Fuente: Un final para un relato (RETO) / An ending for a story (CHALLENGE)
Saludos amigos de @hispapro, estaba navegando por las publicaciones de Hive y me encontré con este reto y decidí participar en él. Agradezco mucho por el aporte y me encantan este tipo de concursos que me permiten ir mejorando mi escritura y capacidad de narración e inventiva.
Sin más, los dejo con mi final.
La colina de Poe
Poe era un escritor que vivía en la colina al norte de Indiápolis; el pueblo más apacible del estado de Veramendoza. En la mente de los espectadores la colina se vislumbraba tenebrosa, pero para la vida cotidiana del escritor su morada era solitaria; en noches de luna, lúgubre; y siempre tenía acceso a internet. Gracias a la tecnología y a pesar de su soledad, Poe tenía un gran número de seguidores en las redes sociales, quienes admiraban su estilo oscuro y macabro de escritura. Sin embargo, Poe no estaba contento con simplemente tener seguidores en línea; quería tenerlos a su alcance físico. Así que comenzó a invitar gente a su cabaña; con la excusa de que iba a tener sesiones de lectura en vivo de sus obras más aterradoras, permitió que invadieran su soledad y su colina. Sus seguidores, emocionados por la oportunidad de conocer a su ídolo, aceptaron con entusiasmo. Las tertulias eran amenas, la voz de Poe los seducía con una extraña fascinación que jamás habían experimentado; la gente subía a la colina ansiosa e incluso llegó un momento en que el deseo de escuchar los cuentos macabros se hizo imprescindibles para dormir y aunque sentían que la voz del lector los desgarraba, que lo que iba contando el escritor les estaba sucediendo a ellos, que eran las víctimas del asesino que uno a uno se iba llevando sus almas, no abandonaron la colina; al contrario, dormían de día frente a la casa de Poe para esperar allí la siguiente noche. Indiápolis cayó rendida ante la lectura de Poe; sus cuentos tenían hechizado a el pueblo; él mismo se asombraba ante el poder de sus relatos, incluso dejó de escribir para inventar oralmente las historias y usaba a la gente como personajes. Supo de secretos, de creencias ocultas, de personas enigmáticas; todo el pueblo se le reveló en sus misterios; tenía en sus manos la verdad de todos, en su talento la oscuridad y la luz para revolver lo falso con lo cierto y cuando lo hizo, despertó la irá de la creación; creó un monstruo amorfo, colectivo, de mil cabezas, que empezaron a atacarse. Desde la colina Poe narraba y con el hilo de su voz movía al pueblo, a su antojo, como desean los escritores mover a sus lectores. Uno a uno caía al suelo, muerto, en una crueldad que amenazaba acabar con el mundo.
Y así pasó el tiempo, decenas de oyentes de Edgar Alan Poe seguían reuniéndose afuera de su casa, esperando con ansias escuchar más de sus increíbles historias, hasta que un dia, entre el público, apareció un hombre que no solo admiraba cómo los fanáticos de Poe se dejaban manipular como títeres en una función, sino que también envidiaba aún más su talento de inventar constantemente historias y deseaba con afan arrancar el poder creativo que aquel titiritero poseía.
Fue entonces que decidió hacerse amigo del majestuoso escritor; traía costosos regalos, ediciones únicas en el mundo, codiciadas por los coleccionistas más ambiciosos; lo complacía con manjares exóticos para agradar su paladar. Una tarde, cuando todos habían caído rendidos ante sus historias, el hombre trajo una botella de vino exquisita, tanto fue el gusto de Poe que invitó al extraño a compartirla dentro de su casa.
La noche transcurrió en una conversación amena entre los dos caballeros, finalmente, el extraño aprovechó el efecto embriagante del vino para confesar su deseo de ser tan buen escritor como lo era su anfitrión y deseaba conocer, sin importar el costo, como hacía para seguir creando historias tan asombrosas.
Los ojos de Poe brillaron ante la luz de las velas que los separaban.
Tras una pausa, los labios de Poe dibujaron una sonrisa placentera. Poe preguntó al caballero si realmente deseaba conocer su secreto. El extraño, ansioso, no dudó ni un instante y respondió de manera afirmativa, casi suplicante.
Satisfecho, Poe lo llevó a una pequeña habitación llena de libros, apenas alumbrada por un pequeño foco. En la penumbra, el hombre pudo fijarse en un diminuto escritorio de madera, sobre éste había muchas hojas desordenadas, garabateadas y manchadas con tinta; a un lado había una pluma y un tintero antiguo. El extraño jamás pensó que aún se utilizaran tales instrumentos para escribir.
Poe le dijo a su invitado que antes de revelar el misterio de su exitoso talento, había una condición que debía cumplirse al pie de la letra: Jamás desvelar el secreto a otra persona, en ninguna manera.
Sin pensarlo dos veces el extraño asintió apresurado con su cabeza y se hizo una cruz sobre su corazón. Complacido, Poe abrió su camisa y extrajo una llave de esqueleto atada a su cuello por un cordel, que nunca nadie había notado. Con esta abrió una puerta de madera verde que había pasado desapercibida por el invitado.
Este quedó sin aliento al ver lo que había tras de ella. Una chica de sutil belleza, piel de porcelana y cabello largo azabache. Sus profundos ojos azules se posaron en los de Poe.
