Honra a tu padre y a tu madre / Honor your father and mother

Saludos, hermanos de @mcgicares. En esta oportunidad voy a compartir con ustedes un mensaje que compartí hace unas semanas en la congregación y que es la continuación de la serie acerca de los diez mandamientos. En esta ocasión se trata del quinto mandamiento, referido al deber de honrar a nuestros padres.

Éxodo 20:12 »Honra a tu padre y a tu madre. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da. (NTV)
Éxodo 20:12 »Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una vida larga y buena en la tierra que el Señor tu Dios te da. (NBV)
Éxodo 20:12 »Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. (NVI)
Éxodo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. (RV1960)

Si revisamos los mandamientos anteriores, todos se referían a nuestra reverencia hacia al Señor, la fidelidad, la honra, y la exclusividad en nuestra elección de su presencia, en los cuales el Señor menciona consecuencias propias de nuestras decisiones, como son su misericordia para nosotros y nuestra descendencia cuando cumplimos lo que manda, pero una vida de oscuridad y maldiciones cuando elegimos darle la espalda.

Ahora bien, muchas personas exteriorizan su intención de cumplir los mandamientos, pero en su corazón no se agradan de hacerlo, por lo que las consecuencias no son las que esperan con su conducta, sino que se frustran al ver que hacen algo y reciben el pago como si no lo hicieran, sin reconocer que el problema es porque lo hacen de mala gana o solo por apariencias, creyendo que pueden engañar al Señor como a las personas.

El quinto mandamiento ya no se refiere directamente a nuestra relación con el Señor, que es un asunto bastante difícil porque implica un cambio interno, es decir, íntegro, sino que el Señor nos pide una conducta externa hacia nuestros padres, siendo tan importante este asunto para el Señor que incluso promete una vida larga y plena. Por eso dice el Apóstol Pablo lo siguiente:

Efesios 6: Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto. 2 «Honra a tu padre y a tu madre». Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa: 3 si honras a tu padre y a tu madre, «te irá bien y tendrás una larga vida en la tierra».

Como se puede leer, es el primer mandamiento que contiene una promesa con él de manera explícita, es decir, no es posible una mala interpretación o duda. También podemos ver en pasaje mencionado, que comienza con una de las formas de honra, como lo es la obediencia, pero lo desarrollaremos luego, primero revisemos quiénes son los sujetos pasivos de este mandamiento, es decir, aquellos a quienes debemos honrar:

1. PADRE CELESTIAL, que no hay más de uno, que fue quien los cielos, la tierra y todo lo que hay en ellos, pues todo fue creado por Él y nada ha sido creado sin Él, tal como lo dice el siguiente pasaje:

Juan 1: 1En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. 2 El que es la Palabra existía en el principio con Dios. 3 Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él.

Como se puede leer, en el principio ya existía el Señor y su palabra, por lo que la palabra no es creación sino creadora también, y esta palabra se hizo carne a quien conocemos como “El hijo, Jesucristo o YahShúa”, que significa “YHVH es Salvación”.

Es necesario señalar que no todos tenemos al Creador como Padre celestial, ya que solo son hijos suyos quienes nacen de nuevo por medio de la fe en su Hijo, y este nacimiento viene dado cuando la persona recibe el sello del Espíritu Santo, lo que ocurre por voluntad del Padre y no de los hombres, tal como se evidencia en el siguiente pasaje:

Juan 1: 10 Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo no lo reconoció. 11 Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; 12 pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. 13 Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.

Lamentablemente, quienes no tienen al Creador como Padre, son hijos del adversario, tal como lo enseña el Mesías en el siguiente pasaje:

Juan 8: 42 Jesús les dijo: —Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque he venido a ustedes de parte de Dios. No estoy aquí por mi propia cuenta, sino que él me envió. 43 ¿Por qué no pueden entender lo que les digo? ¡Es porque ni siquiera toleran oírme! 44 Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira. 45 Por eso, es natural que no me crean cuando les digo la verdad. 46 ¿Quién de ustedes puede, con toda sinceridad, acusarme de pecado? Y si les digo la verdad, ¿por qué, entonces, no me creen? 47 Los que pertenecen a Dios escuchan con gusto las palabras de Dios, pero ustedes no las escuchan porque no pertenecen a Dios.

