(Esta es una publicación bilingüe, puedes ver la versión en inglés al final del post)
Sus manos, con la piel llena de rasguños, recorrían incrédulas la portada del poemario. La yema de los dedos llevaban el mensaje de una cartulina suave y satinada mientras las células olfativas revelaban el detalle del papel nuevo lleno de poemas viejos.
Ya no recordaba esos poemas... hacía mucho que había perdido la esperanza de verlos impresos alguna vez. Miró a su amigo "Bigote Brocha", quien la observaba, calibrando los moretones que tenía en sus mejillas. Trató de darle las gracias, pero no podía emitir sonido alguno, tampoco sabía qué decirle o como decirle. Hasta que él, riendo, abrió los brazos y ella - pequeña y menuda- se perdió en ellos, rodeada de su sempiterna fragancia "Old Spice" mientras daba rienda suelta sin pena alguna a un llanto en el que desahogó años de frustración y anhelos.
Fuente
- No es fácil ser escritor, es aún más difícil ser poeta. Y cuando se es el único poeta de la familia, de la cuadra y del pueblo...se vive a diario el ser el "raro", el "diferente", hasta llegar a convertirse casi en el paria de la comunidad.
Con quince años de distancia, aún resonaban en su memoria estas palabras de su Profesor de Lengua y Literatura - en esa época con la misma colonia "Old Spice", pero con menos panza, sin bigotes y - por supuesto - aún sin el apodo.
Jamás pensó que entre ellos nacería una amistad tan fuerte, tan de ellos. Una vez, timidamente, le dio a leer uno de esos protopoemas que escribía en el baño y ocultaba bajo el colchón. Desde ese momento, en cada clase ponía en su pupitre semanalmente un libro en calidad de préstamo. Conoció - gracias a él - a Walt Whitman, Emily Dickinson, Alfonsina Storni, Arthur Rimbaud...
Su poesía "se redondeó" leyendo a los grandes. El día que le dió a leer un poema sobre su abuelo, poema que luego él le pidió, pensó que le había gustado bastante. Pero... supo que pasaba algo diferente cuando le vió copiarlo en el cuadernillo que llevaba siempre consigo, y cuando lo vió escrito con una caligrafía maravillosa - que no era la de él - transcrito en un pergamino y colocado en lugar preferencial en la pequeña salita de estar - único lugar ordenado de su apartamento de soltero lleno de libros por todas partes - .
Los años cambian, los azares de la vida nos cambian. La de ambos fue tormentosa por circunstancias diferentes y ajenas, pero ese encuentro único con la pasión del leer, crear y escribir poesía fue siempre un faro conductor en su vida.
Cuando ella se separó - en foma traumática - de su tercer esposo, ella estaba allí. Así como cuando falleció el único hijo que él tenía - y tendría - y cuya existencia ignoró hasta dos días después de su muerte.
Pero... esta vez... todo era irreal... más bien, surreal. Sin ella saberlo - y, logicamente, sin su consentimiento que él sabía no le daría si se lo solicitaba - inscribió el poemario en esa Bienal y el premio era la publicación, más la entrega de 50 ejemplares, más un premio en metálico más bien simbólico en el que ninguno de los dos reparó.
El poemario, su propio poemario, no se lo podía creer. Esa noche, cuando el esposo embriagado llegó como tantas otras noches, violento y furioso a casa, hasta él notó algo raro en la atmósfera y se acostó sin lastimarla, sin golpearla, como acostumbraba.
Si deseas participar en este concurso, lee sus bases haciendo clic acá
English Version
Her hands, with skin full of scratches, ran in disbelief over the cover of the book of poems. The fingertips carried the message of a smooth, satiny cardboard while the olfactory cells revealed the detail of the new paper full of old poems.
She no longer remembered those poems... She had long since given up hope of ever seeing them in print. She looked at her friend "Brush Mustache", who was watching her, gauging the bruises on her cheeks. She tried to thank him, but she couldn't make a sound, nor did she know what to say or how to say it. Until he, laughing, opened his arms and she - small and petite - lost herself in them, surrounded by his everlasting fragrance "Old Spice" while she gave free rein without any regret to a cry in which she vented years of frustration and longings.
Fuente
-It is not easy to be a writer, it is even more difficult to be a poet. And when you are the only poet in the family, on the block and in the town... you live daily being the "strange", the "different", until you become almost the outcast of the community.
Fifteen years away, these words from his Language and Literature Teacher still resonated in her memory - at that time with the same "Old Spice" cologne, but with less paunch, no mustaches and - of course - still without the nickname.
She never thought that such a strong friendship would be born between them, so much of them. Once, timidly, she gave him one of those protopoems she wrote in the bathroom and hid under the mattress to read. From that moment on, in each class he put a book on her desk weekly to borrow. She met - thanks to him - Walt Whitman, Emily Dickinson, Alfonsina Storni, Arthur Rimbaud...
Her poetry "was rounded" by reading the greats. The day she gave him a poem to read about her grandfather, a poem that he later asked herim to read, she thought he liked it quite a bit. But... she knew something different was happening when she saw him copy it in the notebook he always carried with him, and when she saw it written in a wonderful handwriting - which was not his - transcribed on a parchment and placed in a preferential place in the small living room - the only tidy place in his bachelor apartment full of books everywhere -.
The years change, the chances of life change us. Theirs was stormy due to different and unrelated circumstances, but that unique encounter with the passion of reading, creating and writing poetry was always a guiding light in their lives.
When she separated - in a traumatic way - from her third husband, he was there. Just like when the only son he had - and would have - died and whose existence he ignored until two days after his death.
But... this time... everything was unreal... rather, surreal. Without her knowing it - and, logically, without her consent, which he knew she would not give if he requested it - he entered the collection of poems in that Biennial and the prize was publication, plus the delivery of 50 copies, plus a rather symbolic cash prize. which neither of them noticed.
The collection of poems, her own book of collection of poems, she couldn't believe it. That night, when her drunk husband came home like so many other nights, violent and furious, even he noticed something strange in the atmosphere and went to bed without hurting her, without hitting her, as he usually did.
If you want to participate in this contest, read its rules by clicking here
Thank you for reading this far.
Gracias por llegar leyendo hasta acá.
Own photo taken with Samsung J2 Prime cell phone
Foto propia tomada con celular Samsung J2 Prime
The text in Spanish was created without AI The text translated with
Traductor Google
If you want you may follow me on the networks
Si lo deseas puedes seguirme en las redes
Blogger
▶️ 3Speak
Youtube