De escribir cartas pasamos a enviar e-mails, a comentar por el chat de alguna red social de forma inmediata.
Al desaparecer esta forma de comunicación, nos acercamos más, pero el romanticismo se ausentó.
Hoy en día, solo basta con oprimir un botón y obtendremos un encuentro virtual con quienes tenemos lejos.
Soy de los que escribió muchas cartas de amor, de amistad, de reclamo; uno se esmeraba al hacerlo.
Ya me estoy preparando para esta participación.
Saludos.