Una mujer entera tiene las costumbres de la salvación: reseña crítica a la obra Borderlands/La frontera: La new mestiza, de Gloria Anzaldúa

in #hive-1792912 days ago

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Introducción

“Una mujer entera tiene las costumbres de la salvación”; la frase rondaba constantemente mi cabeza mientras releía el capítulo: “Movimientos de rebeldía y las culturas que traicionan”, del libro Borderlands/La frontera: La new mestiza, de Gloria Anzaldúa, publicado en Madrid por Capitán Swing en su Colección de Ensayos, 1987. Pero, ¿a costa de qué tal entereza? A medida que avanzaba intenté tomar nota de todos los abandonos que supuso la resistencia antisistema, antisocial y cultural para, finalmente, poder proclamarse a salvo de los estructuralismos hegemónicos.
Esta es una obra seminal que ha dejado huella en los Estudios de Género, la Teoría Queer y los Estudios Chicanos. A través de un enfoque poético y autobiográfico, Anzaldúa explora la experiencia de vivir al margen, no solo en un sentido geográfico entre Estados Unidos y México, sino también en términos de identidad, cultura y género. Su obra es un testimonio del dolor y la resistencia de aquellos que habitan en espacios liminales, donde se entrelazan múltiples identidades y se desafían las normas establecidas.

El texto se estructura como una mezcla de prosa poética y ensayo, lo que permite a la autora jugar con el lenguaje y las emociones de manera efectiva. A lo largo de sus páginas, aborda temas como la opresión, el racismo, el sexismo y la homofobia, que afectan a las comunidades marginadas. Su concepto de “la frontera” trasciende lo físico y se convierte en una metáfora de las divisiones sociales y culturales que enfrentamos.

A más de tres décadas de su publicación, las problemáticas que Anzaldúa aborda siguen siendo relevantes, la migración, por ejemplo, es tema candente en el discurso político y social. Las voces de las comunidades latinas, indígenas y queer continúan su lucha por reconocimiento en un mundo que las marginaliza. El racismo sistémico, la violencia de género y la discriminación por orientación sexual son realidades que persisten y que en esta obra se articulan con una profundidad notable. Borderlands… se vuelve un faro para nuevas generaciones de activistas y pensadores que buscamos cuestionar y desmantelar las divisiones que invisibilizan la diversidad y subyugan los derechos humanos. Su llamado a la interseccionalidad y a la construcción de una identidad mestiza resuena con fuerza en los debates contemporáneos sobre inclusión y justicia social.

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Análisis

Para analizar y cuestionarnos respecto a dicho texto, cabría primero mencionar algunas sentencias claves en el discurso, por ejemplo, ahondar en la idea de que, según la autora, la frontera es un lugar de conflicto y resistencia. Esta afirmación subraya la complejidad de identidades culturales que se entrelazan y chocan, donde la única manera de sobrevivir es a través de la rebelión, lo cual refleja su creencia en la necesidad de desafiar las estructuras de poder que oprimen a las comunidades marginalizadas. De marcada relevancia en sus planteamientos resulta la necesidad de crear un nuevo lenguaje y una nueva forma de ser que refleje la experiencia de quienes habitan en estos límites, destacando la importancia de la voz y la autoexpresión. Para ello, cabría preguntarnos:

¿cuál es el papel del lenguaje en la afirmación de la identidad cultural y en la resistencia a la asimilación dentro de las comunidades chicanas y mestizas?


¿Cómo se intersectan la sexualidad, el género y la raza en la experiencia del ser mestiza, y qué implicaciones tiene esto para el activismo y la autoexpresión?


Disímiles son las problemáticas que plantea la autora en el capítulo y que de algún modo se reconectan con el resto de lo abordado en todo el libro; cuestiona:

¿cómo afecta la experiencia de ser mestiza a la construcción de la pertenencia en el contexto de las fronteras culturales y geográficas? Al mismo tiempo, ¿de qué manera las estructuras de poder y opresión impactan a las mujeres y la comunidad queer en las fronteras, y qué formas de resistencia emergen a partir de estas experiencias? Todo su discurso gira en torno a la teoría crítica feminista discutiendo ¿qué papel juega el feminismo en la lucha por los derechos de las mujeres en las comunidades fronterizas, y cómo se pueden construir alianzas efectivas entre diferentes grupos marginalizados?

El ser mestiza influye, sin lugar a duda, en la construcción de la identidad al navegar entre múltiples culturas y tradiciones. En contextos de fronteras las personas mestizas desafían categorías rígidas de nacionalidad o “raza”. Esta complejidad genera sentimientos de alienación o, por el contrario, una identidad híbrida lo que quizá podría fortalecer el sentido de pertenencia. Sin embargo, las estructuras de poder impactan significativamente manifestándose en violencia, marginación y falta de acceso a recursos, incitando formas de resistencia tanto individual como colectiva para el fomento de la solidaridad entre grupos oprimidos.
“Movimientos de rebeldía y las culturas que traicionan” es un texto que transita constantemente por conceptos que hemos estado aludiendo a lo largo del análisis y que encierran palabras claves como: identidad, género, comunidad queer y fronteras.

