Hello, community! In the world of literature, especially in children's and young adult literature, illustrators play a crucial role. Images complement the text, bring stories to life, and allow readers to visualize scenarios, characters, and emotions, enriching the literary experience. Illustrations provide cultural context, attract and maintain readers' attention, and facilitate comprehension, giving the work a special flavor.
Last week, I had the honor of interviewing Bladimir González Linares, a prominent illustrator born in Cuba, who´s work inspired at least two generations of Cubans. He has been recognized for his invaluable contribution to the world of art and literature. Along his carrer, this man illustrated almost 450 books! Memories of a Golden time in Cuban literature that won't come back.
Although the interview is very long and already belongs to a magazine, I can make you a short review of the whole thing. Bladimir recounts how his interest in illustration began at a young age, leading him to study at the San Alejandro Academy, with the intention of pursuing a similar career. He started in Gente Nueva publishing house in January 1974, where he worked until 2000. In addition to his work at Gente Nueva, he also collaborated with other publishing houses and the Provincial School of Plastic Arts Eduardo Avela in Havana province.
Bladimir's style is particularly interesting, influenced by neoclassicism and mannerism, with elongated figures, beautiful colours and particulary attractive faces. He explains that while a painter has a canvas to express an idea, an illustrator has an entire book to channel what needs to be expressed. Although he regrets not having illustrated many history books, he´s happy because he was able to illustrate "Romeo and Juliet", given the fact that Shakespeare is his favorite author.
Bladimir admits that adapting his creative process to the publishing house's commissions was complex, but over time, his work influenced the assignments he received, allowing him to work on projects that interested him. He highlights his work on the book "Sakuntala," which became a milestone in his career, although he still prefers "Romeo and Juliet."
Regarding the current state of the publishing world, Bladimir comments on the invasion of digital books and how he feels that poetry, in particular, gets lost in this format. Although he acknowledges that the golden age of Cuban publishing houses has passed, he nostalgically recalls book fairs and his interactions with authors and artists.
He also reflects on the recognition of illustrators, noting that they have always had to carve out their own paths and that their work often does not receive the same value as that of writers. However, he emphasizes the importance of living from what he loves and the extraordinary importance of books, which have a life of their own. Finally, as a professor at the Provincial School, he takes pride in having trained several students who are now stars in the field of illustration.
Bladimir González Linares has dedicated his life to what he loves, finding in great literature an immense and overwhelming passion that has marked his professional and personal journey. Doing what you love is not working, he declared to close he interview.
¡Hola, comunidad! En el mundo de la literatura, especialmente en la literatura para niños y jóvenes, los ilustradores desempeñan un papel crucial. Las imágenes complementan el texto, dan vida a las historias, y permiten a los lectores visualizar escenarios, personajes y emociones, enriqueciendo la experiencia literaria. Las ilustraciones aportan contexto cultural, atraen y mantienen la atención de los lectores y facilitan la comprensión, otorgando un sabor especial a la obra.
La semana pasada, tuve el honor de entrevistar a Bladimir González Linares, destacado ilustrador de mi país, cuyo trabajo inspiró a al menos dos generaciones de cubanos. Ha sido reconocido por su invaluable contribución al mundo del arte y la literatura en la Isla. Su carrera ha sido marcada por múltiples galardones en el Concurso Nacional del Libro y su obra ha sido exhibida tanto en Cuba como en el extranjero. A lo largo de su carrera, este señor ilustró ¡aproximadamente 447 o 448 libros! Recuerdos de una época muy activa en el mundo editorial cubano, una época de oro que no parece que vaya a regresar.
La entrevista fue muy larga y ya le pertenece a una revista, pero puedo entregarles un breve resumen de las cosas que hablamos. Bladimir relata cómo su interés por la ilustración comenzó desde joven, llevándolo a estudiar en la Academia de San Alejandro, con la intención de dedicarse a una carrera similar. Se unión a la editorial Gente Nueva (la más importante editorial para niños y jóvenes de Cuba) en enero de 1974, donde trabajó hasta el año 2000. Además de su trabajo en Gente Nueva, también colaboró con otras editoriales y la Escuela Provincial de Artes Plásticas Eduardo Avela en la provincia de La Habana.
El estilo de Bladimir es especialmente interesante, influenciado por el neoclásico y el manierismo, con figuras alargadas y colores hermosos. Sus rostros eran particularmente atractivos, con influencias de varias culturas. Explica que mientras un pintor tiene un lienzo para expresar una idea, el ilustrador tiene todo un libro para canalizar lo que debe ser expresado. Aunque lamenta no haber ilustrado muchos libros de Historia, se alegra de haber podido trabajar en una edición de Romeo y Julieta, pues Shakespeare es su autor favorito al que le rinde culto.
El destacado ilustrador, a sus casi 80 años, recuerda que adaptar su proceso creativo a los encargos de la editorial fue complejo, pero con el tiempo su trabajo condicionó los trabajos que recibía, permitiéndole hacer proyectos que le interesaban. Destaca el libro "Sakuntala", que se convirtió en un hito en su carrera. Sin embargo, su obra más querida sigue siendo "Romeo y Julieta".
En cuanto a la situación actual del mundo editorial, Bladimir comenta sobre la invasión del libro digital y cómo siente que la poesía, en particular, se pierde en este formato. Aunque reconoce que la época dorada de las editoriales cubanas ha pasado, recuerda con nostalgia las ferias del libro y su interacción con autores y artistas.
También reflexiona sobre el reconocimiento de los ilustradores, señalando que siempre han tenido que abrirse camino por sí mismos y que su trabajo a menudo no recibe el mismo valor que el de los escritores. Sin embargo, destaca la importancia de vivir de lo que ama y la extraordinaria importancia de los libros, que tienen una vida propia. Finalmente, como profesor en la Escuela Provincial, se enorgullece de haber formado a varios alumnos que ahora son estrellas en el ámbito de la ilustración.
Bladimir González Linares ha dedicado su vida a lo que ama, encontrando en la gran literatura una pasión inmensa y aplastante que ha marcado su trayectoria profesional y personal. Lo que se ama no es trabajo, declaró para cerrar la entrevista.