This Friday the Orfeón Santiago choir had another performance, this time to accompany the anniversary celebration of the creation of the Popular Court System in Cuba. It's not the kind of activities I prefer to go to, but work is work, and to be honest they gave us good attention. But that's not the point.
Our presentation consisted of four songs: one to open the ceremony, one to be an intermission and two to close the event. I was happy because the Orfeón Santiago is a group with a very large repertoire, but I knew all these songs by heart.
We sang "That Mouth" by Eusebio Delfín and "The 4 doves" by Ignacio Piñeiro, both arranged by Electo Silva, and "What's wrong with that woman?" by Juan Almeida Bosque and "Buscando la melodía" by Marcelino Guerra, the latter two arranged by Reynier Silegas.
The first three songs were wonderful and the audience's applause was not long in coming. But in the last one... things happened... In a part where the tenor was the one who carried the main melody of the song, they forgot the lyrics! And for the moment there was a void in the music. We were all petrified but, live, what could we do?
The rest of the strings we took out even more the music that corresponded to us so that the absence of that voice was not felt. On our faces we pretended that everything was perfect and kept going until then the sopranos picked up the melody. Apparently the audience did not notice the slip, because even when everything was over the guests came over to congratulate us.
We, for our part, make sure to comfort our colleagues. That's what teamwork is all about. Anyone can make a mistake, and we'll all be there to back them up. But after the moment of solemnity the laughter and jokes began, because literally the tenors were left looking for the melody (this is going to be the best joke of the year until January arrives 🤣🤣🤣). I'm glad we can have fun this way.
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Trabajo en equipo 💪🏼😎.
Versión en Español
Este viernes el coro Orfeón Santiago tuvo otra presentación, esta vez para acompañar la celebración de aniversario de la creación del Sistema de Tribunales Populares en Cuba. No es el tipo de actividades a las que prefiero ir, pero trabajo es trabajo, y para ser sincero nos dieron una buena atención. Pero ese no es el punto.
Nuestra presentación consistía en cuatro canciones: una para abrir la ceremonia, otra que fuera un intermedio y dos para cerrar el evento. Me sentía contento pues el Orfeón Santiago es una agrupación con un repertorio muy grande, pero todas estas canciones me las sabía de memoria.
Cantamos "Aquella Boca" de Eusebio Delfín y "Las 4 palomas" de Ignacio Piñeiro, ambas con arreglo de Electo Silva, y "¿Qué le pasa a esa mujer?" de Juan Almeida Bosque y "Buscando la melodía" de Marcelino Guerra, estas dos últimas arregladas por Reynier Silegas.
Las tres primeras canciones fueron una maravilla y no se hizo esperar el aplauso del público. Pero en la última... sucedieron cosas... En una parte en donde el tenor era quien llevaba la melodía principal de la canción ¡olvidaron la letra! Y de momento se sintió un vacío en la música. Todos nos quedamos petrificados pero, en vivo, ¿qué podíamos hacer?
El resto de las cuerdas sacamos aún más la música que nos correspondía para que no se sintiera la ausencia de esa voz. En nuestros rostros fingimos que todo estaba perfectamente y seguimos hasta que luego las sopranos retomaron la melodía. Al parecer el público no notó el desliz, pues incluso cuando todo acabó los invitados se acercaron a felicitarnos.
Nostros, por nuestra parte, nos aseguramos de reconfortar a nuestros compañeros. De eso se trata el trabajo en equipo. Cualquiera puede equivocarse, y ahí estaremos todos para respaldarlos. Pero luego del momento de solemnidad comenzaron las risas y las bromas, porque literalmente los tenores se quedaron buscando la melodía (este va a ser el mejor chiste del año hasta que llegue enero 🤣🤣🤣). Me alegra que podamos divertirnos de esta manera.
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