En esta oportunidad me uno al reto que nos trae el @hispaliterario, el cual debemos darle una continuidad y un final al relato inesperado que nos dejan en el post, así que les dejo mi versión.
Después de ese encuentro mágico con la criatura del río, la mujer se sintió más conectada con la naturaleza que nunca antes. Cada día, se dedicaba a explorar los alrededores del río y descubría nuevas maravillas en cada rincón. Desde el brillo de las hojas de los árboles al sol de la tarde hasta el canto de los pájaros en el bosque, la mujer se sintió más viva y agradecida que nunca antes.
A medida que pasaba el tiempo, se dio cuenta de que lo inesperado había traído a su vida un nuevo propósito. No sólo había recuperado su capacidad de maravillarse con el mundo, sino que también había encontrado una nueva pasión: proteger y cuidar del río y su entorno.
Con el tiempo, la mujer se unió a un grupo de voluntarios locales que se dedicaban a limpiar y preservar el río. Juntos, trabajaron para eliminar la basura y los contaminantes del agua, y también plantaron árboles y arbustos en las orillas para proteger la flora y fauna local.
Con el paso de los años, el río se convirtió en un lugar próspero y vibrante, lleno de vida y energía. La mujer se sintió orgullosa de haber contribuido a su recuperación y siempre recordó ese día en el que una criatura mágica le había mostrado el camino.
Y así, la mujer siguió visitando el río todos los días, sintiendo su fuerza y belleza, y trabajando duro para mantenerlo limpio y saludable para las generaciones venideras. A medida que envejecía, sabía que, cuando llegara su momento de partir, lo inesperado la había llevado a un lugar donde había encontrado verdadero significado y propósito en su vida.