La rosa encantada
Había una vez un joven príncipe llamado Felipe, que vivía en un reino rodeado de montañas y bosques. A pesar de su riqueza y poder, el príncipe era infeliz porque no había encontrado el amor verdadero.
Un día, mientras cabalgaba por el bosque, se encontró con una hermosa rosa roja que crecía en el centro de un claro. Fascinado por su belleza, se acercó a ella y la tomó en sus manos. De repente, la rosa comenzó a brillar intensamente y un hada apareció frente a él.
El hada le dijo al príncipe que la rosa estaba encantada y que solo se abriría para el amor verdadero. Si alguien la forzaba a abrirse sin sentir amor verdadero, la maldición caería sobre él para siempre.
El príncipe, decidido a encontrar el amor verdadero, llevó la rosa a su castillo y la mantuvo en su habitación. Durante semanas, observó cómo la rosa permanecía cerrada y cómo cada día se marchitaba un poco más.
Un día, una joven llamada Ana llegó al castillo en busca de trabajo. Ella era dulce y amable, y el príncipe se enamoró de ella al instante. Pero tenía miedo de que su amor no fuera verdadero, así que le pidió al hada que lo ayudara.
El hada apareció de nuevo y le dijo al príncipe que solo había una manera de saber si su amor era verdadero. Debía ofrecerle la rosa encantada a Ana y ver si se abría.
El príncipe se acercó a Ana y le ofreció la rosa. Al tomarla en sus manos, la rosa se abrió lentamente, revelando un hermoso centro dorado. El príncipe supo entonces que su amor por Ana era verdadero y que ella era la única persona en el mundo para él.
Los dos se casaron en una gran ceremonia en el castillo y vivieron felices para siempre. La rosa encantada permaneció en su habitación como un recordatorio de su amor verdadero y de la importancia de escuchar a su corazón en todo momento.
The enchanted rose
Once upon a time there was a young prince named Philip, who lived in a kingdom surrounded by mountains and forests. Despite his wealth and power, the prince was unhappy because he had not found true love.
One day, while riding through the forest, he came across a beautiful red rose growing in the center of a clearing. Fascinated by its beauty, he approached it and took it in his hands. Suddenly, the rose began to glow brightly and a fairy appeared in front of him.
The fairy told the prince that the rose was enchanted and would only open for true love. If anyone forced it to open without feeling true love, the curse would fall on him forever.
The prince, determined to find true love, took the rose to his castle and kept it in his room. For weeks, he watched as the rose remained closed and as each day it withered a little more.
One day, a young woman named Anna came to the castle looking for work. She was sweet and kind, and the prince fell in love with her instantly. But he was afraid that his love was not true, so he asked the fairy to help him.
The fairy appeared again and told the prince that there was only one way to know if his love was true. He was to offer the enchanted rose to Anne and see if it would open.
The prince approached Anne and offered her the rose. As she took it in her hands, the rose slowly opened, revealing a beautiful golden center. The prince knew then that his love for Anne was true and that she was the only person in the world for him.
The two were married in a grand ceremony in the castle and lived happily ever after. The enchanted rose remained in his room as a reminder of his true love and the importance of listening to his heart at all times.