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For each of us as children of God we have an incorruptible inheritance that is reserved for us in heaven.
Blessed be the God and Father of our Lord Jesus Christ, who according to his abundant mercy has begotten us again to a living hope through the resurrection of Jesus Christ from the dead, 4 to an inheritance incorruptible, undefiled, and that does not fade away, reserved in heaven for you, 5 who are being kept by the power of God through faith for salvation ready to be revealed in the last time.
1 Peter 1:3-5
We desire security and protection, we want to feel this all the time, but every time we place this feeling of security in the things of the world we will most likely be disappointed and that is why we need to nourish ourselves with the word of God and know what our future is and how important it is to remember it at all times.
Remember that each one of us, the children of God, have an inheritance in heaven that cannot be touched, cannot be stolen. This inheritance has been placed in our hands when we place our faith and hope in Jesus Christ and it will never be shaken or taken away since it is protected only for us in heaven. By faith we also know that when we see the Lord face to face at his coming, we will not only receive but we will enjoy our inheritance with him forever.
There is also something that we must remember since our life here on earth allows us to accumulate wealth in heaven, to invest in the riches of God, that inheritance that will also be part of eternity. We have the possibility that our treasure will increase more and more day after day.
20 but lay up for yourselves treasures in heaven, where neither moth nor rust destroys, and where thieves do not break in nor steal.
Matthew 6:20
We can worry too much about our investments and riches on this earth, but we must remember that eternal riches are much more important and that the demands and demands of everyday life are absolutely nothing compared to eternal riches and prosperity. Let us take some time out of our day to focus our mind and heart on what is eternal, on what we will have to enjoy for eternity, let us learn to accumulate eternal wealth.
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Para cada uno de nosotros como hijos de Dios tenemos una herencia incorruptible que está reservada para nosotros en los cielos.
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
1 Pedro 1:3-5
Nosotros deseamos seguridad y protección, queremos sentir esto todo el tiempo, pero cada vez que depositamos esta sensación de seguridad en las cosas del mundo lo más probable es que seamos decepcionado y es por ello que necesitamos nutrirnos de la palabra de Dios y conocer cuál es nuestro futuro y cuán importante es recordarlo en todo momento.
Recordar que cada uno de nosotros, los hijos de Dios tenemos una herencia en los cielos que no puede ser tocado, no puede ser robada. Esta herencia se nos ha puesto en nuestras manos cuando depositamos nuestra fe y esperanza en Jesucristo y jamás será conmovida ni será quitada ya que está protegida solamente para nosotros en los cielos. Por la fe también sabemos que cuando veremos cara a cara al señor en su venida no sólo recibiremos sino que disfrutaremos con él para siempre nuestra herencia.
Hay algo también que debemos recordar ya que nuestra vida aquí en la tierra nos permite acumular riqueza en los cielos, invertir en las riquezas de Dios, esa herencia que también será parte de la eternidad. Tenemos posibilidad de qué nuestro tesoro aumente más y más día tras día.
20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Mateo 6:20
Podemos preocuparnos demasiado por nuestras inversiones y las riquezas en esta tierra, pero debemos recordar que las riquezas eternas son mucho más importante y que las exigencias y demandas de la vida cotidiana son absolutamente nada comparado con las riquezas y prosperidad eterna. Tomemos un tiempo de nuestro día para enfocar nuestra mente y corazón a lo eterno, a lo que tendremos para disfrutar por la eternidad, aprendamos acumular riqueza eterna.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.
