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¡Hola, Hive!✨
Revisando los temas propuestos en la iniciativa del mes vi uno el cual sabía que tendría que tocar, la música y las emociones. Aprovechando que el mes aún no termina abordaré este tema desde mi experiencia personal a modo de reflexión.
No recuerdo cuál sería la primera canción que escuché, probablemente alguna con rimas infantiles o puede que incluso haya sido el himno de mi país, quién sabe. Pero puedo asegurar que desde que tengo uso de razón siempre había música a mi alrededor, en la radio de mi abuela o la de mi madre, en el Home Theather de mi padre o mi tío tocando algo en la guitarra.
Me fascinaba cómo se creaban los sonidos tan hermosos, tanto que intenté crearlos yo misma en un cuatro, luego en una guitarra, pero supongo que hay cosas que solo están hechas para disfrutarlas, eso y que lo del talento musical no era lo mío. Pero a medida que crecía iba explorando cada vez más entre los distintos géneros. Tenía predilección pero no me impedía disfrutar de algo diferente de vez en cuando.
La música se volvió algo tan importante que necesitaba tenerla a diario, por lo que recuerdo que muchos de los regalos que pedía de pequeña eran audífonos, radios, mp3 y CD's. En algún punto se volvió una necesidad escuchar música, no hacerlo al menos una vez al día se sentía raro, como si algo faltara.
Cuando crecí fui aprendiendo porqué la música lograba conectar con la manera que me sentía, porqué cuando estaba triste escuchaba música melancólica, porqué ciertas canciones me ponían «la piel de gallina» y tantas otras cosas. Resulta que la música tiene el poder de despertar o activar ciertas áreas en nuestro cerebro, bien sea las encargadas del pensamiento, sensación, movimiento o emociones, lo cierto es que es un estímulo poderoso que mueve algo en nosotros. Esas actividades cerebrales llamadas capacidades cognitivas se activan lo cual mientras más ocurra, en mejores condiciones estarán. Simplemente y aunque no lo parezca, mejora el rendimiento cognitivo lo cual mejora tu capacidad general. También ayuda en el manejo del estrés y la ansiedad reduciendo el cortisol, mejora la memoria y el estado de ánimo.
Lo que parece una actividad simple, en realidad, es increíblemente beneficiosa. Por poner un ejemplo, algo que siempre he hecho es escuchar algo mientras leo o estudio. Me ayuda con la concentración puesto que puedo de alguna manera disfrutar de la música pero también enfocarme en la otra actividad que estoy haciendo.
Hablando de la parte emocional, hay sonidos que transmiten algo, energía, melancolía, alegría... Hay letras que en su poesía conectan con algo que hayamos sentido, que hayamos vivido o que añoremos tanto que la música nos ayuda a acercarnos un poco a eso. La música es un lenguaje universal, puede que incluso no entendamos el idioma en que nos habla el vocalista, de alguna manera entendemos. Porque los sonidos han sido asociados a ciertas cosas durante tanto tiempo que ya le hemos otorgado un significado colectivo. Si escuchas una escala menor probablemente sentirás tristeza, si es una escala mayor te sentirás feliz. Es algo que hemos interiorizado tanto que ni siquiera pensamos en ello, a menos claro, que seas músico.
Mediante de la música logramos liberar esas emociones que quizá teníamos guardadas, aquello que querías dejar salir pero quizás no sabías cómo. De la misma manera, la música puede hacernos sentir algo nuevo, transmitir el mensaje que el artista quería hacer llegar. Es una vía de comunicación bidireccional que dependiendo del momento, el lugar y la persona, puede hacerte sentir algo o puedes sentir através de ella.
En mi caso, es lo que más me ayuda cuando necesito liberar una emoción que no consigo expresar de otra manera, me ayuda a atravesar momentos difíciles y hace los agradables mucho más bonitos. Me ha permitido conectar conmigo misma es una manera diferente, profunda, porque no solo me hace sentir bien sino que también me lleva a reflexionar sobre los diferentes temas de las letras.
English
Hey there, Hive!✨
Reviewing the topics proposed in the initiative of the month I saw one that I knew I would have to cover, music and emotions. Taking advantage of the fact that the month is not over yet, I will address this topic from my personal experience as a reflection.
I don't remember what the first song I ever heard was, probably a nursery rhyme or maybe even my country's anthem, who knows. But I can assure you that ever since I can remember there was always music around me, on my grandmother's or my mother's radio, on my father's home theater or my uncle playing something on his guitar.
I was fascinated by how beautiful sounds were created, so much so that I tried to create them myself on a cuatro, then on a guitar, but I guess there are things that are just made to be enjoyed, that and the fact that musical talent wasn't my thing. But as I grew up I was exploring more and more between different genres. I had a preference of course, but it didn't stop me from enjoying something different from time to time.
Music became so important that I needed to have it every day, so I remember that many of the gifts I asked for as a child were headphones, radios, mp3s and CDs. At some point it became a necessity to listen to music, not doing it at least once a day felt weird, as if there was something missing.
As I grew up, I learned why music was able to connect with the way I felt, why I listened to melancholic music when I was sad, why certain songs gave me goosebumps, and so many other things. It turns out that music has the power to awaken or activate certain areas in our brain, whether they are responsible for thought, sensation, movement, or emotions. The truth is that it is a powerful stimulus that moves something in us. These brain activities called cognitive abilities are activated, and the more this happens, the better condition they will be in. Simply put, and although it may not seem like it, it improves cognitive performance, which improves your overall ability. It also helps in managing stress and anxiety by reducing cortisol, improving memory and your mood.
What seems like a simple activity is actually incredibly beneficial. For example, something I have always done is listen to something while I read or study. It helps me with concentration since I can somehow enjoy the music but also focus on the other activity I am doing.
Speaking of the emotional part, there are sounds that transmit something, energy, melancholy, joy... There are lyrics in their poetry that connect with something that we have felt, that we have lived or that we long for so much that music helps us get a little closer to it. Music is a universal language, we may not even understand the language in which the vocalist speaks to us, but somehow we understand. Because sounds have been associated with certain things for so long that we have already given them a collective meaning. If you hear a minor scale you will probably feel sadness, if it is a major scale you will feel happy. It is something that we have internalized so much that we do not even think about it, unless of course, you are a musician.
Through music we manage to release those emotions that we may have kept inside, that which we wanted to let out but perhaps we didn't know how. In the same way, music can make us feel something new, transmit the message that the artist wanted to convey. It is a two-way communication channel that, depending on the time, place and person, can make you feel something or you can feel through it.
In my case, it is what helps me the most when I need to release an emotion that I can't express in any other way, it helps me get through difficult times and makes the pleasant ones much more beautiful. It has allowed me to connect with myself in a different, profound way, because it not only makes me feel good but it also leads me to reflect on the different themes of the lyrics.