“Has roto tu promesa”, exclamó la joven
Poe asintió con suavidad. La chica se levantó de donde estaba sentada y puso sus manos alrededor del cuello de Poe. Un sonido de grilletes liberados se escuchó y luego echó una mirada al extraño a quien luego rodeó con sus brazos con una dulce sonrisa. Entonces, el cordel junto con la llave pendían del cuello del extraño.
Embelesado con la chica, el hombre jamás vio cuando Poe abandonó la habitación.
El alba se asomaba tras la colina. Un nuevo amanecer, un nuevo despertar. Poe llenó sus pulmones con el frío aire de la mañana y después de dar unos pasos al exterior, cayó de bruces frente a su casa.
Si decides participar en el reto, puedes encontrar el ejercicio en el siguiente link:
Un final para un relato (RETO) / An ending for a story (CHALLENGE)
Gracias por visitar
Hasta la próxima.
Greetings friends @hispapro, I was browsing through Hive's publications and I came across this challenge and decided to participate in it. I appreciate very much for the contribution and I love this kind of contest that allows me to improve my writing, storytelling, and inventiveness.
Without further ado, I leave you with my final.
The Poe Hill
Poe was a writer who lived on the hill north of Indiapolis; the quietest town in the state of Veramendoza. In the minds of the curious, the hill looked dreary, but for the writer's daily life his abode was lonely; on moonlit nights, dreary; and he always had access to the Internet. Thanks to technology and despite his solitude, Poe had a large following on social networks, who admired his dark and macabre writing style. However, Poe wasn't satisfied with just having online followers; he wanted them within his physical reach. So he began inviting people to his cabin; with the excuse that he was going to hold reading sessions with his most terrifying works, he allowed them to invade his solitude and his hill. His followers, excited by the opportunity to meet their idol, eagerly accepted. The gatherings were pleasant, Poe's voice seduced them with a strange fascination they had never experienced before; people climbed the hill anxiously and there even came a time when the desire to listen to the macabre stories became essential to sleep and although they felt that the voice of the reader was tearing them apart, that what the writer was telling was happening to them, that they were the victims of the murderer who one by one was taking their souls, they did not leave the hill; on the contrary, they slept during the day in front of Poe's house to wait there for the next night. Indiapolis fell in love with Poe's reading; his stories had the people spellbound; he himself was amazed by the power of his tales, he even stopped writing to orally invent the stories and used the people as characters. He knew of secrets, of hidden beliefs, of enigmatic people; all the people were revealed to him in his mysteries; he had in his hands the truth of all, in his talent the darkness and the light to mix the false with the true and when he did it, he awakened the will of creation; he created an amorphous monster, collective, of a thousand heads, that began to attack each other. From the hill Poe narrated and with the thread of his voice, he moved the people, at will, as writers wish to move their readers. One by one he fell to the ground, dead, in a cruelty that threatened to end the world.
And so time went by, dozens of Edgar Alan Poe's listeners kept gathering outside his house, eagerly waiting to hear more of his incredible stories, until one day, among the audience, there appeared a man who not only admired how Poe's fans let themselves be manipulated like puppets in performance but also envied, even more, his talent of constantly inventing stories and wished eagerly to take away the creative power that the puppeteer possessed.
It was then that he decided to befriend the majestic writer; he brought him expensive gifts, unique editions in the world, coveted by the most ambitious collectors; he indulged him with exotic delicacies to please his palate. One afternoon, when everyone had surrendered to his stories, the man brought an exquisite bottle of wine, so much did Poe like it that he invited the stranger to share it inside his house.
The evening passed in a pleasant chat between the two gentlemen, finally, the stranger took advantage of the intoxicating effect of the wine to confess his desire to be as good a writer as his host was and wished to know, no matter the cost, how he was able to continue creating such amazing stories.
Poe's eyes sparkled in the candlelight that separated them.
After a pause, Poe's lips drew into a pleasant smile. Poe asked the gentleman if he really wished to know his secret. The stranger, anxious, did not hesitate for an instant and answered in an affirmative, almost pleading manner.
Satisfied, Poe led him into a small room filled with books, dimly lit by a small spotlight. In the gloom, the man could see a tiny wooden desk, on it, there were many messy pages, scribbled and stained with ink; on one side there was a feather and an antique inkwell. The stranger never thought that such instruments were still used for writing.
Poe told his guest that before revealing the mystery of his successful talent, there was one condition that had to be fulfilled to the letter: Never divulge the secret to anyone else, in any way whatsoever.
Without a second thought, the stranger hastily nodded his head and made a cross over his heart. Pleased, Poe opened his shirt and extracted a skeleton key tied to his neck by a string, which no one had ever noticed. With it, he opened a green wooden door that had gone unnoticed by the guest.
He gasped as he saw what was behind it. A girl of subtle beauty, porcelain skin, and long raven hair. Her deep blue eyes rested on Poe's.
"You've broken your promise," the young woman exclaimed.
Poe nodded softly. The girl rose from where she sat and placed her hands around Poe's neck. A sound of released shackles was heard and then she glanced at the stranger whom she then wrapped her arms around with a sweet smile. Then, the cord along with the key hung from the stranger's neck.
Bewitched by the girl, the man never saw Poe leave the room.
Dawn was breaking over the hill. A new sunrise, a new awakening. Poe filled his lungs with the cold morning air, and after taking a few steps outside, he fell flat on his face in front of his house.
If you decide to participate in the challenge, you can find the exercise at the following link:
Un final para un relato (RETO) / An ending for a story (CHALLENGE)
Thanks for passing by
See you next time.