Océanos de incertidumbre
El universo no difiere mucho de lo que es el océano. Ambos están fuera de la percepción de nuestra realidad. Creemos haberlo visto todo cuando aún tenemos la incertidumbre de qué cosas habrá allí. En un espacio sin fin tan solo somos ínfimas partículas de polvo que se dispersan entre la penumbra y la oscuridad, donde el sol será nuestro único guía.
Tampoco podemos decir que en la tierra se lo ha conocido todo. Aún no podemos despejar la inquietud de saber que tipos de seres existen bajo las profundidades del mar. Puede tratarse de que nada, o tal vez existan formas de vida que devoren las capacidades de nuestra mente de procesar lo que es en sí la realidad. Si esta situación se llegase a cumplir estaríamos a un lapso de perder nuestro juicio. De encontrar allí debajo criaturas propias de otro mundo, donde cualquier horror aparente sería nuestra sentencia de muerte, o como mínimo castigo, sufrir por siempre y para siempre las pesadillas del miedo a lo desconocido.
Quizás ahora vivamos en paz, pero mientras el mundo se descuida una civilización podría estar creciendo donde no vemos ni queremos ver. Seres que podrían superar los límites de nuestra imaginación, los cuales incluso podrían garantizar qué tan perdidos estaríamos frente una batalla que no podríamos ganar.
La inmensidad que denota este abismo subacuático, podría incluso contener la existencia de un extraordinario coloso viviendo debajo de nuestra cama. Bajo estas circunstancias, los sueños se nos harían trizas y serían reemplazados por la desesperante noción de una pesadilla que de pronto algún día se volvería realidad. Entonces nuestra civilización humana perdería de pronto su existencia por una batalla en la que se podría disputar la adopción de la tierra como un nuevo mundo, donde en él emergerían estas formas de vida, que de alguna forma, podríamos considerarlas como algo infernal.
Más allá de nuestros horizontes de pensamientos, donde la imaginación es tan solo un espacio de posibilidades. Todo puede cumplirse si no es que ya lo está haciendo, pues nada ni nadie aún se ha pronunciado al respecto sobre el nacimiento de aquellas criaturas devenidas de un espacio remoto, las cuales podrían liberarse o emerger con motivo de encontrar nuevas formas de existir sobre las posibilidades de vida en el universo.
Oceans of uncertainty
The universe is not much different from the ocean. Both are outside the perception of our reality. We think we have seen everything when we are still uncertain about what will be there. In an endless space we are just tiny particles of dust scattered in the gloom and darkness, where the sun will be our only guide.
Nor can we say that on earth we have known everything. We still can't clear the restlessness of knowing what types of beings exist under the depths of the sea. It may be that there is nothing, or perhaps there are life forms that devour our mind's ability to process what is reality itself. If this situation were to come to pass, we would be one step away from losing our judgment. Of finding creatures from another world underneath, where any apparent horror would be our death sentence, or as a minimum punishment, to suffer forever and ever the nightmares of fear of the unknown.
Perhaps we live in peace now, but while the world is being neglected a civilization could be growing where we neither see nor want to see. Beings that could surpass the limits of our imagination, which could even guarantee how lost we would be in the face of a battle we could not win.
The immensity that denotes this underwater abyss could even contain the existence of an extraordinary colossus living under our bed. Under these circumstances, our dreams would be shattered and replaced by the desperate notion of a nightmare that would one day suddenly become reality. Then our human civilization would suddenly lose its existence to a battle in which the adoption of the earth as a new world could be contested, where these life forms would emerge, which in a way, we could consider as something hellish.
Beyond our horizons of thoughts, where imagination is only a space of possibilities. Everything can be fulfilled if it is not already doing so, because nothing and nobody has yet been pronounced about the birth of those creatures from a remote space, which could be released or emerge with the purpose of finding new ways of existing on the possibilities of life in the universe.