El viento habla, fue lo primero que se me vino a la mente y en verdad no puedo negar que lo he sentido así. El viento es capaz de comunicar todas las emociones humanas: la calma, la ternura, la ira, la confusión. Desde una suave y cálida brisa, hasta los destructivos tornados, el viento muestra su amplia y multifacetica comunicación.
Necesitamos del viento, incluso cuando no nos gusta. Acarrea semillas y esporas, hace que todo se mueva, circule y se renueve. Las palabras si se las lleva el viento pero algún día también las trae de vuelta por lo que sigue siendo necesario tomar cada vez más consciencia de lo que se dice.
Imagen de Michael Schwarzenberger en Pixabay
No se habla mucho sobre el viento a menos que esté en sus facetas más violentas, sólo ahí se le presta atención. Otras manifestaciones de la Naturaleza suelen estar más presente en el imaginario colectivo, como el agua y el fuego, pero es raro escuchar comentarios sobre el viento.
A decir verdad a mi tampoco me gusta demasiado el viento, pero en ocasiones, cuando la vida se sentía estancada y sin sentido, me ha empujado hacia nuevos rumbos. Lo digo literalmente. Soplando mi espalda con todas sus fuerzas y haciendome avanzar con facilidad en la dirección de mi destino.
Otra ocasión en que nos hemos llevado bien es al hacer música en la Naturaleza. He sentido que muchas veces me acompaña subiendo su intensidad a medida que lo hace la canción y calmandose en las partes más tenues. En dichos días he sentido que es una consciencia viva, no solo algo que sopla sin sentido.
Muchas culturas indígenas decían que todo cuanto habita en la Naturaleza tiene espiritu. Incluso las piedras y las montañas, que en su inmovilidad parecen ser lo más lejano a la vida, lo tienen. Así mismo decían que el viento tiene espiritu. A mi parecer esta es una perspectiva sabia, basada en la experiencia y observación. El mundo moderno que basa sus creencias en libros y lo que promueve la tecnología pone en duda esto, pero cualquier persona que decida confiar en sus propios sentidos podrá percibir como la inteligencia es algo que va mucho más allá del razonamiento humano.
La inteligencia y la consciencia permiten la existencia humana, no al revés. De este entendimiento se engendra la humildad, el sentido de conexión con algo infinitamente más amplio que lo que perciben los sentidos mecánicos del cuerpo. No me estoy haciendo pasar por iluminado, yo solo he tenido destellos de claridad en los que podido ser parte de esto, pero mi día a día es tan limitado y lleno de deseos como lo es para el resto de la humanidad. Aún así, encuentro positivo escribir estas cosas, para que cuando mi ego las vuelva a leer pueda ser recordado de lo que mi alma trata de comunicarle constantemente.
Finalmente es la práctica de lanzar palabras sabiendo que volverán. Así que hay que esforzarse por emitir palabras de aliento y sabiduría, las cuales puedan ser recogidas en algún momento en que esas cualidades se hayan desvanecido, perdidas por algún horizonte de las ilusiones que fabrica la mente.