Hola amigos #hivers de esta comunidad literaria,
acabo de leer por segunda vez -a distancia de algunos años- uno de los libros del escritor Jeffery Deaver del cuál ya he hecho algunas reseñas de sus libros en @es-literatos.
Si se recuerdan es el creador del personaje del detective criminólogo Lyncoln Rhyme, cuadripléjico a causa un accidente en la escena de una delito llevado al cine con buen suceso en la película El Coleccionista de Huesos (del libro homónimo) interpretada por Denzel Washington y Angelina Jolie en el papel de su ayudante Amelia Sachs.
El Jardín de las Fieras es un libro que se aparta de esta serie de Rhyme para encuadrarse en las novelas independientes del escritor estadounidense, sin un personaje fijo.
Lo notable de esta novela es que tiene una ambientación histórica en la cuál la mayor parte de sus personajes han existido e incluso los lugares en los que se ambienta también son reales.
En definitiva hay mucho de historia en el libro y tiene la virtud de presentar la Alemania pre-nazista, porque en definitiva de eso de trata, con una cierta objetividad, haciendo mención a la persecución ideológica hacia la raza no aria pero sin olvidarse que, en definitiva, es una novela policial.
La tesis del rearme alemán es cierta, los personajes también lo son y han exigido del autor una cierta documentación sobre ese período de la historia como el mismo Deaver lo menciona al final del libro.
La historia se concatena con la celebración de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 y las propias divergencias entre los jerarcas de Adolf Hitler algunos de los cuáles estaban de acuerdo con la celebración de las mismas porque pensaban que era un modo de esconder las reales ambiciones del Tercer Reich, que gobernó Alemania desde 1933 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, mientras otros objetaban la medida argumentando el peligro de una infiltración comunista aprovechando la inmensa cantidad de personas que llegarían a la capital alemana. Obviamente estos últimos se cuidaban muy bien de manifestar sus opiniones delante del Führer.
Un dato curioso con el cuál tal vez Jeffery Deaver trata de crear un puente entre esta novela y su serie más popular dedicada a Lincoln Rhyme lo denota el hecho de que al final del libro el novio de la hija del detective alemán Willy Kohl tiene el apellido Sachs (el mismo de Amelia) con lo cuál, implícitamente, podría estar sugiriendo que se trata del abuelo o bisabuelo de la asistente de Rhyme.
Hello #hivers friends of this literary community,
I have just read for the second time -some years away- one of the books by the writer Jeffery Deaver, whose books I have already reviewed in @es-literatos.
If you remember, he is the creator of the character of the criminologist detective Lyncoln Rhyme, quadriplegic due to an accident at the scene of a crime, who was successfully brought to the cinema in the film The Bone Collector (from the book of the same name) starring Denzel Washington and Angelina Jolie in the role of his assistant Amelia Sachs.
Garden of Beasts is a book that departs from this Rhyme series and is one of the American writer's stand-alone novels, without a fixed character.
The remarkable thing about this novel is that it has a historical setting in which most of its characters have existed and even the places in which it is set are also real.
In short, there is a lot of history in the book and it has the virtue of presenting pre-Nazi Germany, because that is what it is all about, with a certain objectivity, mentioning the ideological persecution of the non-Aryan race but without forgetting that, in the end, it is a detective novel.
The thesis of German rearmament is true, the characters are also true and have demanded from the author a certain amount of documentation on that period of history, as Deaver himself mentions at the end of the book.
The story ties in with the 1936 Berlin Olympics and the differences between Adolf Hitler's own hierarchs, some of whom agreed with holding the Games because they thought it was a way of hiding the real ambitions of the Third Reich, which ruled Germany from 1933 until the end of the Second World War in 1945, while others objected to the measure, arguing the danger of communist infiltration taking advantage of the immense number of people who would arrive in the German capital. Obviously, the latter were very careful not to express their views in front of the Führer.
A curious fact with which perhaps Jeffery Deaver tries to create a bridge between this novel and his most popular series dedicated to Lincoln Rhyme is the fact that at the end of the book the boyfriend of the German detective's daughter Willy Kohl has the surname Sachs (the same as Amelia's) which, implicitly, could be suggesting that he is the grandfather or great-grandfather of Rhyme's assistant.
