Fiestas tradicionales. Fiestas patronales. Fiestas. Alegría. Compartir. Encuentro de amigos. Pasar un buen rato. Oda a la alegría. Y, como la gente de algo tan sencillo haçía un parrandón, aquí en mi pueblo Villa de Cura, estado Aragua, Venezuela, en la calle Urdaneta, sector La Coromoto, vivía Aureliano Ojeda. Eso era en la década del 50 al 60, en el siglo XX.
Aureliano fabricaba un globo artesanal utilizando para ello una armazón de alambre que cubría con papel de seda, de colores, que en esa época llamábamos “papel de papagayo”, ya que en esa época lo volantines, cometas o papagayos, se hacían con ese material. Ahora no hay dinero para comprar ese tipo de papel y los niños fabrican sus juguetes voladores con bolsas plásticas transparentes o de colores desvaídos.
La armazón que usaba Aureliano medía alrededor de 2.30 m. de altura y debajo iba un perol, con un trapo impregnado de kerosén que al encender producía un aire caliente que al subir llenaba el interior del globo y, como el aire caliente es más liviano y asciende, esto hacía que el globo se elevara a adornar el cielo villacurano. Esto era sinónimo de fiesta.
¿En qué época lo realizaba? En diciembre, para la fecha de la Cruz de Mayo, en las fiestas de San Luis Rey (Santo Patrono de nuestro pueblo) y las personas alegres contemplaban ese globo gigante que surcaba nuestro cielo cargado de sueños e ilusiones y lo más esencial, el espíritu festivo que inundaba al pueblo con el más sencillo espectáculo: Un globo de papel.
Ya para este siglo, ahora en mis tiempos, los chinos venden esos globos que el 31 de diciembre las personas lanzan al aire como un talismán de buenos deseos para atraer la buena suerte. Es otro tiempo. Aquel era artesanal. Un hombre con su talismán, de fabricar un sueño que indicaba a fiesta pueblerina con un grito de alegría. Volvemos a recordar a Aureliano Ojeda y su “globo de fuego” – como decía la gente – que llegaba hasta la luna y le entregaba todos nuestros deseos, nuestras ilusiones, nuestros sueños. Era como un bálsamo para el recuerdo. Ojalá vuelva el globo de los deseos aquí, a surcar el cielo, ahora en las fiestas de nuestro santo patrono San Luis Rey de Francia y vuelva el recuerdo y tradición de este hombre popular, de este artesano que con este fino ingenio sembraba alegría en muchos de los habitantes de nuestro pueblo.
El globo tenía forma hexagonal y siempre lo lanzaba al caer la tarde. Esto desapareció en el año de 1965 del cielo villacurano.