Don Quijote del arroba.
En un lugar del metaverso de cuyo nombre no quiero acordarme, el jugador Alonso Quijano, o como sus amigos lo llamaban por su nickname “Don_Quijote_ del_arroba” yacía como cualquier otra tarde haciendo las misiones secundarias de un juego mientras se imaginaba que dichas hazañas serían importantes y determinantes en su vida.
Nuestro jugador, aficionado del anime y las historias de aventura, se imaginaba a sí mismo como su personaje favorito “Kirito”, y compartía con sus compañeros de equipo su filosofía sobre la moralidad y la integridad que debían tener en sus vidas y en el juego.
Eran tantas las horas que Don Quijote ocupaba a estar en la realidad virtual, que ya no lograba distinguir cuando estaba en el metaverso y cuando estaba en su casa. En su mente, todo eran misiones, sus padres eran NPC’s y sus amigos eran parte de su equipo.
Decidió convertir sus días en una incansable búsqueda de un mundo virtual más noble, donde la justicia y la ética en línea prevalecieran. Cada vez que se encontraba a jugadores de gran nivel y habilidades en batallas 1vs1 contra jugadores más novatos para robarle su botín, convertía en suya la lucha para defender a los más débiles.
Su fiel amigo de la infancia "@Sanch0_panza", también entusiasta de la realidad virtual, se unió como fiel escudero a las luchas de Don Quijote, actuando como estratega y curador del equipo. Y en el mundo real, era el encargado de realizar las mejoras al setup del juego y estaba al tanto de cualquier avance tecnológico que pudieran aprovechar a su favor.
Sancho era el único que lograba saca a Don Quijote de su fantasía, haciéndolo compartir en el mundo real, con la excusa de que había alguna convención geek o alguna nueva película en los cines de sus comics favoritos.
Juntos, eran imparables, aunque muchas veces Don Quijote sufría de grandes perdidas cuando en su afán de defender a los más débiles era derrotado por los jugadores de mayor nivel que terminaban saqueando sus tesoros y rebajándolo de nivel a pesar de las claras advertencias de Sancho ante la derrota inminente.
Los días de apagón o de mantenimiento del juego eran días desesperantes que llevaban a Alonso al borde de la locura, el cual se negaba a salir de su habitación esperando que nuevamente se restableciera el servidor para seguir viviendo sus aventuras digitales y llevar sus nobles intenciones a los más necesitados.
Muchas fueron las aventuras de Don Quijote y Sancho Panza en este mundo digital. Muchos de los jugadores que defendían terminaban volviéndose parte del equipo y defendiendo su causa y transmitiendo su mensaje. Muchas damiselas le agradecían por su servicio y los tesoros eran abundantes para ellos, aunque solo fuera en el mundo digital.
Esta es mi entrada para participar en el Concurso de minicuentos: “Cómo imaginas a Don Quijote y Sancho Panza en el mundo contemporáneo” de la comunidad de @es-literatos
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