Hace quince días se registró en la ciudad de Buenos Aires la ola de calor más terrible de todos los tiempos... Llegamos a sentir, al menos en mi departamento, una temperatura de 43 a 46 grados centígrados. Anhelábamos tanto la lluvia, una copiosa que inundara la calle y refrescara mucho este suelo hirviente.
Cuando sentí ese olor, ay!! divino olor: se me vino a la mente esta composición que les comparto.
Poema: Amado Petricor
Décima Espinela Original para Literatos¿Se puede ser más feliz?
Eso me dije al sentirte,
no paré de bendecirte;
¡Tanto anhelé tu llegada!
una prueba desdichada
me colmaba la paciencia.
Era la ruda inclemencia,
de un verano copioso,
que ni el Caribe sinuoso
me causó tanta demencia.
¿Demencia? ¡sí! no veía
tu tempestiva llegada.
Fuiste la más anhelada
de una fuerza natural,
feroz clima sinigual
que causaron tal presión,
que mi única oración
era: "ven, amada mía".
¡Qué bendito fue ese día
en que hiciste aparición!
Y dirán: "es dramatismo",
pero yo lo sufrí, enserio.
y aunque no dije improperio,
sentía que desfallecía.
¡Te anhelaba, amada mía!
Mi piel te necesitaba,
mi sentido cavilaba
¡Cuándo se iría este dolor!
E irrumpió entre aquél calor
tu fragancia acostumbrada
"Petricor"
Mujer de edad mediana, inteligente, entusiasta y altamente soñadora.
Amo escribir, más que cantar, pero ambas cosas son parte de mi vida.
Música y letras llenan mis días de sosiego y paz.