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God wants us to have victory in everything, He wants us to overcome all the tests and to learn from that, for that He has given us through Jesus Christ absolutely all the resources we need to be victorious.
15 For what I do, I do not understand; for what I want, I do not do, but what I hate, that I do. 16 And if I do what I do not want, I approve the law that it is good. 17 So then it is no longer I who do it, but sin that dwells in me. 18 And I know that in me, that is, in my flesh, nothing good dwells; for to will is present with me, but how to perform it I do not. 19 For the good that I want, I do not do, but the evil that I do not want, that I do. 20 And if I do what I do not want, it is no longer I who do it, but sin that dwells in me.
Romans 7:15-20
God's desire is the victory of his children, this is God's will. But there are times when we repeatedly relapse into the same error, into the same sin, what is the reason why we fail to do the right thing?
One reason why we relapse into the same sin is because we fail to truly repent, perhaps we are experiencing shame or much sorrow for that sin we have committed, sin does not consist only of words from the mouth outward, of crying a little and that's it, repenting means that with all our heart we must not return to the same thing and thus begin a change of mentality about sin, stop clinging to our perspective and look at things from God's perspective, that our heart and mind turn to the direction of God and stop persisting in sin.
He who covers his sins will not prosper;
But he who confesses and forsakes them will have mercy.
Proverbs 28:13
The reason why we receive sin is because we do not have a complete vision or we do not assimilate our true identity in Christ. As children of God we must be fully aware that we have the Son, we have life, the same fullness of God dwells in us. When we begin to understand, when we assimilate this truth we understand that the sin we commit does not correspond since it is not part of our divine nature or the nature that lives in us. In this way we understand that it is not necessary to justify our faults, it is necessary to repent and move forward without repeating that which does not do us good. We finally understand that in order not to receive sin we must understand and comprehend the biblical bases and thus nourish our identity with Christ, in this way there is no place to let sin become habitual in our lives.
Once we understand, we understand that we are children of God and as much as our human nature has that tendency to sin, we also have in us the divine nature of Jesus Christ that does not delight in sinning, this leads us to recognize and repent of that sin so as not to return to it. God fervently desires that in the struggles we always obtain victory, triumphant in knowing that Jesus Christ gave us that victory by dying on the cross of Calvary so that we may be free from the weight of sin and today have the choice to live a full life in Christ since he lives in us.
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Dios desea que tengamos victoria en todo, desea que superemos todas las pruebas y que aprendamos de eso, para eso nos ha lado por medio de Jesucristo absolutamente todos los recursos que necesitamos para salir victoriosos.
15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Romanos 7:15-20
El deseo de Dios es la victoria de sus hijos, esta es la voluntad de Dios. Pero hay veces que repetidamente reincidimos en el mismo error, en el mismo pecado, ¿cuál es la razón por la que no logramos hacer lo correcto?.
Una razón por la cual reincidimos en el mismo pecado es porque no logramos arrepentirnos verdaderamente, quizás estamos experimentando vergüenza o mucha pena por ese pecado que hemos cometido, el pecado no consiste en solamente palabras de la boca para afuera, de llorar un poco y listo, arrepentirse significa que de todo corazón desde hemos no volver a lo mismo y así iniciar un cambio de mentalidad acerca del pecado, dejar de aferrarnos a nuestra perspectiva y observemos las cosas desde la perspectiva de Dios, que nuestro corazón y nuestra mente se vuelvan a la dirección de Dios y dejen de persistir en el pecado.
El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Proverbios 28:13
La razones por la que recibimos en el pecado es porque no tenemos una visión completa o no asimilamos nuestra verdadera identidad en Cristo. Como hijos de Dios debemos ser plenamente conscientes que tenemos al hijo, tenemos la vida, la misma plenitud de Dios habita en nosotros. Cuándo comenzamos a entender, cuando asimilamos esta verdad comprendemos que el pecado que cometemos no corresponde ya que no es parte de nuestra naturaleza divina o la naturaleza que vive en nosotros. De esta manera entendemos que no hace falta justificar nuestras faltas, es necesario arrepentirnos y avanzar sin reincidir en aquello que no nos hace bien. Entendemos finalmente que para no recibir en el pecado debemos entender y comprender las bases bíblicas y así alimentar nuestra identidad con Cristo, de esta manera no hay lugar para dejar que el pecado se haga habituales nuestras vidas.
Una vez que entendemos, comprendemos que somos hijos de Dios y por más que nuestra naturaleza humana tenga esa tendencia a pecar, también tenemos en nosotros la naturaleza divina de Jesucristo que no se agrada en pecar, esto nos lleva a reconocer y arrepentirnos de ese pecado para no volver a eso. Dios desea fervientemente que en las luchas siempre obtengamos la victoria, triunfantes en saber que Jesucristo nos dio esa victoria al morir en la cruz del calvario para que seamos libres del peso del pecado y hoy tengamos la elección de vivir una vida plena en Cristo ya que vive en nosotros.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.