El Señor exige que se le trate como Padre, si es que se le considera así, tal como señala el siguiente pasaje:

Malaquías 1: 6 El Señor de los Ejércitos Celestiales dice a los sacerdotes: «Un hijo honra a su padre y un sirviente respeta a su señor. Si yo soy su padre y su señor, ¿dónde están el honor y el respeto que merezco? ¡Ustedes han tratado mi nombre con desprecio!

1. PADRE Y MADRE TERRENAL, que son las personas que influyen en nuestra concepción y formación.

Es posible que una persona tenga más de un padre y de una madre terrenal, como sucede con aquellos que provienen de uniones destruidas, bien porque el padre o la madre se van del hogar, mueren o dan al niño en adopción, entonces el padre y la madre biológicos pasan a segundo lugar, porque en la formación influyen otras personas que son conocidos como “padres de crianza”.

1. PADRE Y MADRE ESPIRITUAL, que son aquellos que sirven como guía para el nacimiento por medio del Espíritu Santo y el crecimiento en la santidad por medio de la palabra del Señor, ya que el Espíritu Santo no obra solo ni ejerce dominio sobre la persona sino que instruye, revela e ilumina sobre la palabra del Señor, por lo que debemos interpretar que el Espíritu Santo no va a enseñar nada que contradiga lo dicho por el Señor en su palabra porque fue el mismo Espíritu Santo quien inspiró a los escritores de lo que conocemos como “La Biblia”. Repasemos el siguiente pasaje:

2 Timoteo 3: 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. 17 Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.

Con el pasaje anterior debemos entender que no puede haber crecimiento espiritual si se obvia la palabra del Señor en las enseñanzas.

Ahora bien, volviendo a los padres espirituales, estos son guiados también por el Espíritu Santo y revelan la necesidad de cada miembro de la congregación, por lo que el trato con cada miembro es diferente, tal como si fueran ovejas o plantas, literalmente hablando, aunque en muchos casos se den enseñanzas generales durante los sermones.

Como puede concluirse, no toda persona tiene un padre espiritual, porque no todos han nacido de nuevo, es decir, no todos tienen la fe que proviene del Creador, por lo que no tienen un Padre celestial. Entonces, resumiendo, podemos decir que quienes tienen al Creador como Padre celestial, necesariamente tienen un padre espiritual que los ayude a crecer espiritualmente, tal como hacen los padres terrenales con los niños hasta que son adultos y pueden concebir, tener e instruir a otros niños.

En cuanto a la honra, hay diversas formas de hacerla, pudiendo enumerarlas de la siguiente manera:

1. OBEDIENCIA, tal como lo leímos en Efesios 6:1, pero la obediencia no es solo hacer las cosas que nos mandaron, sino hacerlas con diligencia, con eficacia y eficiencia, es decir, hacerlas bien y lo más rápido posible;
2. EXALTACIÓN, que tiene que ver con resaltar los atributos y virtudes de los padres, ocultando o minimizando sus defectos:
3. RESPETO, que implica la reverencia en la forma de dirigirnos a ellos;
4. AYUDA, que se refiere a la colaboración con las cargas que tienen nuestros padres;
5. COMUNICACIÓN, es decir, no basta con realizar las actividades anteriores si no te comunicas con tus padres, porque eso evidencia que prefieres conversar con otras personas, además que los harás sentir menospreciados;
6. SUSTENTO, aparta siempre una parte de tus ingresos para regalar algo a tus padres, porque aunque no lo necesiten, se sentirán amados al ver que los recuerdas y tomas en cuenta a la hora de distribuir tur recursos.

Bendecir a los padres es una obligación, porque lo contrario acarrea maldición, tal como lo dice el Señor en el siguiente pasaje:

Levítico 20: 9 »Cualquiera que deshonre a su padre o a su madre[a] será ejecutado. Esa persona es culpable de un delito de muerte.

En conclusión, a los padres hay que tenerlos siempre presente, recordando que cuando no podíamos hacer nada por nosotros mismos, ellos lo hicieron sin pedirnos nada a cambio, ni siquiera amor, pero ahora que somos conscientes de este mandamiento, no tardemos en buscar las diferentes formas de honrar a nuestros padres para que nuestra vida sea larga, pero más allá de eso, sea una vida plena, cosechando en nuestros hijos lo que hicimos y hacemos por nuestros padres, porque quien sabe si mañana tengas hijos terrenales o hijos espirituales. Solo el Señor lo sabe, pero siembra honra hoy y el Señor no faltará a su promesa. HalleluYah!