Hoy les quiero hablar de un tema un poco controversial, como lo es el abuso, que consiste básicamente en aprovecharse de la vulnerabilidad de una persona para su propio beneficio. Lamentablemente, se trata de algo que ocurre con mucha más frecuencia de la que imaginamos, solamente que es un tema delicado del cual pocos se atreven a hablar, y no es para menos, es algo muy difícil de procesar.
Hace algún tiempo recibí una formación sobre la cultura del buen trato, donde estuvimos conversando sobre algunos tipos de abuso, como el sexual, el de poder (que se da de parte de los líderes que abusan de estar en un "nivel más alto" para aprovecharse del otro), el de conciencia (donde se crea una dependencia psicológica) y el económico (donde se limita el acceso al otro a sus propios recursos).
Esta formación estaba dirigida para los centrales del Movimiento Campamento Juveniles que somos líderes que estamos en contacto constantemente con niños y jóvenes, puesto que es el rango de acción en el que trabajamos, además, debo destacar que este tema ya lo había escuchado antes cuando estaba actividad en el Movimiento Encuentros de Promoción Juvenil y de hecho, era un requisito asistir a esa formación para poder servir en convivencias.
Cada uno de estos abusos deja una huella imborrable en la vida de las personas afectadas, es por ello que el Papa Francisco en este mes de marzo nos ha invitado a orar por las víctimas de abuso. Pero no solamente debemos orar, también es importante que actuemos y tomemos medidas concretas para prevenir este tipo de ataques y responder de una forma oportuna ante aquellos que ya los han sufrido.
A veces es difícil reconocer las señales de abuso, pero debemos estar atentos ante cambios físicos como golpes, heridas, o cambios emocionales como miedo, ansiedad, depresión o algún cambio repentino en la personalidad y el comportamiento. Si una persona te cuenta que sufre de abuso, no minimices sus sentimientos, por el contrario, apóyalo y ayúdale en todo lo que puedas, a denunciar, alejarse de esa situación, o si necesita apoyo psicológico.
El Papa Francisco nos recuerda la importancia de pedir perdón a las víctimas, sacar los abusos a la luz, reparar los errores, evitar que sigan ocurriendo este tipo de situaciones y mucho menos que se repitan. De hecho, la Iglesia ha estado trabajando los últimos años en desarrollar una cultura del buen trato brindando capacitación en materia de prevención de abusos, creando protocolos de respuesta, comisiones de investigación, entre otros.
Por ejemplo, en el año 2016, el Papa Francisco publicó una exhortación apostólica llamada "Amoris Laetitia", en la que se hace hincapié en la importancia de la protección a los más vulnerables. Por ejemplo, en el numeral 45 mencionan lo escandaloso que es que ocurran abusos en lugares donde deberían ser protegidos como: en las familias, en las escuelas y en las comunidades e instituciones cristianas.
Por otro lado, en el numeral 197 nos menciona que la familia ampliada (aquella conformada por otros parientes o incluso familias cercanas) también puede ayudar a compensar las fragilidades de los padres, o detectar y denunciar a tiempo posibles situaciones de violencia o incluso de abuso sufrido por los niños.
Inclusive, en el año 2019, el Papa Francisco publicó la carta apostólica: "Vos Estis Lux Mundi", dando respuesta a la Iglesia en relación con el tema de los abusos y su prevención, también establece la obligatoriedad en la que se encuentran los obispos de informar cualquier abuso cometido por el clero y establece pautas para los laicos para denunciar con la certeza de que serán atendidos.
Aunque el abuso es una realidad dolorosa que ha afectado a un gran número de personas, podemos encontrar esperanza en la posibilidad del perdón y la conversión tanto de las víctimas como de los perpetradores, la sanación es posible y podemos aportar nuestro granito de arena para hacer esta sociedad un lugar más seguro para todos haciendo uso de la cultura del buen trato para proteger la dignidad de todos.
Today I want to talk about a controversial topic, such as abuse, which basically consists of taking advantage of a person's vulnerability for your own benefit. Unfortunately, this is something that happens much more frequently than we imagine, but it is a delicate subject that few dare to talk about, and it is not for less, it is something very difficult to process.
Some time ago I received a training on the culture of good treatment, where we were talking about some types of abuse, such as sexual abuse, abuse of power (which is given by leaders who abuse being at a "higher level" to take advantage of the other), abuse of conscience (where a psychological dependence is created) and economic abuse (where the other person's access to his or her own resources is limited).
This training was directed to the leaders of the Youth Camp Movement who are in constant contact with children and young people, since it is the range of action in which we work, in addition, I must emphasize that I had heard this topic before when I was active in the Youth Promotion Encounters Movement and in fact, it was a requirement to attend this training to be able to serve in retreats.
Each one of these abuses leaves an indelible mark in the lives of the people affected, which is why Pope Francis in this month of March has invited us to pray for the victims of abuse. But we should not only pray, it is also important that we act and take concrete steps to prevent such attacks and respond in a timely manner to those who have already suffered them.
Sometimes it is difficult to recognize the signs of abuse, but we must be attentive to physical changes such as blows, wounds, or emotional changes such as fear, anxiety, depression or a sudden change in personality and behavior. If a person tells you that he/she is suffering from abuse, do not minimize his/her feelings, on the contrary, support him/her and help him/her in everything you can, to denounce, to get away from that situation, or if he/she needs psychological support.
Pope Francis reminds us of the importance of asking forgiveness from victims, bringing abuses to light, repairing mistakes, preventing such situations from continuing to occur, much less repeating them. In fact, the Church has been working in recent years to develop a culture of good treatment by providing training in abuse prevention, creating response protocols, commissions of inquiry, among others.
For example, in 2016, Pope Francis published an apostolic exhortation called "Amoris Laetitia", which emphasizes the importance of protecting the most vulnerable. For example, in numeral 45 they mention how scandalous it is that abuses occur in places where they should be protected such as: in families, in schools and in Christian communities and institutions.
On the other hand, in paragraph 197 it mentions that the extended family (made up of other relatives or even close families) can also help compensate for the fragilities of parents, or detect and denounce in time possible situations of violence or even abuse suffered by children.
Even in 2019, Pope Francis published the apostolic letter: "Vos Estis Lux Mundi ", giving response to the Church regarding the issue of abuse and its prevention, it also establishes the obligatory nature in which bishops are obliged to report any abuse committed by the clergy and establishes guidelines for the laity to denounce with the certainty that they will be taken care of.
Although abuse is a painful reality that has affected a great number of people, we can find hope in the possibility of forgiveness and conversion of both victims and perpetrators, healing is possible and we can do our bit to make this society a safer place for all by making use of the culture of good treatment to protect the dignity of all.