La trama inicia al estilo de una novela de James Bond ambientada en New York, en el año 1936 y el personaje principal Paul Schumann es un sicario al cuál suelen recurrir diversos elementos de la mafia para eliminarse mutuamente, o eliminar testimonios de alto riesgo que los podrían comprometer.
Como el mismo Schumann dice es un asesino a sueldo, pero nunca mató a ningún inocente, simplemente su función en este mundo es "corregir los errores de Dios", que según su particular versión ser1=a dejar a algunos criminales sueltos.
En oportunidad de la eliminación de una persona deja la carcasa de un proyectil olvidada -tremendo error para un killer- y en base a ella el FBI que sigue sus pasos logra identificarlo y detenerlo.
Sin embargo en lugar de mandarlo a prisión lo chantajea proponiéndole un pacto: ya que es un asesino a sueldo deberá eliminar un alto funcionario alemán -llamado Reinhard Ernst- cuya principal función es promover el rearme alemán que hasta ese momento se mantiene en secreto, hombre de confianza del Führer con una escasa predisposición a mostrarse en público. En cambio recibirá diez mil dólares, una fortuna para esa época, será liberado de todos los cargos criminales en su contra y podrá reiniciar una actividad legal, una nueva vida, tal vez una sociedad con su hermano en una imprenta para continuar la profesión heredada del padre, un inmigrante alemán que a inicios del siglo XX había recalado en los EE. UU.
Que mejor oportunidad para llevar a cabo su misión que esconderse en la marea humana que llegará a Alemania para celebrar los Juegos Olímpicos cuya iniciación está prevista pocos días más tarde y que, como abremos más adelantes, en el culto exagerado del personalismo que Hitler hacía sobre si mismo, era una de las mayores ambiciones del leader alemán: tratar de mostrar al mundo una obra magnífica como era el Estadio Olímpico y la supremacía -a nivel de atletas- de la raza aria sobre el resto, en un momento en el cuál todo el mundo miraba receloso la subida de Hitler al poder y su profundo odio racista, del cuál había logrado -por miedo o por falso orgullo- impregnar una gran parte de la sociedad alemana.
Para complir su cometido Schuman luego de haber desembarcado deberá mezclarse a la delegación olímpica estadounidense simulando ser un periodista deportiva y tendró cuarenta y ocho horas de tiempo para llevar a cabo su homocidio, contando para ello con un discreto apoyo por parte de los espías que el propio FBI tiene en Alemania y por una base militar con un aeropuerto en Holanda y con los cuáles tratará de escapar al eficiente y represivo sistema de seguridad nazi tratando de no cometer errores que pondrían en peligro su propia vida.
Schuman será traicionado por aquellos en los cuáles confiaba, el FBI en realidad tiene propósitos totalmente distintos a los mencionados buscando más una alianza con Hitler que una guerra y el sicario a un cierto punto deberá optar por una elección que le cambiará la vida: asesinar al lugarteniente de Hitler o salvar vidas inocentes sujetas a un experimento tan cruel como innoble: ver la reacción de las personas ante la muerte.
Porque en realidad esta es la verdadera actividad oculta de Reinhard Ernst, de la cuál ni siquiera el mayor lider de nazismo tiene conocimiento: condenar a muerte a personas inocentes usando distintos métodos de exterminio para observan cómo es su reacción en ese momento supremo.
No quiero anticipar el desenlace para aquellos que sientan interés y quieran leer el libro, solo puedo anticiparles que la trama está muy bien desarrollada y unida a hechos históricos realmente existidos como el adoctrinamiento de las llamadas " juventudes hitlerianas" e incluso lugares realmente existidos como el café-bar reservado exclusivamente para las personas de raza aria y que Jeffery Deaver con la habilidad que lo caracteriza en los golpes de escena logra sorprendernos una vez más con un increíble final.
