Hola mis queridos amigos de #Humanitas, les saludo esperando que estén disfrutando de este maravilloso día y puedan apreciar la reflexión que hoy les traigo con respecto al tema de la semana número 6 referido a la: Historia.

Como ustedes mismos lo expresan, la historia es amplia y compleja, porque verdaderamente estamos construidos de ella y todo va a depender desde la óptica que se mire. No es muy difícil leer los libros de las guerras “santas” y sus razones, cuando la historia demuestra que eran por territorios y poder.

La época de la ilustración, la esclavitud, y hasta la forma de como acabará nuestra civilización ya sea en imperialismo o comunismo, son algunos de estos ejemplos de como nosotros construimos desde nuestra apreciación y lado que nos ubiquemos, como vemos los hechos históricos.

En esta reflexión, quiero hacer una disertación sobre un hecho histórico que nos define como sociedad y que marcó a latinoamérica en tal sentido que hoy por hoy, somos producto de esta mezcla entre tantas naciones.

La historia que nos contaron dice que Cristóbal Colón, nuestro descubridor, se embarcó en un viaje al “Nuevo continente” con la teoría del momento al querer demostrar que la tierra no era plana sino redonda; esto era necesario para crear un puente entre Europa e India porque pasar por Africa era muy complicado. Apoyado por tres embarcaciones y dos viajes anteriores, en esa fecha se marca el DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA por allá por las tierras llamadas Macuro al noreste de Venezuela. Y desde allí empezó nuestra historia. Este relato lo acompañamos con esta imagen:

La imagen más o menos expresa unos españoles vestidos, ostentosos, imponentes, enfundando sus armas frente a unos indígenas arrodillados, descubiertos, sumisos ofreciendo sus frutos a los recién llegados y con una cruz que marcó la división entre ellos y nosotros. Toda esta escena es parecida a un descubrimiento, es decir, ellos nos descubrieron. Ellos llegaron acá y encontraron una tierra inhóspita, nueva, virgen y sin nada ¿En serio? Aquí es el punto histórico donde se dividen las opiniones.

Según el diccionario de la Real Academia Española dice que descubrir es “hallar lo que estaba ignorado o escondido, principalmente tierras o mares desconocidos.

Basado en este concepto, que es lo escondido Latinoamérica no estaba escondido, estábamos aquí, existíamos, entonces no es un descubrimiento porque nosotros los habitantes de esta tierra ya habíamos descubierto la mayoría de las cosas. Descubrimos el clima, las mejores tierras para nuestros alimentos, las cercanías a los ríos para aprovechar el vital líquido, hacer las armas para defendernos, en fin, eso si fue descubrimiento cuando aquí no había nada y los indígenas por miles de años atrás ya habían dominado lo existente en este continente.

Luego, de este concepto, entonces también nos encontramos con otro término: EL ENCUENTRO. Un encuentro entre dos mundos, es decir, como que habían llegado, compartimos saberes, algún que otro brindis, intercambiamos mercancía y listo, se fueron a su país con la demostración de que la tierra era redonda ¿Les suena esa historia? espero que para nada.

Cuando encuentras algo que está solo y te interesa, lo tomas para ti y digamos que las leyes dirán que es tuyo porque no tiene dueño, pero ¿DE LAS PERSONAS? ¿Las encuentras y te apropias de ellas? yo considero que no.

Este encuentro, tampoco tiene que ver con esa imagen de lo pacífico y calmado del “ encuentro”, las personas que ya existían aquí, que ya poblaban esta tierra ni querían que lo encontraran y dicen los historiadores de otros pueblos como los Incas y Mayas que hasta los encuentro con sus mismas cultura, eran salvajes y sangrientos. Imagine usted que llegaron estos barcos, personas distintas en piel y apariencia y los nativos solo hubiesen sentado a observar, esa historia tampoco tiene mucho sentido.

Según el historiador de la Universidad de Oriente- Glendis Vicent, hubo un proceso de colonización, asalto, dominación y masacre de nuestros indígenas y estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación. Sonará patriota, o quizás un discurso donde no se le dé el mérito adecuado a los europeos, pero las pruebas hablan por sí solas.

Nadie puede negar que algunas de sus invenciones o herramientas que nos trajeron ayudaron a diversificar y modernizar las formas de hacer acá las cosas. pero ¿de qué nos podía servir la pólvora, las armas o la religión? Nosotros acá teníamos nuestra dinámica social, cultura, tradiciones y costumbres ¿Por qué imponer otras? y hablo de imposición porque no hubo elección, es decir, nadie preguntó ¿Quieres esta o tal religión? ¿Seguirás creyendo en tus dioses o creerás en mi Dios? ¡No! Eso no ocurrió, solo imposición, dominación y exclusión de los sistemas que ya tenían aquí por cosas que ni entendían nuestros aborígenes.

Los historiadores también comentan que las personas enviadas en los barcos, no fue la clase más alta o elitista de España y sus alrededores, estamos hablando que vinieron esclavos, mercenarios y ex convictos con la convicción de que si la misión fracasaba no se sacrificaban vidas importantes. Entonces, todos estos hombres tanto tiempo en el mar y por la vestimenta de nuestras indígenas, abusaron de ellas, robando tierras, imponiendo sus órdenes, amenazando y engañando dando pie a toda nuestra mezcla latinoamericana.

La historia ya está escrita y relatada, lo único que puedo acotar es que producto de la forma como llegaron acá y todos los años de “atraso” que teníamos aquí en relación con el viejo mundo que hasta tenían escrituras y avances tecnológicos, seguimos con más de 1500 años de diferencias, arrastrando viejas prácticas y tratandolas de vivir tal cual como ellos sin comprender que nosotros tenemos realidades distintas. Nuestro sistema quedó atado a muchas tradiciones quizás no son del viejo mundo, sino que nos copiamos de todos los modelos de antes, dejando que sigan invadiendo nuestra cultura, que nos sigan imponiendo bajo las nuevas formas de dominación y es un reto planteado que debemos visualizar al crear nuestra propia identidad sin depender de los demás.

Así que digamos que este 12 de octubre si celebramos una fecha, una fecha que debe servir para conmemorar a nuestros luchadores, guerreros, nuestros héroes anónimos que se resistieron y mantuvieron sus creencias a pesar de toda la diferencia que tenían con los españoles. Es recordar una fecha de nuestra identidad, nuestros orígenes y lo que no debemos permitir que ocurra nuevamente.

Hoy somos producto de una mezcla, por eso es común escuchar que tenemos familia europea o nuestros rasgos sean morenos, cabello liso y ojos azules, pero también debemos recordar que nosotros tenemos nuestras propias mezclas y aunque no me sentiría cómoda con un guayuco, pienso que el aporte medicinal, alimenticio y respeto por la naturaleza, son prácticas que deberíamos mantener como hacen otras culturas como los mexicanos o peruanos.

Esperando que haya sido de su agrado este escrito y abierta a cualquier sugerencia sobre el tema, agradezco la oportunidad y me despido esperando que sigamos construyendo en esta gran colmena y comunidad temas de interés.