Desde una perspectiva crítica, se pueden encontrar diversas voces que complementan y contrastan la visión de Anzaldúa. Por un lado, autores como Cherríe Moraga, en su obra This Bridge Called My Back, también abordan la interseccionalidad y la resistencia de las mujeres de color, destacando la importancia de la comunidad y la solidaridad entre diferentes grupos marginados. Moraga enfatiza la necesidad de un feminismo que integre las experiencias de las mujeres latinas y las mujeres queer, alineándose con la visión de Anzaldúa sobre la reconstitución de la identidad a través de la colectividad. Sin embargo, algunos críticos han argumentado que la obra de Anzaldúa, aunque poderosa, puede caer en la idealización de la figura de la “nueva mestiza” sin abordar completamente las complejidades de las luchas individuales y colectivas. Ana Castillo ha señalado que, si bien Anzaldúa celebra la identidad mestiza, es fundamental reconocer las tensiones internas y las divisiones que también pueden existir dentro de las comunidades chicanas (Peláez 242).

La perspectiva postcolonial de Homi K. Bhabha podría ofrecer un contrapunto interesante al insistir en la idea de la “hibridación” cultural, que se relaciona con el concepto de la frontera de Anzaldúa. Bhabha sugiere que las identidades no son fijas, sino que se construyen en un espacio de negociación y conflicto, lo que podría complementar las ideas de resistencia que plantea la autora, pero también cuestionar la noción de una identidad chicana monolítica.

En resumen, “Movimiento de rebeldía…” puede ser visto como un punto de partida para discusiones más amplias sobre identidad, resistencia y comunidad. Las voces críticas que emergen en diálogo con su obra enriquecen la comprensión de las luchas contemporáneas, resaltando tanto las similitudes como las diferencias entre aquellos que habitan en las fronteras, tanto geográficas como culturales.

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Aplicación a un texto literario u objeto cultural

La figura de la Malintzín se convierte en un símbolo complejo en este análisis, representando tanto la traición como la resistencia y la mediación cultural. Un producto que se relaciona con esta leyenda, a la que Anzaldúa hace referencia en su texto, es la obra de teatro La Malinche, escrita por la dramaturga María Luisa Bombal. Esta obra aborda la vida deLa Malinche, quien fue intérprete y amante de Hernán Cortés durante la conquista de México. A través de su historia, se examinan temas de traición, poder, y la dualidad en su papel como mediadora entre dos culturas: la indígena y la europea.

Tanto en el capítulo como en la obra de Bombal, la figura de La Malinche es interpretada como un símbolo de la identidad mestiza. Anzaldúa habla de la nueva mestiza como alguien que vive en la frontera, entre culturas, y que debe navegar por la búsqueda de una nueva identidad al límite. La Malinche, en ese sentido, representa a aquellos que deben mediar entre diferentes mundos y, en muchos casos, enfrentarse a las consecuencias, reparando además en que no se trató de una voluntad, sino que más bien fue ofrecida como tributo por su padre. Acá vemos la cosificación de la mujer como uno de los puntos clásicos en el debate.

Como hemos visto, en el texto, Anzaldúa enfatiza la importancia de la resistencia frente a la opresión. La Malinche, aunque a menudo es vista como una traidora, también es interpretada como figura de rebeldía en su propio contexto al utilizar sus habilidades para sobrevivir en un mundo cambiante. La obra de Bombal refleja esta dualidad.

Anzaldúa aboga por una reinterpretación de la historia desde la perspectiva de las mujeres y las culturas marginadas. En la obra de Bombal, la historia de La Malinche se presenta de manera más matizada, lo que permite explorar las complejidades de su situación. Esto se alinea con la propuesta del capítulo en cuestión al contar historias que desafían las narrativas dominantes y que dan voz a las experiencias de las mujeres mestizas. Discuten el cuerpo como un territorio en conflicto, donde se manifiestan las luchas culturales y sociales. La Malinche, como figura histórica, simboliza esta lucha. Tanto en la obra de Bombal como en el análisis de Anzaldúa, el cuerpo de La Malinche se convierte en un campo de batalla para el cruce las tensiones provocadas por la colonización. Ambos textos invitan a una reflexión más profunda sobre la historia, el poder y la voz de las mujeres en contextos de opresión y cambio cultural.

En conclusión, “Movimientos de rebeldía y las culturas que traicionan”, del libro Borderlands/La frontera: La new mestiza, de Gloria Anzaldúa, es más que un libro; es un manifiesto de resistencia y una invitación a repensar nuestros propios límites. Su relevancia perdura recordándonos que las luchas por la equidad y la justicia son universales y que, a pesar de los avances, aún no es suficiente. La obra es un legado que continúa inspirando, desafiando y educando a aquellos que se atreven a cruzar las fronteras del pensamiento y la acción.

Bibliografía

• Anzaldua, Gloria. “Movimientos de rebeldía y las culturas que traicionan”. Multitudes, vol. 29, no. 2, 2007, pp. 51-60.


• Bhabha, Homi K. El lugar de la cultura. Ediciones Manantial, 2007.


• Moraga, Cherríe, y Gloria Anzaldúa. This bridge called my back: Writings by radical women of color. suny Press, 2022.


• Peláez Rodríguez, Diana Carolina. “Xicanisma: la poética de concientización feminista y fronteriza de Ana Castillo”. Nómadas, vol. 54, 2021, pp. 237-249.

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Excelente reseña! Gracias por compartir!

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Excelente Lisbeth.

Como siempre un análisis bastante ilustrativo.

!BBH

Un placer leer cada reseña tuya. Y esta lo confirma.
¡Excelente!

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