The plot begins in the style of a James Bond novel set in New York in 1936 and the main character Paul Schumann is a hitman who is often used by various elements of the mafia to eliminate each other, or to eliminate high-risk testimonies that could compromise them.
As Schumann himself says, he is a hired killer, but he has never killed any innocent people, his function in this world is simply to "right God's wrongs", which according to his particular version would be to let some criminals go free.
On the occasion of the elimination of a person, he leaves a bullet casing behind - a huge mistake for a killer - and on the basis of it, the FBI, which follows in his footsteps, manages to identify and arrest him.
However, instead of sending him to prison, he blackmails him by proposing a pact: since he is a hired killer, he will have to eliminate a high-ranking German official - called Reinhard Ernst - whose main function is to promote German rearmament, a man trusted by the Führer who is not very willing to show himself in public. In exchange he would receive ten thousand dollars, a fortune for the time, be freed of all criminal charges against him and be able to restart a legal activity, a new life, perhaps a partnership with his brother in a printing press to continue the profession inherited from his father, a German immigrant who had settled in the USA at the beginning of the 20th century.
What better opportunity to carry out his mission than to hide in the human tide that would arrive in Germany for the Olympic Games scheduled to begin a few days later and which, as we shall see later, in Hitler's exaggerated cult of personalism, was one of the German leader's greatest ambitions: to try to show the world such a magnificent work as the Olympic Stadium and the supremacy - in terms of athletes - of the Aryan race over the rest, at a time when the whole world looked askance at Hitler's rise to power and his deep racist hatred, which he had managed - out of fear or false pride - to impregnate a large part of German society.
To complete his task, Schuman, after disembarking, had to blend in with the American Olympic delegation, pretending to be a sports journalist, and he had forty-eight hours to carry out his homocide, counting on the discreet support of the FBI's own spies in Germany and a military base with an airport in Holland, with which he would try to escape the efficient and repressive Nazi security system, trying not to make mistakes that would endanger his own life.
Schuman will be betrayed by those he trusted, the FBI actually has totally different purposes from those mentioned, seeking more an alliance with Hitler than a war, and the hitman at a certain point will have to make a choice that will change his life: assassinate Hitler's lieutenant or save innocent lives subjected to an experiment as cruel as ignoble: to see the reaction of people to death.
For in reality this is Reinhard Ernst's real hidden activity, of which not even the greatest leader of Nazism is aware: condemning innocent people to death using different methods of extermination in order to observe their reaction at that supreme moment.
I don't want to anticipate the outcome for those who feel interested and want to read the book, I can only anticipate that the plot is very well developed and linked to real historical facts such as the indoctrination of the so-called "Hitler Youth" and even real places such as the café-bar reserved exclusively for people of the Aryan race and that Jeffery Deaver with the skill that characterizes him in the scene shots manages to surprise us once again with an incredible ending.
El libro tiene la gran virtud de unir la trama policial característica en todas las novelas de Deaver con un entorno histórico absolutamente genuino, marcando algunos de los males del nazismo pero sin entrar demasiado en la profundización de un aspecto que va más allá del objetivo del libro.
El mismo autor explica en el epílogo que de acuerdo a las fuentes consultadas en realidad los EE. UU. nunca creyeron en la verdadera amenza que representaba Hitler hasta que no se encontraron con los hechos a la vista.
Por otro lado presenta a uno de las figuras cumbres del equipo estadounidense de ese momento, el atleta Jesse Owens resaltando sus extraordinarias dotes atléticas sin detenerse demasiado el entorno racista en el que tuvo que participar.
The book has the great virtue of uniting the police plot characteristic of all Deaver's novels with an absolutely genuine historical setting, marking some of the evils of Nazism but without going too deeply into an aspect that goes beyond the book's purpose.
The author himself explains in the epilogue that according to the sources consulted, the US never really believed in the real threat posed by Hitler until they were confronted with the facts.
On the other hand, he presents one of the leading figures of the US team at the time, the athlete Jesse Owens, highlighting his extraordinary athletic prowess without dwelling too much on the racist environment in which he had to participate.
Translated with/Traducido con DeepL Translator.