Tócame en las partes más rojas de mi cuerpo,
donde el deseo arde y el susurro es fuego...mi cielo.
Bésame las manos, el cabello al secar,
acaricia la amapola que no quiere marchitar,
pero no toques las sombras que guardo en mi ser,
donde yacen historias que no quiero tejer.
Hombres perdidos y mujeres sin consuelo,
ecos de susurros que el tiempo ha hecho hielo,
besa donde quieras, pero escucha mi canto:
hay un lugar sagrado donde el deseo es encanto.
Bésame bien, bésame mucho
Y si susurras que no...fingiré que no te escucho.
Foto de mi propiedad