En una gran ciudad vivía con su familia humana,
una hermosa gata de nombre Diana,
su hermoso pelaje parecía de lana,
todos la admiraban cuando se acostaba en la ventana.
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Pero Diana tenía un problema con el que tenía que luchar,
trataba de huir cuando se tenía que ir a bañar,
ella con su lengua solo se quería limpiar,
ese era un gran problema la casa comenzaba a apestar.
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Kathy la dueña de la gata estaba muy preocupada,
porque le gustaba tener su casa muy aseada,
así que iba a actuar con medidas desesperadas,
Diana no sabía el día que le esperaba.
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Kathy agarró a Diana en sus brazos mientras le cantaba,
luego la esponja le pasó suavemente mientras la mojaba,
le decía lo importante que era la enjabonada,
para quedar olorosa y muy bien perfumada.
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Con palabras cariñosas Diana ya pudo entender,
que bañarse era importante para que caricias te den,
es una manera muy fácil de la casa mantener,
así que Diana comprendió que bañarse era su deber.
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Todos los niños al igual que Diana se tienen que bañar,
lavarse bien su cuerpo y jabón se deben colocar,
luego de enjuagarse se tienen que secar,
Ponerse ropa limpia para después salir a jugar.
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