Reflexiones filosóficas de un pensador nocturno: 28/02/2024

in #hive-18611910 months ago

Hoy estuve reflexionando, por algo que me pasó recientemente, en la forma como reaccionamos ante los eventos que nos suceden. Y no, no voy a hablar en esta ocasión acerca de las cosas que nos motivan hacia las metas que queremos alcanzar, sino de cómo asumimos lo que nos sucede y como ello nos repercute a nivel general en la vida.

¿Pero a qué me estoy refiriendo exactamente?

Aunque parece guardar cierta relación con lo que mencionaba anteriormente, a lo que me estoy refiriendo exactamente aquí es al compendio de las actitudes primarias que surgen en nosotros, aparentemente provocadas por eventos externos. Para explicarlo con un caso, digamos que una persona va caminando por la calle y otro transeunte, accidentalmente, le tropieza. Ante esto la persona a la que tropezaron comienza a pegar gritos y a insultar a la persona que accidentalmente le tropezó.

Ahora, más allá de que esto sea una reacción ideal o no, que obviamente no lo es, la pregunta clave es... ¿Qué lleva a una persona a actuar de una manera o de otra ante ciertos eventos que incluso parecen de naturaleza inofensiva? ¿Son acaso reacciones naturales? ¿Podrían ser reacciones fruto de la ira justificada? ¿Podría tratarse de una reacción excesiva por haber malentendido algo? ¿Acaso es el miedo, o la falta de educación o de valores de la persona lo que le lleva a actuar de tal manera ante un caso así? ¿Con qué exactamente tiene que ver?...

Podríamos pensar en muchas justificaciones ante un comportamiento así, pero a mi modo de ver, todo esto tiene que ver obviamente con algo mucho más profundo y esencial en nosotros los seres humanos

La naturaleza esencial y el libre albedrío

Muchos pensarían que según el estado de ánimo de la persona, ésta reaccionará ante un evento. Esto supondría que ante el tropezón, si la persona que lo recibió está de buen humor, puede pasarle completamente inadvertido, pero si está teniendo un mal día, puede que exagere y se ponga a sobredimensionar el asunto.

No creo que eso sea suficiente justificación para lo que lleva a actuar a una persona de una forma o de otra. Creo que lo fundamental que entra en juego aquí es la naturaleza esencial de la persona, y el autocontrol que posea de sus emociones. Y allí yace la palabra "mágica" en todo esto, o sea, las emociones.


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La naturaleza esencial de la persona va asociada a sus pensamientos y a su autopercepción general, en contraste con la percepción o creencia que tiene acerca de cómo los demás le perciben. Ya que no será lo mismo si esta persona se considera a sí misma como alguien de naturaleza pacífica, que si se considera como alguien de naturaleza violenta o de comportamiento abrupto. Tampoco será lo mismo el caso de una persona que sienta que le perciben como alguien que exagera o como alguien que no saca de dimensión las cosas que le suceden.

Pero, a la vez, dicha naturaleza esencial va asociada a las emociones y a cómo una persona reacciona ante una circunstancia u otra. Una persona que mantenga un autocontrol de sus emociones, difícilmente explotaría ante un evento como el mencionado (ante un tropezón accidental). Antes bien, mantendría la calma y podría pedir una explicación a quién le tropezó, o bien podría ignorar el hecho y seguir su camino.

En todo caso, el autocontrol de las emociones es lo que permite otro factor importante a la hora de actuar o reaccionar ante un evento, y dicho factor no es otro que el libre albedrío. La persona con autocontrol es consciente, y puede elegir, en función de las circunstancias, a la luz de los acontecimientos, reaccionar o actuar de un modo o de otro ante determinada circunstancia.

Porque digamos que vas por la calle y alguien te tropieza, y se te cae un costoso equipo fotográfico que cargabas en los brazos en ese momento (o tu celular o cualquier otra cosa valiosa). Y digamos que la persona que te tropezó también te suelta un improperio luego de hacerlo y sigue su camino como si nada. Entonces la reacción de cualquier persona, con autocontrol, pero con libre albedrío, será elegir obtener una respuesta por el acto grosero y falto de consideración de quien le tropezó y le insultó y probablemente un resarcimiento monetario por el daño del equipo o cosa que traía en sus manos cuando le tropezaron.

En este caso tu modo de actuar es algo evaluado, concienzudo, sin exagerar, y sin caer presa de las emociones primarias. Por lo tanto, no es lo mismo que la reacción de aquel que comienza a insultar a mansalva a alguien que sin querer le tropezó. La diferencia es un mundo de distancia entre ambas formas de actuar.


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¿Cuál es la diferencia exactamente?

Ahora, esto aplica para cualquier evento que pueda suceder en nuestras vidas, de allí su fundamental importancia. Lo que bien conviene aclarar en estos casos es que la manera como decidimos actuar, en un sentido o en otro, genera una diferencia substancial en nuestra calidad de vida.

Porque una persona reactiva (que reacciona sin pensar) siempre tendrá problemas con su entorno, por no analizar las situaciones y por su incapacidad para actuar comedidamente. Esto incluso puede hacer que la persona se meta en problemas legales por la falta de control sobre sus impulsos primarios. Pero aún si la cosa no llegara a tanto, también está el daño que en el cuerpo provocan las reacciones de ira, enojo o disgusto. Según la ciencia moderna, una persona con problemas de ira, suele tener más estrés del normal, lo que le puede generar dolores de cabeza, problemas de tensión arterial, diabetes, y con ello, mayor riesgo
de infarto.

A diferencia de una persona calmada, que suele estar menos estresada y ser asertiva, y por lo tanto, tener menor posibilidad de tener todos esos problemas físicos que acabo de mencionar. En todo esto, tiene que haber un equilibrio entre lo que dicta el corazón y lo que dice el cerebro, para que las decisiones y actos de una persona sean acordes y certeros ante los eventos.

Por todo lo mencionado y mucho más, es por lo que la actitud ante la vida y ante nosotros mismos, y el autocontrol de nuestras percepciones y emociones será fundamental para mantener una mejor calidad de vida en general.

¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.


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