La palabra semanal: BAILAR

in #hive-1792912 years ago

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   Sudorosos cuando es merengue o salsa. Con alpargatas para el joropo. Pegaditos si suena bachata. Luciendo el mejor traje durante un vals. Alrededor de una fogata en la playa, con los pies descalzos, mientras retumban los tambores. A pocas horas del amanecer, con sentimiento, cuando colocan vallenato. Movidos por la libido, sin recato, mientras suena el reggaetón. Al son de la calle, el bombo y la caja, cuando es hip hop. Sin importar la forma ni el estilo, la palabra de esta semana exige música, movimiento, destreza, ganas de darle vida al cuerpo.

   Bailar es una actividad que se lleva a cabo desde épocas remotas. Al principio, el baile era un elemento de oración y parte de los ritos de culturas primitivas. Con el tiempo dejó de representar algo más que una plegaria y empezó a tener un valor por sí mismo. A partir de ahí, se desarrolló de manera casi exclusivamente artística.

   En la actualidad, cada nación cuenta con un baile tradicional, la música más comercial es bailable, existen una infinidad de academias de baile de todo tipo y saber mover el cuerpo es saber moverse en sociedad, otra forma de comunicarse.

La danse au Moulin Rouge │ Henri de Toulouse-Lautrec (1864–1901)

   Todo esto suena muy bien, pero cuando hablamos del origen de la palabra, algunos etimólogos se rascan la cabeza y comienzan a hacerse preguntas. En el “Diccionario de la lengua española” de la RAE, por ejemplo, observamos que la palabra es de origen incierto y está asociada con el latín ballare.

   Por otro lado, en su “Breve diccionario etimológico de la lengua castellana”, el maestro Corominas nos indica que el término proviene del antiguo occitano balar, aunque nadie sabe de dónde nace la i. A este respecto, Corominas dice lo siguiente:

Quizá en los Pirineos españoles se cruzó con la voz bailar “mecer”, todavía usual en el Alto Aragón; esta vendría de bajulare “llevar a cuestas”, derivada de bajula “ama de cría”, que lleva el niño también pero lo mece; mientras que el occitano balar sale del latín tardío ballare “bailar”, procedente a su vez del griego pãllo “yo salto, me meneo”.

   El Dr. Monlau, en cambio, es más directo:

Del latín ballare, “bailar”, se formaron el catalán ballar, el italiano ballare y el castellano bailar. El ballare latino corresponde al griego ballizõ, “saltar, brincar”, frecuentativo de ballõ, “golpera”.

   Sea cual sea su origen, lo cierto es que de esta palabra derivan baila, bailadero, bailador, bailadorcillo, bailarín, baile, bailecillo, bailecito, bailete, bailón, bailotear y bailoteo.

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   Como dato curioso, descubrimos que baile, lo que se conoce hoy como la acción de bailar, era una forma de llamar antiguamente, en la corona de Aragón, al juez ordinario en varios pueblos de señorío. En Andorra, nombraban de la misma manera al magistrado de menor categoría que la del verguer. También se le decía así al ministro superior del real patrimonio. Quién lo diría.

   Cuando hablamos de bailar, asistir a un baile, soñar con ser bailarín, no nos vemos metidos en nada judicial ni político. Cuando escuchamos de una bailadera, nos vestimos con nuestras mejores ropas y salimos a visitar el lugar para demostrar lo que sabemos hacer sobre la pista de baile. Tras complacer al cuerpo, regresamos a casa contentos. Y aunque hayan surgido inconvenientes por el camino, podemos decir con ahínco, ¡que me quiten lo bailado!

   Bailar también es que una cosa se mueva sin salir de un espacio. Por eso decimos que a fulana le bailaron los ojos cuando vio a fulanito. O a este muchacho le baila un diente. En el área de la imprenta, por ejemplo, es un error que ocurre cuando una línea, palabra, tipo o espacio se desplaza hacia un lugar no adecuado. En Venezuela, hay una frase popular entre compadres, para referirse a un caso de infidelidad: “¿supiste que al vecino tuyo le bailaron a la mujer?”, pregunta el chismoso antes de comenzar la cháchara.

   Pero mejor lo dejamos hasta aquí, que la canción casi termina y queremos seguir bailando.

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Referencias:

• Real Academia Española. (1992). Diccionario de la lengua española (21a ed.).

• Corominas, J. (3ra.). (1987). Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana. Gredos, S. A.

• Monlau, P. (2da.). (1881). Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana (ENSAYO). ARIBAU Y CÍA.

• AA. VV. (1965). Monitor. Enciclopedia salvat para todos. Salvat, S. A. de Ediciones.

Diseño:

  • Photoshop CS6

Recursos gráficos:

Lupa.

Libro.

Estantería de libros.

Pergamino.

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Conozco la frase: "le bailaron la pareja" aca se dice de una forma mas vulgar pero la conozco jaja cada palabra tiene su historia que ni me imaginaba, lastima que a mi me da verguenza bailar pero si es un momento en donde nos comunicamos con la sociedad, nos conectamos de otra forma mucho mas alegre, romantica, dependiendo del baile, habria que mover las plumas un poco mas ya que tambien es un buen ejercicio jeje

Jajaja sí vale, es una actividad muy saludable. Yo tampoco bailo, pero me gustaría aprender. No sabía que en Argentina también usaban esa frase. Es una buena manera de comentar una infidelidad. A mí siempre me han dicho que por no saber bailar me pasará eso, pero como ahorita no tengo pareja y cuando la tengo pienso que si se va con otro es porque no quería estar conmigo y no por no saber bailar, no me doy mala vida. Ya llegará el momento de aprender. Gracias por la lectura y el comentario, querida. Saludos.

Y por la plata baila el mono! Tal vez por allí podamos ver la relación con el ministro. jajaja. Mientras leía, recordé la cantidad de culturas que consideran algunos bailes como rituales sagrados, para ofrendar y pedir a los dioses. Disfruté este post, no solo por lo que pude aprender, también porque me encanta bailar. Bailo todo, hasta la picha del ojo. Creo que el baile desestresa, pone en forma y llena el corazón de alegría. Fiel creyente en aquella frase de que aunque la vida no sea la fiesta que esperamos, bailemos mientras dure. Abrazos

¡Me faltó esa! Tienes razón jajaja. Hay muchas formas de conectar a nivel espiritual con aquellos seres que adoramos, hacerlo mediante el baile me parece genial. No sé por qué, pero algo me decía que te encantaba. Yo no bailo nada, a menos que tenga varios tragos encima y se me quite la pena jajaja. Concuerdo. Mi madre es una gran bailarina, las veces que la he visto más feliz y relajada ha sido después de durar más de media hora bailando. Mover el cuerpo al son de un ritmo musical nos revitaliza. Gracias por traer a colación esa frase y por la visita. Abrazos de vuelta.

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Agradecido siempre por el apoyo, amigos. Saludos.

Un post muy movido y sabroso; no podría ser de otro modo tratándose de la palabra "bailar", que nos lleva de un lado a otro. Muy buen trabajo el que vienes realizando, apreciado @juniorgomez.

Gracias por la lectura y la valoración, estimado @josemalavem. Saludos.