El burro ilustrado, de Tomás Jurado Zabala
Mientras las potencias bélicas están aprovechando para mojar el pan en la salsa de las disputas, he mirado hacia un lado para poder leer este fabulario de Tomás Jurado Zabala; un escritor venezolano al que conozco porque es mi amigo, porque es mi maestro y porque es el único venezolano que ha compilado un libro exclusivo sólo de fábulas.
Cincuenta y cinco textos dan vida a El burro ilustrado, en todas se usa al burro como protagonista y en donde, a través de la ironía y el humor, se entremezclan la política, la clase social y el consejo edificante. Una obra escrita con el tino del escritor que conoce su oficio, que sabe de la versificación porque todas estás en versos rimados.
Cuando Tomás imprimió artesanalmente varios ejemplares para obsequiárselos a ciertos amigos, me llevó el mío con la intención de que revisara los gazapos que pudiera tener. De inmediato me sumergí en la primera fábula, El burro casi rey y hubiera avanzado hasta terminarlo esa misma noche, pero así no se lee un libro de fábula.
De modo que cada mañana abría el libro para conocer la peripecia nueva del burrito y aprender con él la nueva lección, porque la fábula ha permanecido hasta nuestros días gracias a que es un tipo de literatura que centra su importancia en lo didáctico como característica principal.
Es una composición literaria, breve, en prosa o en verso, que permite, a través de una ficción alegórica, la personificación de animales, objetos inanimados o ideas abstractas, con la finalidad de dar una enseñanza práctica. De modo que su carácter es ejemplar, y su relato finaliza en una enseñanza moral llamada moraleja que está dirigida a enseñar un principio general de conducta, presentando un modelo determinado de comportamiento.
Y es lo que encontrarán en El burro ilustrado, una compilación bien estructurada, en un estilo versificado ameno, con un lenguaje idóneo para todo tipo de lector; una obra que nos deja una lección edificante en cada fábula; una obra profundamente seria, socialmente útil para niños y jóvenes en edad escolar, para ser regalada a un familiar, a un amigo porque además de educar, entretiene. Un fabulario que estoy seguro será bien apreciado en un futuro inmediato.
The Illustrated Donkey, by Tomás Jurado Zabala
While the warring powers are taking the opportunity to dip their bread in the sauce of disputes, I have looked aside to read this fabulous book by Tomás Jurado Zabala; a Venezuelan writer whom I know because he is my friend, because he is my teacher and because he is the only Venezuelan who has compiled an exclusive book of fables only.
Fifty-five texts give life to The Illustrated Donkey, in all of which the donkey is used as the main character and where, through irony and humor, politics, social class and edifying advice are intermingled. A work written with the skill of a writer who knows his trade, who knows about versification because they are all in rhymed verse.
When Tomás hand-printed several copies to give them as gifts to friends, he took mine to me with the intention that I would check for any typos it might have. I immediately plunged into the first fable, The Almost Kingly Donkey, and would have gone on to finish it that very night, but that's no way to read a book of fables.
So every morning I opened the book to learn about the donkey's new adventure and learn with him the new lesson, because the fable has remained to this day thanks to the fact that it is a type of literature that focuses its importance on the didactic as its main characteristic.
It is a literary composition, brief, in prose or verse, which allows, through allegorical fiction, the personification of animals, inanimate objects or abstract ideas, with the purpose of giving a practical teaching. So its character is exemplary, and its story ends in a moral teaching called moral that is aimed at teaching a general principle of conduct, presenting a certain model of behavior.
And this is what you will find in The Illustrated Donkey, a well-structured compilation, in a pleasant versified style, with a language suitable for all types of readers; a work that leaves us an edifying lesson in each fable; a deeply serious work, socially useful for children and young people of school age, to be given as a gift to a relative, to a friend, because besides educating, it entertains. A fabulous book that I am sure will be well appreciated in the near future.