EL BURRO Y LA MARIPOSA
Bajo una mata frondosa
donde un burro está amarrado
una linda mariposa
sobre su lomo se posa
con su cuerpo delicado.
Saludos para la hermosa
y gracias por la visita,
dice el burro, qué gran cosa
es contemplar a una diosa
así nomás tan cerquita.
Entonces la mariposa
en su gran ego se abisma
y en una actitud gozosa
de manera alabanciosa
comienza a hablar de sí misma:
Ya ves que soy la más bella
y que mis lindos colores
al universo destella
quitando luz a la estrella
y dando envidia a las flores.
Yo doy vida a los rosales
y a la campiña decoro
y mis encantos son tales
que no me igualan cristales
ni el mismo brillo del oro.
Y ¡ay, Dios mío! De repente
una rama se destroza
y de forma sorprendente
le cae precisamente
encima a la mariposa.
Pensó el burro, sollozante,
al ver la bichita muerta:
La belleza es un instante
de vanidad delirante,
pues la vida es cosa incierta.
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Texto e imagen de Tomás Jurado Zabala
Gracias por sus amables lecturas