a fountain and a small garden, surrounded by ornamental columns, at the top in the form of an arch border the whole area. The roof is tongue and groove, very well maintained. The roof can be seen from the garden.
The circular corridor leads to two exhibition rooms. Each one is equipped with modern elements. Its walls and ceilings are neatly painted, with lights in a row to give good illumination to the exhibition.
The access doors to the rooms are made of wood carved with geometric shapes, with an abundance of squares and rectangles. Most of them are adorned with a false column on each side.
The stairs leading to the two upper floors are covered in marble with wooden handrails and carved metal. On the top floor a decorative carved wooden ceiling took my breath away for a moment.
Some open windows and doors caught my attention. That glimpse of civilization, from a house with a roof and wooden decorations gives way to modern buildings, warning that I will soon return to my reality.
Among the objects that caught my attention is a replica of a printing press, a painting of the colonial city of Caracas, right around the Plaza Bolivar and a collection of clay dolls, representing heroes of independence.
On the top floor I found a balcony. Ceramic floor, lamps attached to the wall and the view of the lower part of the house. That red roof, reminded me of the Caracas of the red roofs that are so much talked about in some history books and more here the view of the fountain on the first floor.
On the top floor is the urn in which the remains of the Liberator Simón Bolívar rested while he was being transferred from Colombia to Venezuela. A collection of lithographs of portraits of Simón Bolívar adorns one wall and some mirrors are among them. I couldn't resist the temptation and took a picture, there between the pensive Bolivar and the one with the big mustaches.
Although I remember this museum with many more historical pieces, it is a place that all of us who live in the city of Caracas should visit, both to learn about the history and to relax within the walls of that house. By the way, each room has a guide who will gladly give you valuable information and if you are lucky, they can tell you a little more than what your eyes can see.
Thank you once again for joining me in these encounters with the architecture of my city.
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I used the free version of Deepl.com as a translator.
AHORA EN ESPAÑOL
Buena vibra hivers del mundo.
En una casa de aire colonial, construida a principios del siglo XIX, funciona el Museo Bolivariano. Un lugar en el que mis recuerdos infantiles se conjugan con los actuales, por lo que fue fácil recordar la cara de sorpresa de la pequeña @tibaire al ver los diminutos pantalones del Libertador. Es que su altura era de 1,55 metros según dijo la voz del guía del momento.
Ubicado frente a la plaza El Venezolano y justo al lado de la casa natal del Libertador Simón Bolívar, entre las esquinas de Traposos a San Jacinto, Caracas, Venezuela, este museo se dedica a la exhibición permanente de piezas de la historia de Venezuela.
Por frente, una calle de piedra, que por cierto es de la época colonial, da la bienvenida a la casa. Sus grandes Ventanales rejados con decoración en mármol y su imponente puerta de madera con apliques metálicos, que posee dos columnas falsas en mármol, captura las miradas de las personas que pasan por el lugar.
Una vez atraviesas la puerta, encontramos el zaguán. Sus paredes muy altas, a media altura están cubiertas de cerámica. El piso es de mármol y una gran lámpara decorativa cuelga del techo.
Luego, ante nuestros ojos un espacio abierto, una fuente y un pequeño jardín, rodeado de columnas ornamentales, en la parte superior en forma de arco bordean toda esta área. El techo es machihembrado, muy bien mantenido. Desde el jardín se aprecia el tejado.
El corredor circular nos lleva a dos salas de exhibición. Cada una acondicionada con elementos modernos. Sus paredes y techos están pulcramente pintados, con luces en fila para dar buena iluminación a la exhibición.
Las puertas de acceso a las salas son de madera labrada con formas geométricas, abundan los cuadrados y rectángulos. En su mayoría están adornados con una columna falsa a cada lado.
Las escaleras que conducen a los dos pisos superiores, están recubiertos de mármol con pasamanos de madera y metal labrado. En el último piso un techo decorativo de madera labrada, me dejó sin respiración por un momento.
Algunas ventanas y puertas abiertas, captaron mi atención. Ese asomo a la civilización, de una casa de tejado y decoraciones de madera da paso a edificios modernos, avisando que pronto volveré a mi realidad.
Entre los objetos que captaron mi atención esta una réplica de una imprenta, un cuadro de la ciudad colonial de Caracas, justo en torno a la Plaza Bolívar y una colección de muñecos de arcilla, representando a próceres de la independencia.
En el último piso me encontré con un balcón. Piso de cerámica, lámparas adosadas en la pared y la vista de la parte baja de la casa. Ese tejado rojo, me recordó la Caracas de los techos rojos que tanto se habla en algunos libros de historia y más acá la vista de la fuente en la planta baja.
En este último piso se encuentra la urna en la que reposaron los restos del Libertador Simón Bolívar mientras era trasladado de Colombia a Venezuela. Una colección de litografías de retratos de Simón Bolívar adorna una pared y algunos espejos se encuentran entre ellos. No pude resistir la tentación y me tome una foto, allí entre el Bolívar pensativo y el de bigotes grandes.
Aunque recuerdo este museo con muchas más piezas históricas, es un lugar que todos los que habitamos la ciudad de Caracas debemos visitar, un tanto para conocer la historia y otro tanto para relajarnos entre las paredes de esa casa. Por cierto cada sala cuenta con un guía quienes gustosamente te dan información valiosa y si corres con suerte, te pueden contar un poco más de lo que tus ojos ven.
Gracias una vez más por acompañarme en estos encuentros con la arquitectura de mi ciudad.
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Utilicé la versión gratuita de Deepl.com como traductor.