Diana era una niña traviesa con una imaginación increíble. Estaba temerosa de cruzar por la cortina de agua, pues no quería mojar su cabello. Suspiró y por fin se atrevió a cruzar. El agua la empapó.
Tenía un poco de miedo al sentirse empapada y sin mucha visibilidad hacia el frente, realmente no sabía con qué se encontraría.
Continúo corriendo a través del agua cuando se estrelló con algo pequeño. Pensó que era un insecto, pero le pareció muy grande, así que debió ser un pájaro, pensó. Se agachó a recogerlo y se dio cuenta de que era una pequeña hada.
Diana quedó maravillada con las preciosas alas, sus ojos grandes y expresivos y su pequeño traje de hojas de árbol y flores.
La niña tomó entre sus manos a la pequeña hada y le preguntó si estaba bien. El hada se levantó y le dijo que se había estrellado cuando, desesperada, iba por ayuda después de la cortina de agua.
Diana intentó tranquilizar al hada mientras se ofrecía para ayudarle a resolver el problema. El hada le pidió que la siguiera y juntas corrieron por un camino de baldosas color blanco.
Mientras avanzaban, Diana podía observar maravillada las flores conversando con las mariposas, los caracoles paseando con sombrero y sombrilla, y los mosquitos volando de un lado a otro transportando agua para regar las plantas de lechuga.
La niña no podía creer que este mundo mágico estuviera detrás de esa cortina de agua. Le encantaban las cosas nuevas y en este momento todo lo que veía le causaba asombro.
El hada le explicó que tenían problemas para hacer llegar el agua hasta el estanque, donde las hadas tomaban baños por la tarde. Diana observó todo y se sintió afortunada de que su padre le enseñarahace unos días a hacer nudos y a unir cosas con sogas.
Pidió unas ramas y lianas, y después de hacer unos nudos pidió a un viejo caracol que sostuviera la liana para apretar bien y que quedara firme.
Justo cuando Diana le pidió a las hadas que volaran con la rama hacia el fluido del agua, una voz dulce, pero fuerte gritó el nombre de la niña.
Diana se sobresaltó, el agua comenzó a correr por la rama hacia el estanque. Las hadas aplaudían y todos los animales y las flores estaban felices.
La niña sonrió y volvió a escuchar la voz que la llamaba. Se volteó y era su madre que entraba al baño para decirle que se diera prisa o llegaría tarde a su clase de piano.
The journey to fairyland
Diana was a naughty little girl with an incredible imagination. She was afraid to cross through the water curtain, as she didn't want to get her hair wet. She sighed and finally dared to cross. The water soaked her.
She was a little afraid as she felt soaked and without much visibility to the front, she really didn't know what she would encounter.
She continued to run through the water when she crashed into something small. She thought it was an insect, but it seemed very large to her, so it must have been a bird, she thought. She bent down to pick it up and realized it was a small fairy.
Diana marveled at the beautiful wings, her big, expressive eyes and her little outfit of tree leaves and flowers.
The little girl took the little fairy in her hands and asked her if she was all right. The fairy got up and told her that she had crashed when, in desperation, she went for help after the water curtain.
Diana tried to reassure the fairy as she offered to help her solve the problem. The fairy asked her to follow her and together they ran along a white tiled path.
As they went along, Diana could watch in wonder the flowers chatting with the butterflies, the snails strolling with hat and umbrella, and the mosquitoes flying back and forth carrying water to irrigate the lettuce plants.
The little girl could not believe that this magical world was behind that curtain of water. She loved new things and at this moment everything she saw caused her amazement.
The fairy explained to her that they were having trouble getting the water to the pond, where the fairies took baths in the afternoon. Diana watched everything and felt lucky that her father had taught her a few days ago how to tie knots and bind things together with ropes.
She asked for some branches and vines, and after tying a few knots she asked an old snail to hold the vine so that it would be tight and firm.
Just as Diana asked the fairies to fly with the branch into the flowing water, a sweet but loud voice called out the girl's name.
Diana was startled, the water began to run down the branch into the pond. The fairies clapped their hands and all the animals and flowers were happy.
The little girl smiled and heard the voice calling her name again. She turned around and it was her mother coming into the bathroom to tell her to hurry up or she would be late for her piano lesson.
The photos were taken with my ZTE Blade A3 2020 phone.
Corrector Castellano
App: Canva / Giphy. The translation was done with deepl.com. Post of my authorship.
All Rights Reserved || © @tere.alv - 2023
_
Las fotos fueron tomadas con mi teléfono ZTE Blade A3 2020.
Corrector Castellano
App: Canva / Giphy. La traducción fue hecha con deepl.com. Post de mi autoría.
Todos los Derechos Reservados|| © @tere.alv - 2023